La sensación de estar nadando nuevamente, lo llenaba por completo. Era una de sus cosas preferidas en el mundo, se sentía completamente libre y relajado. Cuando se sumergía, ninguna preocupación importaba, y los problemas no existían.
Cuando logró nadar los metros en un tiempo record, se sentó al borde de la piscina y sonrió arrogantemente.
Había pasado toda la semana, cada día de esta, nadando para mejorar aún más. Ni siquiera había salido con sus amigos ni con Nate; para él, solo le importaba ganar el torneo. Y tan solo faltaba un día, así que necesitaba estar lo más concentrado posible.
Luego de intercambiar unas pocas palabras con su entrenador, se dirigió a las duchas. Estas estaban vacías, aunque no es que le importara si veían su cuerpo desnudo, es más se sentiría orgulloso.
Minutos más tarde, mientras comenzaba a vestirse apareció Reece, e instintivamente Dominik rodó los ojos.
- ¿Terminas de entrenar?- Dominik asintió sin verlo- Justo cuando yo vengo a hacer lo mismo...
- Interesante.
Murmuró mientras se abrochaba el pantalón, pero sus manos fueron cubiertas por el otro. Al levantar su mirada, se encontró con la de Reece y sus labios se acercaban lentamente a él. Enseguida giró su cabeza para que el beso llegue a su mejilla, y escuchó el resoplido de Reece.
- ¿No entiendes que somos solo amigos?- Dijo Dominik, con irritación en su voz.
- ¿Y tú no entiendes que no quiero ser solo tu amigo?
- Entonces no serás nada- Contestó con una sonrisa y encogiéndose de hombros- Además, tengo novio.
Reece solo rodó los ojos y salió hecho una furia del vestuario.
En serio, Dominik ya estaba harto de Reece. O sea, no de él precisamente, porque Reece podía ser un buen amigo; pero estaba cansado de que, cada vez que lo veía, intentara algo. Dominik entendía que era irresistible, pero ahora tenía novio. Además, como siempre dijo, no le gustaba repetir con la misma persona. Y con Reece, ya había estado dos veces, pero ya no más.
Antes de que pudiera colocarse la camiseta, entró quien menos se esperaba.
- Todos me decían que tenías un buen cuerpo, pero nunca me imaginé que estuvieras tan bueno.
Luka lo miró con lujuria en sus ojos mientras se relamía el labio. Dominik retrocedió unos pasos en cuanto lo vio, y su sangre se heló por completo. Solo deseaba que se marchara lo antes posible. Se acercó a él y pasó una mano por su pecho, el rubio no pudo evitar temblar ante el contacto y cerró con fuerza sus ojos cuando Luka lo empujó contra la pared.
- Espero que hayas mantenido esa linda boquita que tienes cerrada- Su aliento a pescado chocaba contra el rostro de Dominik mientras hablaba- O si no, la abriré para otra cosa...
Sacando fuerzas de dónde no sabía, su rodilla golpeó la entrepierna de Luka, dejándolo a este sin aliento y con una mueca de dolor.
Tomó su camiseta junto con su mochila para salir de allí, pero Luka fue más rápido y lo tomó de la muñeca, para luego golpear con ira su mejilla derecha.
Si Luka no rompió su mandíbula, estuvo lo bastante cerca, porque el dolor que sintió, nunca en su vida lo había sentido. Su vista se nubló por unos cortos segundos, y después de una patada en su estómago, Luka ya se había ido.
Nunca en su vida había sufrido bullying. Desde pequeño, a pesar de ser alguien muy arrogante, se caracterizaba por ser una persona amable. Fue amigo de todos en el jardín de infantes, y eso no cambió cuando comenzó a hacerse mayor. Todos lo invitaban a sus fiestas, y hasta era querido por sus profesores.
Pero tenía que aparecer Luka y cambiar todo.
Trató de recordar si le había hecho algo lo suficientemente malo como para que Luka lo acose constantemente y lo tome como su bolsa de boxeo. Si bien este le había dicho aquella ocasión en el baño que su novia ya no quería estar con él porque deseaba estar con Dominik. Pero eso no tenía sentido, porque definitivamente el sentimiento no era mutuo, y por un pequeño pero importantísimo detalle: Dominik era gay y siempre lo sería, hasta el fin de los tiempos.
Por lo tanto, le era aún más confuso el odio que tenía Luka hacia él. Además de que este se había burlado de su orientación sexual, cuando fue él mismo el que lo forzó en el baño y siempre intentaba manosearlo. Nada tenía sentido, pero supuso que para una persona como Luka no existiría nunca un motivo para golpearle.
Frunció el ceño cuando comenzó a escuchar la bocina de un coche.
- ¡No te daré mi número, maldito pervertido de las tinieblas!- Gritó sin siquiera mirar al conductor y le enseñó el dedo del medio.
- ¡Dominik!- El nombrado giró su rostro al reconocer la voz- Podrías haberme avisado y pasaba a buscarte a la escuela.
El rubio entró al coche y se sentó al lado de su novio. Se percató de que este estaba fumando un cigarrillo y se lo arrebató de la mano para llevarlo a sus labios. Inhaló el humo y tosió al ahogarse con este, pero al segundo intento, lo fumó con tranquilidad.
- No sabía que fumabas...- Murmuró Nate, sus ojos clavados en Dominik- Te ves tan sexy.
- Siempre lo soy...
En ese momento, el pelinegro vio el moretón que tenía en su mejilla. Acercó su mano para tocarlo, pero se apartó rápidamente cuando Dominik hizo una mueca de dolor.
- ¿Quién te hizo eso?- Dijo con un tono preocupado. Pero al ver que Dominik se quedaba en silencio, siguió insistiendo- Dominik, respóndeme...
- Me caí- Lo interrumpió, mirándolo por primera vez- Estaba patinando y me caí.
Nate entrecerró sus ojos- Pero si no traes la patineta.
Dominik resopló y miró al frente- Deja de interrogarme y llévame a casa.
Para su sorpresa, Nate no dijo nada más y lo llevó a su casa. Nuevamente, no podía decirle la verdad por más que él quisiera.
Cuando llegaron a su casa, él fue el primero en salir del coche. Caminó hasta la entrada, pero antes de abrir la puerta vio una bolsa de naranjas junto con una nota.
Las naranjas son para tu abuela, no para ti.
Suerte mañana en el torneo...
- La suerte es para los mediocres- Pensó en voz alta, y siguió leyendo la nota.
Pd: Por eso.
Val.
- ¿Qué es eso?
Guardó rápidamente la nota en su bolsillo y se dio vuelta para mirar a Nate- El repartidor trajo las naranjas para mi abuela.
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Serendipity
Teen FictionDominik, un joven que le gusta divertirse, que va de fiesta en fiesta y no le molesta lo que la gente puede pensar de él. Simplemente le gusta pasar un buen tiempo así sea con su skate o con algún chico. Val, un joven completamente lo opuesto; es s...