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29: « Ya fuiste, Jasper»
4 meses después.
Camine por la habitación de un lado para otro, estaba nerviosa. Jasper se encontraba jugando en la cama con sus cubos de colores y balbuceaba sin sentido. Pegue un pequeño salto cuando la alarma de diez minutos sonó. Me senté en la cama, y toda la atención del bebé fue hacía mí.
—¿Sabes? Creo que voy a volverme loca —le hable a mi hijo—. Lo sé, eres pequeño, seguro ni me entiendes lo que digo, pero estoy por enloquecer.
Jasper hizo un ruidito y asentí, fingiendo que me entendía.
—¡Tienes razón! Iré a verlo ahora mismo, pero tú me acompañas.
Lo cargue en un brazo, y camine hacia el baño, me acerque hacia el lavado de manos y mire los resultados. Pegue un pequeño grito, Jasper me miro confundido y tiro de mi cabello, haciendo que me quejara, pero también que reaccionara.
¡Las cinco pruebas de embarazo daban positivo!
Oh Dios mío, seré mamá por segunda vez. Me voy a morir, ¡otro remolino se viene a la familia! Rayos, sabía que debía usar las pastillas, pero es que soy una olvidadiza, ¡joder! Mordí mi pulgar, mientras salía del baño y bajaba las escaleras. Deje a Jasper en el suelo y él de inmediato empezó a jugar con su auto de carreras.
—Ya fuiste, Jasper, dejaste de ser hijo único.
El niño alzo su cabeza cuando mencione su nombre e hizo un gesto con sus cejas. Simplemente le sonreí y me encogí de hombros. Esperaba en verdad que sea una niña, son más tranquilas. Porque Jasper a veces es un terremoto, ¡y no se diga de Justin! Su padre es quien lo anima a la destrucción.
—¡Kyrae, tu gato feo me está mirando! —escuche gritar a Justin en la entrada.
Mi esposo entro con un puchero en los labios, el gato salió corriendo hacia su rascador y se ocultó ahí. Me levante del sofá y bese sus labios de manera dulce. Justin pasó sus brazos por mi cintura, acercándome a él y después fue a saludar a Jasper quien chillo de felicidad al verlo.
—Hey, niñito, ¿cómo estás? Espero te hayas portado bien.
—En realidad tiro su plato de papilla, y después le jalo la cola al gato.
—Ohhh, choca ese puñito por molestar la gato —tomo su manito y chocaron puñitos.
Se levantó de su lugar y sonrió como niño en dulcería. Eso estaba raro, sentía que algo había pasado.
—Mi amor....
—¿Qué hiciste, Bieber? —lo interrumpí.
De inmediato, coloco una mano en su pecho y abrió su boca, expresando su indignación. Ay, que exagerado es. Tuve que aguantar el rodar mis ojos.
