Capítulo 16: Borracho otra vez.

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Los chicos conversaban sin parar y los vasos de alcohol pasaban por sus gargantas de igual manera, había tomado bastante sin darse cuenta.

Marck tenía una buena resistencia al alcohol, pero aún así ya se empezaba a sentir algo mareado y su temperatura poco a poco empezaba a subir, eso era suficiente por una noche, dirigió su vista a Noah, quién jugaba con el vaso vacío muy somnoliento y mareado.

—Creo que hemos bebido suficiente por hoy—le dijo Marck a Noah.

Noah miró embobado a Marck, espabiló un poco más, apuntó a Marck y sonrió.

—¡Chica bonita! ¿Dónde has estado? Estaba bebiendo con Marck, deberías conocerlo, es un chico muy lindo.

Marck sentía su rostro calentarse y no necesariamente por la bebida. El se levantó de su puesto y tomó la muñeca de Noah, levantándolo también.

—¿A dónde vamos? No quiero ir—dijo Noah, quejándose como un niño pequeño.

—Nos vamos, eres más sensible al alcohol de lo que creí.

Iban a mitad de la pista de baile cuando Marck sintió un intenso jalón de parte de Noah, haciendo que quedaran muy cerca el uno del otro.

—Pero yo quiero bailar—Noah lo dijo con tono suplicante y haciendo un puchero.

Marck nunca había visto esa fase de Noah, sentía que cada día lo conocía un poco más y si se lo pedía de esa manera, Marck no podía negarse.

—Está bien, pero solo un rato—Noah sonrió contento y empezó a moverse al ritmo de la música, aunque de manera bastante descoordinada, cosa que hizo reír a Marck. Este se empezó a mover de la misma manera, para que no solo uno, si no que los dos pasarán la misma vergüenza.

La incontable variedad de música hacía que bailaran de diferentes maneras, incluso bailaron muy pegados uno del otro, aunque no les importó, solo se dejaban llevar mientras el alcohol contribuía.

Si ellos lo disfrutaban ¿Cuál era el problema? ¿Por qué tendría que importarles lo que pensaran los demás? Después de bailar unas cuantas canciones, decidieron volver a casa, ya era bastante tarde.

Caminaban por las solitarias calles de la ciudad, bueno en realidad, Marck prácticamente cargaba a Noah debido a que este se le dificultaba estar 100% de pie.

Rápidamente llegaron a la casa del más alto, la cual estaba sin una luz encendida.

—¿Está tu madre en casa?

—Mamá...estar...de guardia...hospital—decía Noah más dormido que despierto.

Rápidamente, Marck recordó que la madre de Noah era doctora, por lo que no se la pasaba las noches entre semana en su casa.

—¿Tienes las llaves de tu casa?—Noah como pudo, sacó las llaves de su bolsillo y se las dio a Marck.

Marck no pudo evitar reírse ya que entre las llaves de Noah había un llavero de pikachu vestido de dinosaurio ¿Dónde conseguía esas cosas?

Lo ignoró y entraron a la casa, Marck le preguntó que donde quedaba su habitación; este, prácticamente dormido, le susurró: "Arriba". Marck vió las escaleras que dirigían al segundo piso.

"Maldito alcohol, malditas escaleras, maldito Noah! ¡Malditos todos!".

Gritaba y maldecía Marck mientras cargaba (arrastraba) a Noah por las escaleras, las cuales parecían eternas para el, hasta que por fin llegaron a la habitación.

El castaño tumbó al contrario con cansancio a la cama, esa cosa parecía un pesado animal, o así veía Marck al borracho dormido boca abajo; la verdad, le hizo gracia la situación, era muy parecida a cuando se conocieron.

(...)

Noah abrió los ojos con pesadez debido a la luz que entraba por su ventana, pero su vista se vió obstruida por una pequeña nota en su frente.

"¡Pesas mucho, idiota! Te tuve que cargar todo el camino, pero aún así...me divertí mucho, si tienes ganas de vomitar, dejé un balde al lado de tu cama y como tu mamá no estaba, dejé algo de sopa para la resaca en tu microondas ¡Nos vemos el lunes!".

Noah se sonrojó a morir, y su corazón se aceleró de sobremanera debido a la vergüenza de que Marck lo haya visto borracho (otra vez) y por que este mismo se preocupó mucho por el, cosa que le enterneció y le gustó tal vez un poco.


Fecha de public: 12/01/18

Fecha de edición: 09/06/18


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