El viaje hacia la casa de Dominik transcurrió en un completo silencio por parte de ambos chicos. El menor, en un momento en el que no soportó tanta incomodidad, puso música desde su celular. Val, de inmediato, puso una mueca de asco, ya que el género alternativo no era de su preferido, pero decidió no decir nada y seguir conduciendo.
Cuando el coche se estacionó al frente de la casa, Dominik bajó enseguida y corrió rápidamente al interior. Había recordado que su casa estaba hecha un desastre y no podía permitir que nadie la viera de esa forma, y menos Val. Se detuvo en la puerta y se dio vuelta para mirar al joven.
- Espereme tantito, joven- Hizo una seña con la mano para indicarle que espere.
Ignoró su expresión desconcertada y entró. Lo primero que vio fue ropa esparcida por todo el piso, la cual parecía pertenecer a su primo. Trató de juntarla lo más rápido posible y la llevó al cuarto de Kai. Se dirigió a la cocina y gruñó cuando vio una gran cantidad de platos y vasos sucios, los cuales también lavó con gran rapidez. Al terminar, suspiró fuertemente y fue a abrirle la puerta a Val, el cual estaba apoyado sobre su coche mientras tecleaba en su celular.
- Ya puedes pasar- Dijo Dominik con una gran sonrisa, como si nada hubiera pasado.
Val lo miró fijamente, dirigió su mirada al reloj y volvió a mirarlo a él- ¿Te das cuenta de que han pasado, exactamente, treinta minutos?
Dominik soltó un bufido, aunque en realidad estaba sorprendido del tiempo que había pasado, había jurado que fue más rápido que flash.
- ¿Entrarás o no?
El mayor guardó su celular y entró a la casa del joven, quien se molestó demasiado al notar que Val no hacía caso a todo lo que él había ordenado. Ambos se dirigieron a la cocina y Dominik comenzó a sacar todos los libros y demás útiles escolares.
Una vez que estaba listo, comenzaron la clase. El menor prestaba atención a cada palabra que salía de la boca de Val, y se sorprendía al notar cuán inteligente era este, al punto de entender casi todo lo que no había aprendido en clases con ese viejo.
Val cerró con fuerza el libro que tenía en sus manos, sobresaltando a Dominik, quien estaba sumergido en los conceptos de los filósofos.
- Ya tengo que irme- Informó mientras se paraba y se colocaba la chaqueta.
Antes de que pudiera responderle, se oyó un gran portazo y acto seguido apareció su abuela con bolsas en sus manos.
- Juro que mataré a ese verdulero- Ignoró a ambos chicos y caminó hacia los estantes.
- ¿Otra vez no consiguió tus preciadas naranjas?- Se burló Dominik mientras reía.
La abuela negó eufóricamente- Se lo he pedido miles de veces, pero él sigue diciendo "no tardarán en llegar", maldito verdulero de mierda- Se dio vuelta y abrió grande los ojos al ver a Val- Oh, ¿él es tu novio?
Val no se molestó en ocultar su desagrado, cosa que molestó un poco a Dominik, pero este último decidió lanzar una carcajada.
- Claro que no, él es el novio de Holly.
- Entonces no me importa- La abuela hizo un gesto con su mano para quitarle importancia- Se ve muy homofóbico. A parte, yo soy heterofóbica.
- ¡No soy homofóbico!- Val rompió el silencio alzando el tono de voz- Usted no me conoce, no puede hablar de mi.
- A veces lo pareces- Respondió Dominik mientras se encogía de hombros.
Ambos chicos se fulminaron con la mirada. Dominik estaba en lo cierto, las pocas veces que había visto a Val, se había dado cuenta cuánto le disgustaba el hecho de que él fuera homosexual. Generalmente, ignoraba los insultos que iban dirigidos hacia su persona, pero cuando alguien lo miraba con asco, como es el caso de Val, no lo toleraba. No podía creer que aún existieran personas como él que no los aceptaban.
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Serendipity
Fiksi RemajaDominik, un joven que le gusta divertirse, que va de fiesta en fiesta y no le molesta lo que la gente puede pensar de él. Simplemente le gusta pasar un buen tiempo así sea con su skate o con algún chico. Val, un joven completamente lo opuesto; es s...