17- Cariño y odio

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Cuando Dominik abrió sus ojos, lo primero que notó fue que estaba siendo abrazado por Val. Ambos estaban acostados en el sofá; a pesar de que era algo chico, extrañamente se la habían arreglado para estar cómodos. La razón era que el menor tenía casi todo su cuerpo apoyado en el cuerpo de Val, su cabeza descansaba en el pecho de este, y los dos se abrazaban.

Mientras se apartaba, un fuerte dolor de cabeza lo invadió por completo y entonces recordó lo que había pasado la noche anterior. En especial, recordaba la cantidad de alcohol que había ingerido junto a Val, y al parecer, la estaban pasando demasiado bien. Si eso le resultaba extraño, la siguiente imagen que vino a él lo dejó totalmente fuera de foco: fue estar bailando junto a Val; pero lo peor no era aquello, sino que había sentido la erección del mayor.

Sacudió su cabeza tratando de pensar en lo sucedido. Si, había recurrido a Val cuando lo encontró en la noche, pero solo porque necesitaba la compañía de alguien, y él había sido el primero en aparecer. Luego habían bebido, demasiado en realidad, pero ese no había sido el problema; sino lo bien que lo había pasado junto a él. A pesar de que hacía bastante que ninguno discutía o se llevaban mal, esa noche no habían tenido ningún pleito entre ellos, es más, la habían pasado realmente bien.

Al levantarse, tomó su abrigo y tras ponérselo, giró su cabeza al escuchar que Val comenzaba a despertar. Este se sentó en el sofá y frotó sus ojos, miró a su al rededor y abrió grande los ojos al percatar que Dominik aún seguía allí.

- Bueno...- Habló algo nervioso Dominik- Yo ya me voy.

Val se levantó del sofá y lo enfrentó- Si esperas a que me duche, puedo llevarte.

- No- Negó rápidamente, sonrió forzadamente y se dirigió a la puerta- Gracias por lo de anoche.

El mayor lo miró unos segundos en silencio y volvió a acercarse a él- Solo para clarar el mal entendido...- Dijo cautelosamente- Lo que pasó anoche, fue solo una reacción física. Realmente no quería que sucediera y ambos terminemos en una situación incómoda.- Pasó una mano por su cabello y soltó unas risitas- Lo entiendes, ¿verdad? Solo una reacción física...

- ¡Si, claro que si!- Formuló entre risas nerviosas- Solo una reacción física... Bueno, ¡nos vemos!

Salió rápidamente de la casa del joven y comenzó a caminar a paso apresurado.

Lo bueno es que Val había aclarado lo que pasó, porque no quería imaginarse cosas que no eran. Era más que entendible que tuvo una reacción física, a él le había pasado muchas veces en la que su cuerpo lo traicionó aunque en realidad no sintiera absolutamente nada por la otra persona.

Tomó su celular al escuchar que le llegó un nuevo mensaje y se sorprendió al ver de quién se trataba.

Nate

¿Puedes ir a la cafetería "Miniatura"? Necesitamos hablar.

Dominik

Claro, allí estaré.

La cafetería no estaba tan repleta, considerando que era domingo por la mañana, ya que los fines de semana ese lugar regalaba refrescos gratis; no es que Dominik siempre iba en busca de un refresco, sino que le habían comentado aquello.

Su aspecto parecía sacado de una película de los 50', el piso era de cuadrados en blanco y negro, las butacas junto a la barra eran de color rojo y negro, y las paredes de color blanco y rosa estaban adornadas con diferentes cuadros de personas de aquella época.

Cuando entró al lugar, se dirigió a la rocola y tras meter una moneda, seleccionó JailHouse Rock de Elvis Presley. Casi de inmediato, toda la gente comenzó a hacer movimientos de cabeza al ritmo de la canción, mientras que Dominik comenzaba a bailar por toda la cafetería. Nunca se había imaginado que bailaría tan bien el rock & roll, pero lo hacía. A los minutos, las personas se le habían unido y la cafetería completa estaba bailando.

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