Capítulo 25: En la enfermería

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La enfermera le dio un golpe en la nuca a su sobrino.

—Pendejo, hace no mucho que despertó y ya lo vas a noquear, mañana voy a inscribir a tu prima en este colegio, pero ¿Cómo la voy a dejar a tu cuidado si andas lanzando panes de melón por los aires?

—Ya, pero no hace falta la violencia— dijo y se acercó al chico que ignoraba la conversación de los dos familiares por revisar la bolsa de comida que anteriormente lanzaron a su rostro.

Tomó lo primero que encontró y empezó a comer, lo cual era un pan con sabor a piña, el mismo que Noah había comprado para el mismo (ya que era su sabor favorito) pero al ver que Marck disfrutaba la comida con alegría, no dijo nada al respecto.

Cosa que sorprendió a su tía, ya que Noah odiaba con su ser compartir su comida, especialmente si era un pan de piña, pero el chico solo se sentó al lado de la cama del pálido a mirarlo comer con una sonrisa en el rostro.

No lo pudo evitar y tomó una foto sin que se dieran cuenta, después extorsionaría a su sobrino con aquella foto.

—Dame un lado— dijo Noah y Marck se hizo a un lado en la cama, para que consecuentemente Noah se sentara a su lado con su característica sonrisa enorme, esa que le encantaba a Marck.

—¿Te sientes mejor?

—Me siento mejor después de comer un poco.

—No vuelvas a tomar medicamentos sin comer ¿Entendido?— le reprendió Noah.

—Si me compras comida lo volveré a hacer con gusto— Bromeó Marck solo para molestar al contrario.

—Haces esa mierda y te daré una golpiza que te dejará viendo teletubies— Marck no podía evitar carcajearse cuando estaba cerca de Noah.

—¿En serio estabas tan preocupado por mi?

Noah calló unos segundos, le avergonzaba aceptarlo.

—¿Y que si lo hice? ¿Hay algún problema con ello?— Marck negó con un tenue sonrojo y una sonrisa, cosa que alivió a Noah, ya que este volvía a tener su brillante sonrisa y nuevamente color en sus mejillas.

—Tengo sueño— musitó Marck adormilado, Noah se fue a levantar para que Marck descansara, pero este lo detuvo — No, quédate.

A Noah se le revolvió hasta el alma al sentir la suave mano de Marck sobre la suya para detenerlo, sin pensarlo más, se volvió a sentar. Marck dejó caer su cabeza sobre el hombro de Noah, y aunque la posición era algo incomoda debido a que ellos eran casi de la misma altura, a Marck no se le dificultó dormir.

Noah sonreía con un leve sonrojo al ver sus manos seguían unidas, sonrojo que aumentó al notar a su tía tomarle una foto con su celular, aunque esta ya era la décimo quinta.

Fecha de public.: 16/02/18

Fecha de edición.: -

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