Proyecto Bebé: Fuera de Control

Epílogo

E P Í L O G O

Jasper se inclinó sobre su hermana y tomo su manito. Jaskia tenía oficialmente tenía cinco meses de vida, había sobrevivido a nuestra ruidosa familia y a sus hermanos mayores. Era una preciosa muñeca a la cual amaba vestir siempre con bonitos vestidos y lazos en su cabeza.

—¡Mira, cariño, ahí viene Liam!

Justin apenas escucho eso, vino corriendo y tomo a Jaskia en sus brazos.

—Robert, dile a tu hijo que no se acerque a mi hermosa hija.

No pude evitar reírme. Nuestro amigo frunció el ceño.

—Dile a tu hija que no se acerque a mi guapo hijo.

Jasper tanto como yo fruncimos el ceño y los ignoramos de inmediato. Mi hijo se fue a jugar con sus hermanos, Missy, Ellie y Fred —el segundo hijo de Freya—, mientras nosotros estábamos acomodando la mesa para comer. Hoy había barbacoa familiar.

—Inmaduros —tosió Emily.

—Algún día lo superaran... yo ya supere que Ellie se quiera casar con James...

—Evan ya supero que Missy se quiera casar con Jasper —dijo Freya.

Justin tanto como Robert siguieron hablando, discutiendo sobre que no habría una boda en años. Frote mi frente y coloque más platos en las mesas. De ratos me reía con sus explicaciones tontas que se daban, pero me concentré en servir la comida.

—¡Comida lista! —avise—. Venga, vamos a comer y luego siguen discutiendo.

Ambos hombres peleones asintieron y se sentaron en la mesa, dándose miradas malvadas, pero luego se terminaron riendo... son raros. Me senté al lado de mi esposo y bese la mejilla de Jaskia.

—Quiero dar un brindis —comenzó de pronto Robert, alzando su jugo de naranja—. Por este hermoso día... y porque la casa de Justin, y Ky ha sobrevivo todavía... digo, pensaba que iban a incendiarlo en los primeros cinco años, pero veo que no. ¡Como sea! Un brindis por esa bonita tarde de primavera... ¡y porque Jaskia se casara con Liam!

—¡Qué no! —le contradijo celosamente mi Jay.

—¡Salud! —me apresure a decir antes que discutieran más.

Todos repitieron la misma palabra, y empezamos a comer, mientras escuchábamos a los niños reírse, correr de un lado para el otro.

Sentí algo en mis piernas y mire a Salem quien me miraba, suplicándome que le invitara un poco de carne y así lo hice... mientras Justin no se diera cuenta. Él jamás lo superaría, decía que yo mimaba más al gato que a él. Además, Jaskia amaba al gato tanto como todos —y Justin aunque no lo quiera admitir.

—Podemos dividir los pagos de la boda —le molesto Robert a mi esposo—. Yo pago la boda... y tú la luna de miel.

—¿Por qué quieres morir tan joven? Estoy por traer el auto para atropellarte.

—Kyrae, tu esposo es un homicida.

—Lo sé... —me encogí de hombros.

Justin le saco la lengua a uno de sus mejores amigos y se metió un pedazo de carne en la boca, pero se le cayó encima de la cabeza de Jaskia.

—Rayos —intento no reírse y le quito la carne de la cabeza para comérsela—. Listo.

Solo le pase un pañuelo húmedo para que le limpiara la cabeza a la niña. No era la primera vez que sucedía, antes se le había caído salsa de tomate en su cabeza, y la mejor manera de quitarla fue usándola como plato, y comer de ahí con sus papas fritas.

—Mami, ¿me haces un avión de papel? Por favor —pregunto James, trayendo una hoja.

Asentí e hice lo que me pidió. Se lo entregue y se fue corriendo feliz.

Cinco minutos después, escuche un chillido y vi a Jaden venir corriendo hacia mí, mientras cubría uno de sus ojos... rayos. Salí de la mesa y me acerque a revisar a mi hijo.

—Mami, el avión me pico en el ojo.

—A ver, bebé, abre el ojo.

Abrió el ojo izquierdo lentamente y lo vi rojo, pero nada que le afectara. Igual decidí ponerle un parche de pirata para que se divirtiera un poco.

—Listo, bebé, luces geni... ¡¿qué fue eso?!

Escuchamos como se cayeron un montón de cosas por la cerca delantera del jardín. De inmediato me levante y camine hacia la pequeña puerta que abría hacia la parte delantera, donde se encontraban los auto, y pude ver los botes de basura tirados... y el auto de mi padre.

—¡Voy a matarte! —escuche decir a mi madre, mientras se bajaba del auto.

—¡No fue mi intención, te amo!

Mi padre pasó corriendo por mi lado y entro al jardín.

Mamá también lo siguió, mientras me daba un saludo rápido. Y luego de eso, Andrew bajo riéndose del auto. Lo sé, tenemos padres desastrosos e inmaduros... aunque mi padre es más inmaduro.

—Papá se distrajo al ver el nuevo color que tiene tu casa, hermana.

Lo abrace y este a mí. Era increíble que Andrew ya tuviera catorce años, había crecido hasta el punto de pasar mi estatura, pero seguía siendo un bebé, mi pequeño hermanito menor.

—¡Péguele duro, señora Amanda! —escuche como le animo Justin.

Entramos al jardín y vi como los niños se reían a carcajadas, al igual que mi esposo y amigos al ver la escena de mis padres. Solo me quedo otra que suspire y dibujar una pequeña sonrisa divertida. Rayos, esto era todo un desastre. Esta era mi revoltosa, pero muy divertida familia. Y los amaba mucho. Como dije anteriormente: no los cambiaría por nada.

¿Vida tranquila? Para nosotros no existe esas palabras. No podemos ser una familia normal y eso es lo mejor. Todavía nos faltaban miles de aventuras, estaba preparada para cualquier sorpresa del futuro porque: todo es mejor cuando dejas que la felicidad y diversión entren en tu vida.