—Marck ¿Recuerdas donde dejé mis guantes?—preguntó Noah mientras revolvía las cosas en su casillero.
—Deberías ser más organizado, agradece que salimos de clase más temprano ya que la profesora Beck y el profesor Iván enfermaron.
—Lo sé, lo sé—Contestó Noah frustrado al no encontrar sus guantes de boxeo—¡Creo que ya sé donde están! Debí olvidarlos en casa.
(. . .)
—¡Eres un desastre! ¡A los perros grandes no se les grita!—exclamó Marck jadeante y con la voz entrecortada por correr dos cuadras.
—¡Entré en pánico!—exclamó y soltó un suspiro—Entremos—sacó sus llaves.
Marck rió más calmado de solo ver lo desordenado que era Noah, como le asustaban los perros y sin mencionar su friki llavero.
—¿De que te ríes? ¡Eres muy cruel!—entraron a la casa, la cual estaba inundada con un delicioso olor a pollo frito, Noah abrió los ojos de sobremanera ante eso y corrió a la cocina, donde se encontraba su mamá, comiéndose el pollo que Noah compró para cenar esa misma noche —¡Mamá! ¿Que haces comiéndote mi pollo?
—Noah, creí que llegarías más tarde ¿Por que llegaste tan temprano?
—Eso no es lo importante ahora...¡Deja de comer pollo!
—¡Yo te dí la vida! ¡20 horas de parto no se comparan a un pollo! Responde la pregunta, Noah Wilson—la demanda de la mujer hubiera sonado amenazante de no ser por que le dió otra mordida al gordo muslo del ave; por que algo que tenían en común los Wilson era su amor por la comida.
Marck no pudo evitar reír a causa de la graciosa pelea que tenían los familiares, inmediatamente tapó su boca y se puso rojo hasta las orejas de la vergüenza (Acto que le encantaba a Noah).
—Dime Noah ¿No me presentarás a tu novio?—preguntó la mujer mientras se limpiaba con una servilleta, Marck no creyó sentirse más avergonzado así que cubrió su rostro para que no notarán lo sonrojado que se encontraba. Noah se contuvo de acurrucar a Marck de lo tierno que se comportaba.
—A veces me asustas mamá, empezaré a sospechar que me acosas. En fin, el es Marck: mi novio, del que te hablé—Marck sonrió inconscientemente de solo pensar que Noah le había hablado de el.
—Es un gusto conocerte al fin, Marck—dijo la mujer, ofreciéndole una gran y enorme sonrisa, tal vez Noah se parezca a su tía en personalidad, pero su sonrisa era igual de cálida que la de su mamá; aún un poco colorado, Marck le devolvió el gesto.
—El placer es mío, señora Wilson.
—Y díganme ¿A que se debe este bello encuentro? No creo que esto haya sido a propósito—Noah recordó el propósito de su llegada y se fue directo a su habitación.
—Es que olvidó algo en casa—explicó Marck.
—Me lo imaginaba, es muy torpe, pero es buen chico.
—Créame que lo sé, suelen pasarle muchas cosas, incluso tuvimos que venir corriendo ya que nos perseguía un perro.
—Noah y su mala suerte con los perros, que no te sorprenda, cuando era niño solo llegó a tener una tortuga llamada Juanita ya que le tenía miedo a los perros.
—Se puede decir que es un chico muy...peculiar.
—Y muy especial también, espero que lo cuides mucho Marck; eres muy especial para ese idiota y no soportaría verlo sufrir.
Para Marck era muy bonito ver el estrecho lazo que había entre Noah y su madre, el también recordaba la protección de su madre, era muy cálida esa emoción.
—No se preocupe, lo menos que haría sería lastimarlo, de hecho, el que me cuida mucho es él, debería estar agradecido—La mujer sonrió al ver que su hijo consiguió a alguien que lo de verdad lo quería.
Se escucharon pasos bajando por las escaleras.
—¿Mamá? ¿Sabes donde están mis guantes negros?—Marck frunció el ceño ante eso.
—¿Y los rojos que siempre usas?—preguntó ella.
—Están sucios, usaré el par negros con la cinta blanca.
—Espera—interrumpió Mark—¿Negros con una cinta blanca? ¡Esos son los que me prestaste la semana pasada!
—Ah...lo olvidaba.
—Vamos, esos están en mi casa—los chicos se despidieron de la mujer y empezaron a dirigirse a la casa del pálido.
Y ahí estaba de nuevo, ese extraño y mal presentimiento alojado en su pecho.
Fecha de public: 02/07/18
Fecha de edición: -
Como cuando haces un personaje tan despistado y desordenado como tu :'v
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Él es Hermosa
Fiksi RemajaMark Cowell es un chico talentoso, estudioso y que amaba el boxeo, bueno, asi lo veían todos. Pero lo que nadie sabía, es que Mark, un chico con un fuerte temperamento, tenía una vida problemática y dolorosa, y el hecho de que pasaba algunos de sus...