47- Cuarentones

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Después de haber dejado las llaves sobre una mesita que se encontraba al lado de la entrada, soltó un largo suspiro, recorrió el lugar con la mirada y se sorprendió al no encontrar a nadie allí; se había casi acostumbrado a presenciar actos "románticos" por parte de Holly y Val, sólo esperaba no encontrarlos en la segunda planta mientras hacían una asquerosidad, que mayormente Dominik encontraba sumamente satisfactorio, pero no lo sería en absoluto si se trataba de ellos dos.

Agradeció al cielo no escuchar gemidos ni nada parecido, pero miró con sorpresa a su amiga, quien se encontraba sentada en un borde de su propia cama. Podía notar en su semblante pensativo que algo estaba pasando en su mente.

- ¿Qué haces aquí?- su voz sonó natural mientras dejaba su mochila en una de las sillas de la habitación.

- Te estaba esperando.

Dominik notó la tensión en su voz, por lo que giró para verla- Está bien, ya estoy en casa. ¿De qué querías hablar?

- De ti, ¿no es obvio?- el menor hizo una mueca al escuchar el tono de voz tan tosco, generalmente su amiga siempre tenía un humor positivo y sonreía demasiado, por lo que era extraño escucharla de esa manera.

Carraspeó ligeramente incómodo por aquella situación y decidió sentarse a su lado- ¿Por qué quieres hablar de mi?

- Es que...- bufó mientras movía sus manos y miraba el suelo- Desde que he vuelto apenas has hablado conmigo, es como si ya no quisieras pasar tiempo conmigo y...

- Holly, detente- su amiga había empezado a hablar tan rápido que Dominik se perdió en la mitad- Sabes que nada de eso es cierto, por supuesto que quiero pasar tiempo contigo- pero realmente no podía porque ella no se despegaba de Val y eso era algo que no quería seguir presenciando. Sin embargo, comenzó a sentirse culpable si su amiga ya había notado la distancia que él mismo había impuesto; y no ayudaba para nada el estar viendo, en ese momento, el brazalete que Val le había dado- Con la vuelta a clases, el trabajo y el contrato de la casa de mi abuela, no he tenido mucho tiempo libre, eso es todo. Pero no puedes pensar que ya no quiero estar contigo, ¡eres mi mejor amiga!- Dominik la abrazó fuertemente mientras la escuchaba reír, cuando se separaron Holly le sonreía casi aliviada y él tragó saliva con dificultad; definitivamente ya no podía seguir con Val, no era justo ni para su amiga ni para él- Me mudaré.

El rostro antes sonriente de la joven ahora demostraba confusión- ¿A qué te refieres?

- Ya no puedo seguir viviendo con ustedes- explicó mientras comenzaba a rebuscar entre su ropa- Ahora que tengo un trabajo estable y los ahorros que me dejó mi abuela puedo permitirme el alquiler. De hecho, ya encontré uno y puedo mudarme cuando quiera- se dio vuelta con una sonrisa temblorosa en sus labios- ¡Te encantará mi departamento!

- ¿Por qué?- Holly se acercó a él con el ceño fruncido- Pensé que estabas bien aquí, y hasta eres amigo de Val. ¿Por qué necesitarías irte?

- Porque necesito mi propio espacio, al igual que ustedes- Dominik tomó al azar uno de sus abrigos y se lo colocó, se acercó a su cómoda y se puso la colonia que le había robado a Kai hace mucho tiempo- Se supone que son una linda, hermosa y perfecta pareja, no tienen que vivir con alguien más, merecen privacidad.

- Está bien, lo entiendo...- sonrió internamente, ya no quería seguir con aquella conversación y esperaba que Holly se crea aquella mentira, que en parte era verdad pero en realidad sólo quería alejarse. Pero cuando volvió a escucharla a hablar, suspiró frustrado- Aunque, no creo que necesitemos demasiada privacidad...

- No quiero saber sobre lo que hacen y dejan de hacer- la interrumpió de inmediato con una mueca de asco.

- Él también ha estado raro desde que volví, ¿sabes si le pasa algo?

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