32- ¿Tuyo?

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- Señoritos, ¿que ordenaran?

Nate levantó la vista de la carta del menú y miró al camarero- Solo dos cafés.

Cuando el camarero se fue, el pelinegro miró a su novio y suspiró. Desde que había llegado, Dominik parecía no querer mirarlo, solo se entretenía mirando por la ventana o revisando cada tanto su celular.

Nate sabía que había estado mal en su última discusión, los celos lo estaban volviendo en una persona completamente distinta a la que en verdad era. Pero no podía evitar desconfiar de Dominik; varias personas le habían advertido del largo historial que el menor tenía, le aconsejaron que no se metiera con el chico que había salido con casi toda la escuela. Pero no, él tenía que poner los ojos en Dominik.

Es que para los ojos del pelinegro, Dominik era perfecto. Si bien sabía que tenía su lado pervertido, y eso le encantaba, también veía en él una persona frágil y sensible; que aunque aparentaba no importarle la opinión de los demás, en realidad lo hacía. Y aunque casi nunca le demostraba lo tierno que era, Nate lo veía de esa forma. Sabía que, como muchas personas, tenía errores, él era casi como un ángel. Pero todo eso comenzó a cambiar junto con las acciones del menor, ya apenas le prestaba atención y parecía no tener el mismo interés sexual como antes.

Entendía que con la pérdida de su abuela, tardaría un tiempo en recomponerse. Pero ese tiempo ya había pasado, y Dominik mostraba una actitud indiferente para con él. Y es por ese mismo motivo que empezó a desconfiar; teniendo en cuenta los chupones que habían aparecido en él de un día para elotro. El menor le había dicho que fue Nate quien se los hizo, y a pesar de haberlo aceptado, estaba casi seguro que no fue él.

Justo en el momento que el camarero llegó con sus pedidos, el celular de Dominik sonó.

El Insoportable Val

¿En dónde estás?

Dominik

Con Nate.

El Insoportable Val

¿Por eso te fuiste tan rápido?

Dominik

Me fui porque tú y Holly parecían a punto de hacerlo en la cocina.

El Insoportable Val

No seas exagerado, solo fue un beso.


- Dominik...- El nombrado levantó su mirada para encontrarse con la de Nate, quien parecía molesto- ¿Podrías dejar tu celular para que hablemos?


Dominik

Así empezamos tú y yo, y luego terminamos haciendo otras cosas. Como chupándotela, o tú masturbándome.


Envió ese último mensaje a Val y dejó su celular en la mesa, bebió de su café mientras miraba por la ventana.

No quería admitirlo, pero le había molestado ver a su amiga de esa forma con Val, lo cual era absurdo porque ambos eran novios. Pero tenía que aprender a disimular mejor, porque sino todo se arruinaría.

- Siento que no nos estamos comunicando- Pudo notar en el tono de voz de Nate que toda esta situación le estaba afectando, y la culpa comenzó a invadirlo- Sé que debería controlar mis celos, pero no puedo cuando veo que alguien te desnuda con la mirada.

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