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40: « Ve por ella, campeón »
Justin.
Sonreí con orgullo cuando vi como mi hijo, Jasper, le entrega una flor a la pequeña Missy. Todo un conquistador como como yo. Pero de inmediato mi sonrisa desapareció cuando vi como la niña tomaba la flor y la tiraba al piso, y luego se iba a jugar con los otros niños.
—Papi... —se acercó con un puchero hacía mi—. Ella tido mi foo.
Kyrae tanto como yo nos aguantamos el reírnos al verlo de esa manera. Aunque era un poco triste, le acaban de romper el corazón a nuestro niño.
—Escucha, hijo —me coloco de cuclillas frente a él—. Eres un Bieber, y un Bieber jamás se rinde, ¿entendido? Así que anda donde Missy e insiste nuevamente.
—Exacto, tu padre insistió mucho conmigo y ahora míranos, te tenemos a ti y a tus hermanos...
—En realidad eso fue productor de un cond... —ella tiro un golpe en mi cabeza.
Escuche la risa de Robert cuando nos vio, y le saque el dedo del medio por delante de la cabeza de mi hijo, para que no viera el pequeño. Volví a concentrarme en Jasper y le di nuevamente apoyo.
—Ve por ella, campeón. ¡Tú puedes!
Jasper dudo unos segundos, pero fue a recoger la flor y después corrió tras de Missy. Freya y Evan se disculparon por el comportamiento de su hija, pero lo entendíamos, eran solo niños. A mí también Kyrae me rechazo cuando era una niña... maldita, pero ahora estamos felizmente casados.
—Y pensar que a mi hermanita tal vez la persigan de la misma manera —escuche una voz a mi lado.
—Uhm, hola, ¿ere nuevo en el pueblo? Jamás te he visto por aquí.
El hombre se rió y asintió, mientras estiraba la mano para darnos un apretón.
—Estoy de visita. Y me llamo Frank, Frank Fell.
—Un gusto Frank, soy Justin Bieber —me presente—. Oh, ya sé quién eres, amigo Evan, digo, señor Rhodas, ¿no?
—Exactamente, me invito a la fiesta y vine con mi novia.
—Te presento a mi esposa —me gire hacia Ky—. Ella es Kyr... ¿a dónde se fue?
Busque con la mirada a Kyrae hasta que la encontré con Jasper en sus brazos, el niño lloraba en su hombro, mientras ella intentaba calmarla. Supongo que su segundo intento de conquistar a Missy no funciono.
—El rechazado le dicen... —murmure para mí mismo.
—¿Tienes hijas?
—No, solo niños, exactamente tres niños.
—Entonces cuando tengas una niña entenderás la felicidad que uno tiene cuando rechazan a los chicos. Yo tengo una hermanita menor, es demasiado adorable e inocente, y me siento feliz que no tenga por ahora a ningún chico a su lado.
