38: « ¡No, no te atrev...! »
Le puse su gorrito a Jaden, quien se encontraba babeando su sonajero. Mientras Justin se encontraba jugando con el agua cristalina del mar desde las escaleras de nuestra villa que habíamos alquilado en Bora Bora. El día estaba tan tranquilo, él único que hacía ruido era Jaden. Y aunque extrañaba a mis otros hijos, debo decir que al fin tenía paz en mi vida.
—¿A qué hora llega la niñera? —pregunto por sexta vez Justin.
Le tire una patada a mi esposo en la espalda y este se quejó dramáticamente, ya me estaba casando que repitiera la misma pregunta. Él estaba impaciente por la llegada de la niñera que habíamos contratado para poder tener más tiempo a solas.
Cuando iba a decirle que dejara de quejarse, escuchamos el timbre sonar y Justin salió corriendo a la puerta. El casi arrastro a la niñera a donde me encontraba, me quito a Jaden de brazos y se lo entrego.
—Estos son los números en caso de cualquier emergencia —Justin le entrego una nota.
—Cuidare muy bien a este pequeño.
—Cualquier cosa que ocurra, no dudes en llamarnos —dije algo preocupada.
—¡Aja, pero solo emergencias, muy emergencias! Adiós.
Justin me tomo de la mano y tiro de mí para irnos, cuando pasamos por la sala, tome mi bolso apenas y salimos por la puerta. De verdad mi esposo estaba emocionado —y desesperado— por hacer actividades que no involucren a un niño.
Eso es muy chistoso, porque él es como un niño pequeño.
—¡Somos libres! —grito de felicidad, mientras caminamos por el sendero de madera.
—Eres malo. Pobre, Jaden.
Justin se encogió de hombros y respondió tranquilamente:
—Pero si ya pasamos tiempo con él.
—¿Te refieres al tiempo que casi una ola se lo lleva?
Sí, una ola casi se lleva a Jaden cuando su irresponsable padre lo sentó en la arena, casi me da un infarto cuando vi la escena. Pero Justin lo termino alzando antes que se ahogara, igual el niño se llevó una gran impresión y lloro.
—Ya dije que lo siento —hizo un puchero.
Bese su puchero, y decidí ya no sacar el tema. Igual en un futuro será una buena anécdota para contarle a nuestro pequeño hijo.
Cuando llegamos a la playa, caminamos hacia donde se encontraban los encargados de la villa donde nos estábamos quedando. Les comentamos sobre las actividades que teníamos reservadas, y nos pusieron un guía, y un Jeep para llevarnos.
—Jet ski —nos informó el hombre al revisar la lista.
Justin chillo de felicidad, y yo sonreí al verlo tan emocionado.
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Proyecto Bebé: Fuera de Control
Fanfiction« Esos síntomas no son normales. » © 2017 baexkiss. ➻ Secuela de Proyecto Bebé. #98 en Fanfic » 23 de Enero, 2018. #142 en Fanfic » 06 de Enero, 2018.