42- Daddy

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Dominik comenzaba a acostumbrarse al silencio de Val, generalmente se quedaba callado cada vez que se enojaba o molestaba con algo, pero supuso que eso era mejor que explotara y comenzara a gritar. Eso era una buena cualidad del mayor, cuando se enojaba no tendía a hacer un gran problema, o eso era lo que pensaba el joven.

Hicieron una sola parada en el camino, Val le ordenó que se quedara en el coche mientras él bajaba y caminó una cuadra completa, luego dobló a la izquierda y lo perdió de vista. Tardó cerca de media hora en volver con una bolsa en sus manos que nunca dejó que viera lo que contenía dentro, Dominik deseaba que fuera comida ya que apenas había comido esa noche.

Una vez que llegaron a su casa, lo observó caminar hacia el mini bar y se preparó un vaso con vodka y tomó al menos tres tragos sin mirarlo ni una vez. El menor se impacientaba cada vez más, le había dicho que lo castigaría pero aún no hacía nada, no entendía qué era lo que pretendía y por eso decidió que lo mejor sería ir a dormir. Pero Val habló antes de que comenzara a subir las escaleras.

- Espérame en tu habitación- No lo miró, pero pudo notar la autoridad en su voz- Y desnúdate.

Seguía sin entender, pero de todas formas le obedeció y se desnudó cuando llegó a su habitación, se quedó sentado en el borde de su cama y miró hacia la puerta hasta que él entro luego de unos minutos con la misma bolsa que tenía en el coche.

- Veo que decidiste obedecerme esta vez- Su rostro se encontraba neutro, mas su voz seguía sonando como si se estuviera conteniendo alguna emoción.

- ¿Qué tienes en la bolsa?- Ladeó su cabeza con curiosidad mientras lo miraba.

- En unos minutos lo sabrás- Caminó la distancia que los separaba y llevó su mano hacia la mejilla del menor para acariciarla levemente. Dominik se había quedado casi congelado al ver la intensidad que transmitían los ojos del mayor, y de un momento a otro este le había colocado una venda en sus ojos- Ponte en cuatro.

- ¿Tan rápido?- Intentó bromear para aligerar la tensión que se sentía en el ambiente, al no recibir respuesta hizo lo que le ordenó y se colocó en cuatro sobre la cama. Su cuerpo había comenzado a temblar debido a la expectación; al no poder ver qué es lo hacía el mayor, pudo escuchar cada movimiento a su al rededor.- Si no veo lo que haces, comenzaré a ponerme nervioso- Soltó unas risitas y siguió esperando que Val dijera algo- ¿Estás molesto, o qué...?

- Desde el primer momento que te conocí pensé que eras un chico muy inteligente- Un suspiro casi de alivio escapó de los labios del menor cuando Val por fin comenzó a tocarlo, una de sus manos se encontraba sobre su trasero, comenzando a acariciarlo- Pero luego empiezas a coquetear con otras personas en mi presencia- Una nalgada resonó en la habitación, junto con un pequeño gritito por parte del menor- Eso no te hace muy inteligente.

- Soy una persona libr... ¡Val!- Sus manos agarraron con fuerza las sábanas en el momento en que el mayor introdujo un vibrador, podía sentir el lubricante en este pero aún así no se lo esperaba.

- Pensé que eras mi bebé- Llevó una de sus manos a la cintura de Dominik mientras que con la otra terminaba de introducir por completo el vibrador- ¿Has coqueteado con ese subnormal porque ya no quieres ser mi bebé?- Oprimió el primer botón del mando del vibrador, deleitándose con los pequeños gemidos que comenzaba a soltar el menor.

- S-si, lo soy...- Dominik trataba de reprimir sus gemidos, no quería demostrarle cuánto estaba disfrutando de aquello, pero con Val era completamente imposible- Soy tu bebé.

Val comenzó a penetrarlo con el vibrador, mientras que alargó su otra mano y tomó otro de los accesorios que había comprado; sus labios se curvaron en una sonrisa maliciosa cuando, al tomar el miembro erecto de Dominik, este comenzó a gemir aún más. Lo masturbó por unos cortos segundos, y entonces colocó aquel anillo.

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