21- Disculpas

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Nate frunció el ceño mientras despertaba debido al celular de Dominik que hacía rato no paraba de sonar. Se sentó en la cama y frotó sus ojos, miró de reojo el cuerpo semidesnudo de su novio y sonrió al recordar la última semana que había pasado junto a él. Casi ni se separaban, solo cuando el rubio tenía que ir a la escuela, pero prácticamente pasaban todo el día juntos. El amor que sentía Nate por el joven se hacía cada vez mayor, no se cansaba de decirle que lo amaba y demostrárselo de todas las maneras posibles. A pesar de que Dominik no le había dicho que también lo amaba, Nate sabía que lo hacía; o al menos, no lo negaba cuando se lo preguntaba.

Tomó el celular de su novio y lo desbloqueó para leer los mensajes.

Tyler

¿Podemos hablar? Llevo semanas llamándote para pedirte disculpas y tú nunca me atiendes.


El pelinegro puso una expresión confundida en su rostro al leer ese mensaje. Tyler era su mejor amigo y nunca le había dicho si tuvo alguna clase de problema con Dominik. También le parecía raro que ellos dos tengan algún inconveniente entre ellos, ya que también eran muy amigos. Su novio tampoco le había comentado nada. Se quedó pensando unos segundos y se dio cuenta que el rubio ya no iba a patinar a donde iban siempre, desde hace semanas.

Decidió leer los mensajes anteriores, en donde Tyler le pedía perdón miles de veces e intentaba llamarlo; pero Dominik no le respondía ni los mensajes ni las llamadas. ¿Qué estaba pasando?

Se giró hacia el joven y lo removió para que despierte, recibiendo solo quejas de este. Finalmente logró despertarse y lo miró enojado.

- ¿Uno no puede dormir en paz?- Dijo rodando los ojos- ¿Ahora qué quieres?

Puso su celular frente a él- ¿Me puedes explicar esto?

Dominik lo tomó con confusión y comenzó a leer lo que Nate le indicaba. Tragó saliva al darse cuenta que se trataba de los mensajes de Tyler.

- Primero, ¿qué hacías con mi celular?- Se sorprendió al escucharse tan calmado- Segundo, no tiene importancia. Tercero, no toques mi celular.

Se levantó y comenzó a vestirse, siendo consciente de la mirada de Nate sobre él. Lo conocía demasiado bien, y sabía que este le pediría una explicación. Pero no quería decirle, ya que Tyler era su amigo y no quería estos pelearan por un error. Ya hablaría con Tyler más tarde y, tal vez, perdonarlo.

- ¿Por qué te pide disculpas?- Volvió a insistir el joven desde la cama- ¿Qué pasó entre ustedes?

Dominik se giró mientras se ponía la camiseta- Si te lo digo, promete que no te enojarás ni tampoco armarás un lío...

- Me estás asustando ¿te vendieron droga o qué?- El rubio lo fulminó con la mirada y Nate suspiró- Está bien, lo prometo.

El joven terminó de vestirse y decidió quedarse de pie a unos centímetros de su novio- Hace unas cuantas semanas, fui a la casa de Tyler con Kai y Andrew. En un momento, me quedé a solas con Tyler y hablamos de ti...- Nate sonrió al escuchar eso y Dominik no hizo más que ponerse nervioso por lo que estaba a punto de decir- Él propuso que me acostara con él, y que no lo haga con otros, que te engañe con él.- Tragó saliva al ver el rostro ahora serio del pelinegro- Tyler sabe que tengo un historial bastante largo con hombres, y esa noche me trató de puta...

- ¿Y tú qué hiciste?- Nate habló con ira contenida.

Dominik abrió grande los ojos- Acaso no pensarás que te engañé con él, ¿verdad?

Nate suavizó su expresión, pero aún lo miraba con dudas- No lo sé, ¿lo hiciste?

- ¡Claro que no!- Gritó el rubio con exasperación- Nunca haría eso. Lo hice en el pasado, pero no te haría eso a ti. Tienes que creerme...- Se acercó a la cama y se sentó a su lado- Puedes preguntarle a Kai y a Andrew, ellos lo detuvieron cuando intentó besarme.

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