Él es Hermosa

Especial: La primera vez

Nota: Si este tipo de escenas no son de tu agrado puedes saltártela sin problemas y evitar comentarios ofensivos, este capítulo no influye mucho en la verdadera trama de la historia. <3

Los labios de Noah se plantaron por todo su rostro, dejando besos fugaces en su frente, la punta de su nariz y en sus labios a la par que su temblorosa mano acariciaba la etérea piel del pálido. Marck rodeó el cuello de su novio con sus delgados brazos, haciendo que él espacio entre sus pechos fueran nulo, sintieron fácilmente el desenfrenado latir del otro.

—Antes de seguir ¿Estás seguro de esto?— Noah no era virgen, el ya había tenido relaciones con algunas chicas con las que no sintió ni pizca de amor, pasión o deseo; pero ahora estaba con Marck, quería que los dos estuvieran seguros, quería que fuera especial, sentía los nervios a flor de piel.

—Estoy seguro, hazlo— Noah se acomodó entre las piernas de Marck y empezó a besar sus rojizos labios con lentitud, sus belfos fueron bajando hasta la pálida barbilla y terminaron en su cuello, al sentir como besaban suavemente su piel Marck se estremeció.

Sin contar que las largas y delgadas manos del más alto se adentraron por debajo de su camisa, provocando que esta se levantara levemente y dejara a la vista su blanquecida piel.

Noah terminó de retirar la holgada camisa, Marck enrojeció al sentir la mirada de su novio sobre si, este sonrió y volvió a su labor de llenar de besos la traslúcida piel hasta llegar a su pecho, donde besó y relamió los cafés botones, provocando que un gemido se escapara de los hinchados labios del castaño, y Noah no pudo evitar pensar que no había sonido mejor que ese.

Sus besos siguieron bajando hasta su levemente marcado abdomen mientras sus manos retiraban el pantalón, el cual terminó en alguna parte de la habitación; antes de retirar la última prenda, Marck tomó a Noah por la nuca y lo atrajo hacia él, uniéndolos en un suave beso de nuevo.

—Hagamoslo con calma, no estés nervioso—  susurró el más bajo sobre sus labios, Noah suspiró con más calma y acarició lentamente los muslos del contrario mientras este retiraba su camisa.

Las suaves caricias y los apasionados besos continuaron, provocando que la temperatura de los chicos subiera, Noah se quitó su pantalón haciendo que los dos quedaran únicamente en ropa interior, el más alto quitó esta prenda del grácil cuerpo de su novio, este enrojeció hasta las orejas al sentirse completamente expuesto ante Noah, quién veía todo su cuerpo junto a sus múltiples cicatrices.

—No me mires así por favor— le dijo Marck muy avergonzado.

—Lo siento, es que eres hermoso— el castaño se sorprendió ante lo dicho, Noah se inclinó y besó cada una de la cicatrices del chico debajo suyo, haciendo sentir a este avergonzado pero realmente amado.

—Noah...— lo llamó este en un susurro— ¿Tienes... lubricante, de casualidad?— preguntó rojo de la vergüenza, Noah reprimió una risa y asintió, salió de la habitación y regresó con un pequeño envase.

Con suavidad, abrió las carnosas piernas del pálido, quién las cerró al instante por mero reflejo, Noah rió por la timidez de Marck, quién no podía estar más rojo; repitió el acto, pero esta vez Marck se dejó hacer un poco más calmado.

Unos segundos después, sintió como uno de los largos dedos de Noah cubierto de aquel frío gel se adentraba en el, ocasionándole un tanto de incomodidad, un poco de dolor y un fuerte espasmo en su cuerpo.

Se acostumbró con el paso de unos segundos y sintió como un segundo dedo se hacía paso en su entrada haciendo de su respiración irregular y que soltara leves jadeos, especialmente cuando estos se movían en su interior. Y al final el tercer dedo, provocando que a Marck se le escaparan unos cuantos gemidos al ser tocado de esa manera por primera vez, abriéndole paso a esas experiencias nuevas y placenteras.