Serendipity

63- Te amo

Su mano sostuvo con fuerza la bolsa de las compras y se abrió paso entre el gentío de la ciudad. A la gente no le importaba que esté casi a punto de llover, porque las calles estaban repletas.

Val verificó una vez más la hora en su celular, percatándose de que estaba unos minutos atrasados y obligándose a caminar más rápido para llegar a su destino. La campanilla de la puerta resonó en cuanto abrió la puerta de la cafetería, y no tardó demasiado en acercarse a la mesa cuando pudo reconocer sus rostros.

- Hola, chicos.

Tres pares de ojos lo miraron enseguida con el ceño fruncido, pero cuando se dieron cuenta de quién se trataba relajaron sus expresiones y le mostraron una más amistosa. El mayor tomó asiento en la silla libre y no se molestó en llamar a la camarera, de todas formas no tenía pensado quedarse por mucho tiempo.

- ¿Por qué siempre llegas tarde?- preguntó entre divertido y molesto Will, quien tomaba un licuado de frutilla.

- Es bastante obvio- Val no tuvo tiempo a responder ya que en su lugar lo hizo Billy. Este último le dirigió una rápida mirada al mayor para luego soltar unas risitas antes de comer una porción de su sandwich- Siempre tiene algo, o alguien, más importante de lo cual encargarse.

El rubio no tuvo más opción que reírse, preguntándose una vez más cómo es que había llegado a comenzar a ser cercano con los jóvenes.

Todo había ocurrido después de aquella situación con Dominik, aquel día que por más que intentara olvidar el recuerdo aún lo perseguía. Desde que había conocido al menor habían sido muy pocas las veces en las que cruzó palabra con alguno de sus amigos, pero después de todo lo que había pasado las cosas se dieron casi con naturalidad.

No eran tan malos chicos, en realidad. Val había descubierto que los hermanos podían ser bastante divertidos, al igual que Ezra. Pero, cuando la situación lo ameritaba, también podían ser lo suficientemente maduros. Eran pocas las veces en las que compartían momentos, y solían ser más o menos como este: sentarse cada tanto en una cafetería, conversando sobre cosas nuevas o cosas que les habían ocurrido recientemente. Y a Val le gustaba, era como si pudiera estar al menos un poco más cerca de Dominik.

- ¿Ya han aplicado las solicitudes para la universidad?

- Todavía tenemos tiempo- le respondió Will al mayor- Por mi parte, aún no me decido qué quiero estudiar...

- Es entendible, la mayoría no está el cien por ciento seguro de lo que quiere estudiar...

- Lo dice quien ya tenía el futuro asegurado desde que era un niño- fue el turno de Ezra para hablar. Val lo miró con curiosidad, llevaba tiempo estando en silencio y no había dejado pasar lo cabizbajo que se encontraba el chico.

- Es totalmente cierto- estuvo de acuerdo Val, asintiendo para darle énfasis a sus palabras- Pero viví mi infancia entera con mis padres diciéndome qué estudiar. Y no es que me arrepienta de la carrera que elegí- se apresuró a decir para no lograr malos entendidos, lo que menos quería era darle malos consejos a los chicos, y ni siquiera era demasiado bueno con estos- A lo que quiero llegar es que está bien si la carrera que eligen ahora no es la correcta, porque está bien equivocarse. ¿Me entienden?

- Eso creo- dijo algo dudoso Billy con la mirada perdida en la ventana del lugar- Pero eso significaría perder un año, en el caso de no ser lo que en realidad quería. ¿Verdad?

- No, porque de esa forma al menos podrían saber qué es lo que quieren hacer de sus vidas y qué es lo que no- y aquello les fue suficiente a los hermanos, porque se quedaron pensando en silencio por algunos segundos. Val sonrió ligeramente, le gustaba poder ser de ayuda aunque se le dificultara dar consejos y no confundirlos aún más de lo que estaban. Mas su sonrisa se borró cuando volvió a mirar en dirección al castaño, notando cómo nuevamente parecía estar inundado en un aura de tristeza- ¿Estás bien, Ezra?