Noah y Eliza estaban afuera de la dichosa casa.
—Debes entrar y salir lo más rápido posible, el solo dura 40 minutos afuera de la casa, cuando lo saques, lo llevaremos al hospital y empezaré el papeleo para terminar con esto de una vez por todas y mandar a ese desgraciado a la cárcel ¿Esta bien?— Dicho en palabras sonaba muy simple, pero Eliza sabía muy bien que esto era muy importante y más complejo, tal vez incluso ilegal—Recuerda, cuando esto pase, serás testigo de todo lo que has visto, me sería de mucha ayuda.
—Está bien, tu te quedas aquí y yo voy.
—Sigo pensando que debería ir contigo.
—No, debes quedarte y vigilar que no llegue él, si no salgo en 30 minutos, llama a la policía—la mujer asintió con nerviosismo y se escondieron inmediatamente al escuchar como el dueño de la casa salía y se montaba en su auto para irse a quién sabe donde.
El chico aprovechó y se fue corriendo a la puerta trasera con unas tenazas en la mano derecha, que Elizabeth le había dado por si acaso. Metió la llave en la cerradura y abrió tal como ella dijo.
Al adentrarse a la casa, no perdió el tiempo y buscó en todas las habitaciones de la casa mientras gritaba desesperadamente el nombre del pálido, el desosiega de no encontrar nada hacía que su corazón se alterara y que sus ojos se cristalizaran.
Mientras que en el oscuro sótano, Marck escuchó leve y lejanamente los gritos de Noah. Con todo el dolor del mundo, se arrastraba tortuosamente por el piso, en busca de esa brillante voz que lo buscaba, pero inmediatamente la cadena que rodeaba perfectamente su tobillo lo detuvo; el pálido se desesperaba mientras jalaba su pierna para liberarse pero los débiles jaloneos solo hacían que su piel se lastimara debido al constante roce entre el metal y la piel.
Marck con pocas fuerzas empezó a llorar por estar atado a lo que parecía una vida llena de sufrimiento, y solo estar encadenado, teniendo tan cerca la libertad.
Pero aún así, el jalaba y jalaba, y jalaba aún más fuerte mientras que sus lágrimas y sollozos no paraban ni por un segundo. Tomó una vara de metal que se encontraba cerca y empezó a golpear la cadena mientras la tironeaba, sabía que no la iba a romper, pero las ganas de escapar junto a la droga lo impulsaban a hacerlo. Y es que aún si droga, ¿Alguien desesperado no hacía cualquier cosa para no sentir que no hacía nada por conseguir su objetivo?
Los tintineos de la cadena y los golpes alertaron al chico que se encontraba en la planta baja buscando algún rastro, se apuró a seguir el sonido hasta una pila de cosas que cubrían un extremo de pared, sin pensarlo más, tiró al piso todas las cosas, encontrándose con una puerta retenida por un candado; con las tenazas picó como pudo y con bastante esfuerzo el candado, logrando que la puerta quedara a su disposición.
Pero antes de abrirla, los tintineos y los golpes se detuvieron y eso lo preocupó, entró y prendió la tenue luz, vio una figura tirada en el piso. Corrió hacia ella, viendo que claramente era Marck, quién respiraba jadeante y cansado.
Noah rompió en llanto y se tiró al piso a abrazar al cadavérico cuerpo de Marck, quién no podía creer que fuera Noah, creía que era otra alucinación producida por la droga.
—¿Eres...real?—preguntó Marck en susurro mientras limpiaba las lágrimas de Noah con mucha torpeza con sus temblorosas manos, sintió como sus propias lágrimas volvían a salir, deseaba tanto que aquello fuese real. Noah tomó la fría mano, la puso en su mejilla y sonrió.
—Soy yo, Marck y te sacaré de aquí—Este asintió y siguió llorando, pero de felicidad al saber que aquello era real; Noah al verlo, besó su frente con ternura y se separó para tomar las tenazas, pero cuando estuvo a punto de cortarlas, su celular sonó, el lo revisó, notando que la llamada era de Elizabeth. . .
Fecha de public: 06/07/18
Fecha de edición: -
Dos caps en un dia, volvemos con el #Productividad100%RealNoFeik
Perdón por ser tan corta nota, pero los capitulos que vienen iban a ser bastante largos y decidí cortarlos a la mitad.
Espero disfruten este capitulo también <3 PD: Quedan 9 capítulos más el epílogo y terminamos D':
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Él es Hermosa
Подростковая литератураMark Cowell es un chico talentoso, estudioso y que amaba el boxeo, bueno, asi lo veían todos. Pero lo que nadie sabía, es que Mark, un chico con un fuerte temperamento, tenía una vida problemática y dolorosa, y el hecho de que pasaba algunos de sus...