Marck le había contado la historia a sus únicas amigas y confidentes, aunque había omitido ciertas partes, como el hecho de que había abrazado y llorado frente a Noah.
La semana había pasado rápidamente y el fin de semana se hizo presente, Marck había desidido pasar su fin de semana en casa (su papá iba a tener un viaje de negocios por unos dias), nada de fiestas ni problemas.
Especialmente ese fin de semana, que había hecho toda la tarea (incluso la de Noah), después de todo, era un buen estudiante. Le gustaba estudiar, lo distraía de su día a día y Marck soñaba con ir a la universidad de Neshville, una de las mejores universidades del país, pero eso era otra historia.
Marck había visto algo de televisión y limpió la casa (la cual era un chiquero), estaba feliz de tener la casa para el y no tener que encerrarse en su habitación. Pero aún así, no podía evitar sentirse algo solo.
Estaba en el sofá observando la sala donde alguna vez pasó buenos y hermosos momentos con su hermana y...su madre.
Interrumpiendo sus pensamientos, suena su celular.
—¿Hola?—era un número desconocido, por lo que se extrañó.
—Hola Marck, soy Noah.
—¿Como tienes mi número?
—Tengo contactos—dijo con suficiencia y una sonora carcajada al imaginarse la expresión que Marck llevaba en su rostro.
—¿Que quieres?
—¿Recuerdas que dije que me ibas a tener que hacer favores de vez en cuando?
—Si ¿Que me vas a pedir ahora?—el fastidio se notaba en su voz, se había olvidado de eso.
—Hoy tenía una cita con una chica en el cine, pero quedamos a una hora y no ha llegado...
—Te dejó plantado, Noah; acéptalo como cualquier pendejo sin novia y que vivirá solo el resto de tu vida, listo, resolví tu problema, bye.
—Ni siquiera me dejaste terminar, solo quería que vinieras y me compraras comida, tengo hambre.
—¿Y yo que obtengo a cambio de alimentarte en tu soledad?
—La otra entrada que sobró.
Marck tenía tiempo sin ir al cine y ya no tenía nada que hacer en la casa, por lo que la oferta era tentadora.
—¿En cual cine te encuentras?—Noah sonrió de oreja a oreja al escuchar a Marck aceptar, estaba feliz de que Marck accedió y que iba a comer, especialmente la primera.
—En el del centro comercial.
—Agradece que no tengo nada que hacer, llego en 20.
—Aqui te espero, chica bonita—Marck cada vez que escuchaba ese apodo, no podía evitar sonrojarse o que su corazón diera un vuelco.
—¡Cállate homúnculo!—Antes de cortar, se escuchó la carcajada de Noah.
Fecha de public: 01/01/18
Fecha de edición: 09/06/18
Hola, soy yo de nuevo
Lamento tardar en actualizar, pero aquí tiene su capitulo
PD:Los capítulos de ahora en adelante, estarán narrados en tercera persona
ESTÁS LEYENDO
Él es Hermosa
Подростковая литератураMark Cowell es un chico talentoso, estudioso y que amaba el boxeo, bueno, asi lo veían todos. Pero lo que nadie sabía, es que Mark, un chico con un fuerte temperamento, tenía una vida problemática y dolorosa, y el hecho de que pasaba algunos de sus...