28- Karaoke

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- Oh, vamos Val ¿por qué dices que es una mala idea?

El nombrado rodó los ojos al volver a escucharla, pues ya había dado su opinión y su novia no quería aceptar un no por respuesta.

Al momento que Dominik se fue con Nate, Holly aprovechó para decirle que tenía pensado ir a un bar con karaoke, con la idea de lograr subirle el ánimo a su amigo. Pero Val no estaba muy convencido, ya que no le atraía, y menos cantar, pero ella seguía insistiendo.

- Ya te dije que no me gusta- Respondió mientras cambiaba de canales, sin encontrar nada bueno para ver- Pero pueden ir ustedes solos.

Holly lo miró haciendo un puchero desde su lado del sofá- Pero quiero que vengas con nosotros, lo único que haces es ir a la universidad o pasarte todo el día estudiando aquí. Además, hace mucho no pasamos tiempo juntos.

Apagó el televisor y dejó el control remoto en la mesita para mirarla- Está bien, iremos.

Val solo accedió a la propuesta para que su novia estuviera contenta, y porque ella estaba en lo cierto. Se había enfocado tanto en la universidad y en el futuro proyecto que tenía que hacer, que sentía que había descuidado un poco su relación. Aunque no cambiaba mucho a la época en la que se conocieron, porque Val siempre se la pasaba estudiando, aún cuando no tenía que entregar algún trabajo. Sus padres le exigían mucho en lo referente al estudio, sumando la presión de ser el hijo de un director; se sentía casi obligado a ser el mejor, y su meta era llegar a ser mejor que su padre.

El bar era más pequeño de lo que se imaginaba Val, aunque no le sorprendía ya que a su novia no le gustaban las cosas demasiado elegantes y exageradas.

La barra de tragos era atendida por un solo barman, y a pesar de que el lugar estaba repleto, se las arreglaba bastante bien para servir cada uno de los excéntricos tragos que le pedían; las vitrinas en donde estaban las botellas de alcohol, eran iluminadas con luces azules, al igual que el resto del bar que se alternaba con luces rojas. En el centro, estaban ubicadas las mesas redondas, y al frente de todo eso había una pequeña tarima con micrófonos y una pantalla, para hacer karaoke.

Claro que todo eso lo estaba viendo desde la recepción del lugar, porque había un pequeño problema.

- La única mesa disponible es para tres personas- Dijo la muchacha que atendía en recepción, en un tono de disculpas.

- En ese caso, nos vamos...- Expresó Val mientras tomaba el brazo de su novia para irse del lugar. Intentó fingir que se lamentaba, cuando la realidad era otra.

- No hay problema...- Val cerró sus ojos con fuerza al escuchar la voz de Dominik, no le extrañaba que hubiera hablado- Puedo sentarme arriba de Nate.

Lo miró de inmediato, notando cómo le sonreía a su novio- No me parece una buena idea, es decir, sería incómodo, ¿verdad?

- Ya estoy acostumbrado- Contestó Dominik con una sonrisa perversa, provocando que la mujer se ruborice y Holly comenzara a reír.

Luego de haber pagado las entradas, que en realidad Val pagó, se dirigieron a la única mesa que había, dejándolos al frente de la tarima para hacer karaoke. Holly se sentó casi al frente de su novio, cuando Nate se sentó, palmeó sus piernas para que Dominik se sentara sobre este, el cual aceptó de inmediato con una sonrisa.

- ¿Qué les parece si jugamos al "yo nunca, nunca"?- Preguntó Holly una vez que tenían diferentes tragos en su mesa, pero en especial vodka a pedido de Val.

- ¿No te parece que ese es un juego para niños?- Val fingió hacer una voz aguda como la de su novia, ganando que esta lo mire enojada.

- No seas aburrido, cariño- Lo regañó la joven para luego sonreír ampliamente- Yo empiezo... Yo nunca, nunca me escapé de la escuela.

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