26- Ábreme

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La castaña movía su cabeza de arriba hacia abajo, su boca intentaba adentrar por completo el miembro de su novio, mientras se ayudaba con ambas manos.

Hacía varios minutos que se encontraban de esa forma pero, de alguna manera, Val no lograba sentir la satisfacción suficiente.

Dirigió su mirada hacia la boca de su novia, pero cerró sus ojos para una mayor concentración. Su mente lo llevó al momento en el que había probado por primera vez los labios de Dominik. Había sido el beso más excitante que había tenido en su vida; tal fue la adicción que tuvo por esos labios, que se vio obligado a volver a probarlos una vez más.

De repente, ya no era Holly quien tenía su miembro en su boca, sino era Dominik. Imaginó sus labios succionándolo, su lengua dándole placer. Llevó su mano a la cabeza de Holly, para así marcar el ritmo, y se corrió en su boca pero imaginando a cierto rubio.


Mientras se vestían para iniciar su día, sus ojos quedaron fijos en un punto del suelo. No podía dejar de pensar en que, minutos atrás, logró correrse por el solo hecho de imaginar a Dominik y no a su novia.

¿Desde cuándo tenía esos pensamientos tan homosexuales? Él no era homosexual, si se habían besado en dos ocasiones, pero solo fue un error. Y si, el chico besaba extremadamente bien, pero nada que no pudiera superar. Lo que si lo tenía preocupado era su loca imaginación, tal vez tendría que pedir turno con algún terapeuta para que lo ayudara.

- Dulzura, ¿me estás escuchando?

Val reaccionó y siguió vistiéndose- Lo siento, ¿qué decías?

- ¿Invitaremos o no a Dominik?

Suspiró mientras se sentaba en la cama y comenzaba a colocarse sus zapatillas. Ya habían pasado varios días desde que la abuela del joven había muerto, y Val había pensado que lo mejor para Dominik sería estar solo y tranquilo, cumplir con su luto. Pero Holly había comenzado a preocuparse por su amigo, al igual que Val.

Dominik no había asistido ni una vez a clases, tampoco sus amigos lo habían visto en los lugares que solían frecuentar juntos. Holly había logrado hablar con Nate, pero este apenas lo veía. Dominik aceptaba estar solo un rato junto a su novio, pero luego lo echaba. Y ahora que el tiempo ya había pasado, el joven no parecía estar mejor.

- Luego de la universidad, iré a buscarlo.- Sonrió al notar la alegría de su novia.

Una vez que Holly ya se había ido a la escuela, Val aprovechó ese momento para preparar un rápido desayuno, que consistió en solo café negro, y luego subió las escaleras para entrar al pequeño gimnasio que había instalado allí.

Había una máquina de correr, algunas pesas y otras cosas más para ejercitarse, pero eligió las pesas para hacer músculos.

Luego de una hora, se duchó rápidamente y volvió al living para corregir algunos trabajos que tenía que entregar en la universidad, pero sonó su celular.

- ¿Hola?- Contestó sin ver quién era.

- Hola, querido- Cerró sus ojos con fuerza al escuchar la voz de su madre y forzó una sonrisa, aunque esta no la viera- ¿Cómo has estado? Siento mucho no haber llamado antes, pero el trabajo nos tiene completamente agotados.

Sus padres estaban viviendo temporalmente en California, por lo que tenían un mar de distancia. Su padre era un famoso e importante director de cine, por eso Val estudiaba lo mismo, mientras que su madre se encargaba de hacer los guiones. Juntos formaban un gran equipo, y en ese momento estaban ocupados con una nueva película. Lamentablemente, como había dicho su madre, solo hablaban una vez al mes, o más bien solo hablaba con ella.

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