33: « ¡Jamás! ¡Libertad! »

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33: « ¡Jamás! ¡Libertad! »

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33: « ¡Jamás! ¡Libertad! »

Empuje a Jasper en el columpio con poca fuerza, el niño grito y por un momento pensé que saldría volando, pero por suerte se quedó ahí. Pude respirar tranquilo y mire a James quien se encontraba con su chupete en boca. Mire a mi alrededor y recordé a Kyrae, que triste que se haya ido. ¡Soy padre soltero, mi esposa nos abandonó por irse por un café, que horrible vida! Hice un puchero voluntario e intente que los niños no recordaran a su madre la abandonadora de hogares.

—Este café esta delicioso —escuche decir a Ky, quien regresaba feliz.

—¡Ky, regresaste! ¡Estas viva!

Mi esposa frunció el ceño, pero sonrío cuando la abrace. ¡Nuevamente soy un hombre casado, no estoy abandonado! Era una broma que últimamente estaba haciendo porque me aburría. La última vez que lo dije en forma alta, Kyrae casi me pega porque la miraron mal. Es que todo el mundo sabe que está casada conmigo, así que me escucharan decir eso era una novedad y sorpresa.

—Eres un idiota.

—¡No es cierto! Yo soy adorable.

Cuando estuve por darle un besito, Jasper chillo para que lo volviera a empujar y así lo hice. Aunque lo empuje muy fuerte, no salió volando a China así que todo tranquilo, ¡aquí no pasó nada, señores! Regrese mi mirada hacia mi amada esposa, ella estaba consintiendo a James, haciéndolo reír un poco.

—¡Ky, mira, un avión! —grite, señalando el cielo.

Ella alzo la mirada y yo aproveche para tirarle una bola de nieve en su cabeza, haciendo que se despeinara un poco. Cuando giro su rostro, fue suficiente para tuviera miedo y empezara a correr hacia un lugar donde pudiera esconderme.

—¡Vuelve aquí, cobarde!

—¡Jamás! ¡Libertad!

Sentí como tiro una bola de nieve, pero eso no me detuvo, ¡soy libre...! Joder. Mi cara impacto contra la nieve y se metió hasta la nariz. Alce un poco la cara para escupir, pero sentí como una mano se ponía en mi cabeza y me hacía volver a estampar mi cara contra la nieve. Sacudí mis manos hacia los costados, intentando que Kyrae se quitara de mi espalda. Escuchaba como la maldita se reía de lo que me estaba haciendo, ¡ah, pero yo me vengo ahora mismo!

—Eso te pasa por arruinar mi cabello.

No pude responder, pero aproveche el momento que se descuidó riendo a carcajadas y cambie de posición. Ahora era su cara la que estaba contra la nieve, ¡qué se trague nieve, qué se congele! Kyrae intento clavarme las uñas, pero no pudo porque tenía guantes. Pero eso no la detuvo y sentí un puñetazo en mi cara.

—¡Estúpida, mi cara, idiota! —grite.

—¡¿Tú cara?! ¡Mi maquillaje se arruino, imbécil!

—¿Cuál maquillaje? ¡¿Los kilos que te metiste de pintura?!

Kyrae jadeo, tomo un puñado de nieve y lo metió en la boca, haciendo que gritara por ayuda, ¡esto era maltrato familiar! Tuve que quitarla de la forma menos brusca: empujándola con mi pie. Ella chillo molesta, pero ni eso la calmo, ¡regreso y jalo mi bello cabello! Entre escupidas y gritos, logre nuevamente apartarla de mí. ¡Es una agresiva, la voy a denunciar!

—¡Ya, ya, basta, basta! —grito Kyrae.

Nos quedamos callados por unos segundos, hasta que recibí una bola de nieve la cabeza. Me quede quieto, mire a Kyrae y la abrace, ¡y la aplaste! Pero también aproveche para besar sus labios, haciendo que se calmara. ¡Dome a la fiera!

—Te odio —murmuro, cuando deje de besarla.

—Yo también te amo, cariño.

Me levante de la nieve y la ayude a ella, ambos nos sacudimos las ropas y entrelazamos nuestras manos. Salimos del parque riendo como si fuéramos dos adolescentes traviesos, pero la verdad era que nos sentíamos como unos. Amaba a mi Kyrae, ella me hacía tan feliz cada día, estoy bendecido por tenerla a mi lado.

—¡Oigan, olvidaron a sus hijos!

Escuchamos a un señor grita, y solo pude reírme.

—¿Quiénes habrán sido esos padres tan despistados? —me reí.

—Sí, ¿quiénes...? ¡Joder, Justin, los niños!

Y Kyrae salió corriendo, ¿por qué...? ¡Ah, Jasper y James! Y salí corriendo detrás de mi esposa, quienes fue la primera en llegar hacia el área de juegos. Ahí se encontraban los dos, parecían que no notaban que los habíamos abandonado unos minutos... unos largos minutos.

—Nada paso, nada sucedió —murmuro Ky, mientras empujaba la carriola.

—Nadie se nos olvidó, nadie se nos perdió.

Cargue a Jasper en mis hombros y caminamos fuera del parque, esta vez con los niños. El señor que nos había avisado, nos miró de forma divertida y le agradecimos en susurros. Esta sería una buena anécdota para los niños, ¿no? Espero que sí. Tal vez Jasper si lo recordaría, pero James no, solo tiene cuatro meses así que no hay ningún problema.

Entramos a un restaurante para poder calentarnos un poco después de estar en el frío. Nos acomodamos en una mesa cerca de la ventana para ver la calle, y vimos el plato que había hoy. Pero me termine distrayendo con Jasper quien jugaba con sus manitos, así que sonreí para jugar con él.

—¿Dónde están tus ojitos? —le pregunte a Jasper, y este señalo sus ojos—. ¿Dónde está tu boca? —se toco la boca—. ¿Dónde está tu nariz? —y se tocó la nariz.

Pero no se soltó la nariz, así que tuve que quitársela yo antes que le faltara el aire.

—Bebé suicida —murmure.

—¡Mami, leche! —chillo Jasper.

Ky no tardo en sacar de la pañalera la mamadera y me lo paso. Lo agite un poco para que se enfriara, y se lo puse en su boca cuando comprobé que estaba a una buena temperatura. Sí, todavía le seguíamos dando el biberón, pero es que Jasper no quería soltarlo, se negaba a beber de un vaso.

—Jasper, ¿no quieres un vaso?

Negó de inmediato y siguió tomando su leche. Bueno, lo intente, ¿no? Algún día tendrá que dejar esa mamadera. Yo lo deje a los cinco, ¡así que no hay ningún problema por ahora!

—Papi, ¡mira! —grito Jasper.

Gire a verlo y sentí como me tiraba toda la leche encima, por suerte, cerré los ojos de inmediato antes que me entraran como la última vez. Escuche las risas de Kyrae y Jasper, mientras yo tomaba una servilleta para limpiar mi rostro, ¡esta será la sexta vez que sucedía!

—Niño malo —le regañe.

—Papi malo —me contesto.

Solté un suspiro. Este niño era un travieso, ¡y no, yo le había enseñado eso! Todo era culpa de Salem, hacía que mi hijo se volviera contra mí. Ah, pero ese gato me va a escuchar, es una mala influencia para el niño.

 Ah, pero ese gato me va a escuchar, es una mala influencia para el niño

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Relación goals. 💘

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Espero hayan pasado unas bonitas fiestas. Y perdonen la tardanza: ¡todo es culpa de Wattpad! Ha estado mal estos últimos días. ¡Muchas gracias por seguir leyendo! Son las mejoras. 🌹

Proyecto Bebé: Fuera de ControlDonde viven las historias. Descúbrelo ahora