29- Kai

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Bebía tranquilamente su vaso de leche mientras escuchaba, de manera desinteresada, la charla entre Holly y Val. Eran cuestiones de la escuela, teatro, la universidad y las cosas que debían hacer ese día, algo que le daba igual al menor, pero igual se mantenía allí para desayunar.

Al levantar su vista, se sorprendió cuando notó que Val, cada tanto, lo miraba de reojo. ¿Y ahora este que pretendía? No entendía por qué siempre se le quedaba mirando, como si fuera una pieza de un museo.

La diferencia de esas miradas con la que ahora le dirigía, era que pudo notar curiosidad en esta, como esperando a que Dominik dijera algo. Frunció el ceño tratando de recordar; tal vez le debía dinero, pero eso no podía ser ya que, gracias a su orgullo, no le pedía prestado nada a nadie. Lo más probable era que había roto algo y debía pedirle disculpas, pero no recordaba haber agarrado algo de esa casa y romperlo. Lo único que había roto fue un jarrón lujoso, pero eso había sido hace mucho tiempo y no creyó que Val fuera rencoroso. Era tan confuso, ni siquiera recordaba qué había hecho la noche anterior.

Era un hecho que habían salido los cuatro juntos a ese karaoke que Holly no paraba de hablar entusiasmada, lo demás se volvía muy borroso. Recuerdos fugaces de él mismo riendo y bebiendo, luego cantando, más tarde dirigirse al baño para refrescar su rostro, y...

Escupió toda la leche ante la sorpresa de lo que acababa de recordar, teniendo como consecuencia que esta aterrice en el rostro de Holly, y tanto ella como Val pararon de hablar para mirarlo completamente extrañados.

- ¡Dominik!- Se quejó su amiga mientras comenzaba a limpiarse el rostro.

No podía ser que, nuevamente, había besado a Val. Ni él entendía cómo es que siempre terminaban de esa manera; aunque, desde esa vez en la casa del mayor, no se habían vuelto a besar dado las diferentes circunstancias. Pero no tuvieron que esperar mucho para volver a cometer el mismo error. Si Dominik quisiera, podía resistir sus ganas y dejarlo pasar, pero parecía que con Val todo cambiaba drásticamente, no podía comportarse como él mismo.

Se disculpó con una sonrisa a su amiga y siguió bebiendo su leche. En realidad, no tendría que ser un gran problema que se hayan besado. De seguro ambos estaban ebrios y ya, no había que hacer un gran lío sobre eso.

Pero su mente comenzó a recordar nuevamente, como si estuviera torturándolo. Las manos de Val sobre su cuerpo, su lengua sobre la piel de su cuello, los gemidos del menor al ser masturbado por las manos de Val, suplicarle que lo tome en ese momento mientras lo llamaba "Daddy" y, finalmente, gemir en alto al llegar al clímax.

Abrió grande sus ojos y volvió a escupir la leche, pero por suerte Holly no se vio afectada ya que logró moverse rápidamente.

- Lo siento...- Dijo mientras tomaba unas servilletas y limpiaba el desastre- Es que, olvidé que hoy tenía que salir con Nate.

La pareja solo se le quedaron viendo, sin soltar ni una palabra al notar el nerviosismo del menor. Subió las escaleras y entró rápidamente a su habitación.

Por un lado, odiaba lo que habían hecho. Solo se dejaron llevar por el momento, la excitación o lo que sea, sin pensar en la gente que tenían a su al rededor. Se enojó totalmente consigo mismo al pensar en Nate, y le dolió lo que estaba haciendo. Si bien su relación no era lo que esperaba, había encontrado a una buena persona que siempre cuidaba de él y lo trataba de la mejor forma posible; aún así, cada vez que el pelinegro le confesaba su amor, él no podía corresponderle. De verdad intentó enamorarse de Nate, pero simplemente no ocurrió.

Nunca se había enamorado, pero según lo que le habían contado o las películas que vio, el amor trataba de quedarse sin habla y completamente hipnotizado cuando esa persona estaba a tu al rededor, tampoco hacía falta hablarse, ya que con una mirada lograban entender todo lo que callaban, como si fuera una clase de magia que los envolvía en su mundo. Si todo aquello era verdad, lamentablemente, Dominik no lo sentía cuando estaba con Nate. Si, lo apreciaba mucho y se divertía con él, pero no era amor.

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