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32: « ¡Tú puedes, amor! »
Agosto – 2021.
Empuje el carrito del supermercado, mientras veía como Jasper intentaba decapitar el oso de peluche, ese niño en verdad me da miedo. Agite mi cabeza hacia los costados, tenía que concentrarme en hacer las compras para la casa. Mire la lista y con un bolígrafo tache la palabra cereales, ya había puesto una caja en el carrito.
Ky no había podido acompañarnos ya que no se sentía muy bien, bueno, en realidad no tuvo una agradable noche porque James no la había dejado dormir. En unos minutos la llamaría para saber cómo se encontraba. De aquí tenía que ir a comprar alistas picantes y llevar a casa para mi esposa.
—¡Papi, quiero! —chillo Jasper, y señalo el avión de juguete—. ¡Quiero lojo!
—Ayer te compre un autito, ¿por qué no juegas con eso?
—¡Quiero, quiero, quiero!
—Y yo quiero vacaciones, pero no todo se puede.
Jasper me miro e hizo un puchero, se estaba preparando para llorar, ¡qué amenazador! Incluso me miraba a los ojos, como si me estuviera dando segundos para dar una respuesta positiva. ¡No, a mí ningún niño me va amenazar, menos mi hijo...! Ay, Dios, pero que llorón es. Intente hablarle cuando comenzó a llorar, pero no se callaba, solo seguía llorando con fuerza hasta que por fin disminuyo un poco.
—Hagamos un trato —lo mire—. Si no lloras y te portas bien hasta que terminemos, te lo compro, ¿sí?
Jasper lo pensó unos minutos, incluso parecía ganarme en inteligencia con esa mirada, y entonces asintió. Mágicamente dejo de llorar, y yo rodé los ojos, ese niño era manipulador. Yo de niño no era así... era peor, ¡pero ese no es el caso! Él tiene que ser mejor que yo.
Fuimos al siguiente pasillo de los refrescos, mi celular empezó a sonar y vi quien era. De inmediato conteste con una sonrisa.
—Hola, mi amor —dije alegremente.
—Justin —susurro—. Justin tienes que venir de inmediato.
—¿Ocurre algo... malo?
Se quedó en silencio unos segundos, y eso me desespero, cuando iba a pedirle que me contara que era, ella volvió a hablar con la voz un poco quebrada, como si fuera a ponerse a llorar...
—Sucede, sucede que me estaba dando una ducha... y me he caído —eso fue suficiente para que me asustara, y seguí escuchándola—. Y me he golpeado la parte izquierda del cuerpo, uhm, me sequé y creo que la bolsa se ha roto porque he empapado mis bragas y... ¿sigue ahí Justin?
—¡Estoy yendo de inmediato! Cámbiate, nos vamos al hospital.
—Está bien, llamare a mamá para que venga a quedarse con Jasper.
