Epílogo

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—¿Noah?—preguntó Marck sin creerlo, el chico se talló los ojos adormilados, cuando vió al chico, la sonrisa de este se hizo presente.

—Sorpresa—musitó este, aún con cansancio por el largo viaje y a Marck con muchas preguntas, estaba demasiado sorprendido.

—¿Que haces aquí? ¿Por que me ignoraste por 15 días? ¿Por que no llegaste a la parada autobús? ¿Y por que—Marck intentó hacer todas las preguntas posibles en el menor tiempo posible para procurar hacerlas todas, pero fue interrumpido por la larga mano de Noah sobre su boca.

—Déjame responder una pregunta a la vez ¿Está bien?—el rubio asintió y la mano en sus labios se fue apartando.

—¿Que haces aquí?

—Ahora estudio aquí, me inscribí para una de las becas, hice la prueba y ahora, estoy aquí—dijo con su usual despreocupación y como si fuera lo más fácil del mundo.

—¿Como es eso posible? No te vi estudiando en ningún momento.

—Y he ahí mi falta de 15 días, me aprendí el contenido de la prueba en 12 días, la hice y pocos días después, recibí la carta de aceptación.

—No seas mentiroso, yo tardé 1 mes en estudiar para esa prueba ¿Y tu tardas 12 días?

—Por algo me golpeaste con una espátula por ser un "maldito genio", también pudo influir mi prueba de CI, con mi resultado de 145— a Marck casi se le cae la mandíbula ante lo dicho, pero reaccionó después hablarían más seriamente de eso.

—¿Y la parada de autobús? Prometiste que te despedirías de mi.

—Dormí solo 50 horas a lo largo de estos 15 días, me quedé dormido todo el día y no pude llegar, lo siento por eso— dijo Noah algo avergonzado, aún después de la explicación, Marck tenía una duda.

—Y... ¿por que hiciste todo esto?—Noah desvió su oscura mirada.

—Yo no estoy listo para alejarme de ti, por lo menos no de esta manera, aún soy muy dependiente de ti como para que en solo unos días todo cambie tan drásticamente—Marck sonrió, desbordando felicidad y ternura—Y con beca, en esta universidad prácticamente todo es gratis, y no hay nada mejor que eso.

—¿Por que siempre arruinas así los momentos?

—Así me quieres—sonrió este con burla.

—No me queda de otra—dijo de la misma manera.

—Me hieres—Noah puso una mano en su pecho haciéndose el ofendido—Oye, cambiando el tema, ya que aún no han empezado las clases, salgamos un rato a ver la ciudad ¿Quieres?, he dormido todo el día y quiero caminar un poco.

—Claro, por que no

—Pero con una condición...

(. . .)

—Gracias por prestarme una de tus pelucas, Ysabel—musitó Marck mientras se acomodaba la falda blanca; suspiró lentamente, tenía un tiempo sin travestirse, debía admitir que había extrañado ese hábito, se sentía... cómodo, ojalá lo pudiera hacer más seguido.

—Es un placer, Marck; que pases linda noche.

El rubio salió de la casa de la fraternidad a la que pertenecían Rose, Maily e Ysabel, mismas que le prestaron la peluca y lo ayudaron a maquillarse, el castaño ya se encontraba en la entrada de la universidad junto al alto joven que era su novio y compañero de habitación.

—¿Nos vamos, hermosa señorita?

—¿Donde quedó el "chica bonita"?—preguntó por el usual apodo por el que Noah lo llamaba.

Él es HermosaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora