Till Death Do Us Part

3. "Noche de bodas"

-¿Lista?- me miro y yo asenti mientras me ayudaba a subir a la cama- ¿recuerdas lo que hay que hacer?

-Soy rubia pero no tonta. Me dijiste 6 veces lo que hay que hacer: saltar, gemir y jadear fuerte y gritar tu nombre- rode los ojos y recogi un poco mi camisón para no enredarme.

-De acuerdo señora- se puso en posición y empezo a saltar suave- vamos.

Saltamos suave y me hizo una señal así que gemi suave.

-¿En serio? La idea es que oigan.

-Necesito practicar, además apenas empezamos- le dije de mal humor y seguimos saltando.

El empezo a dar golpes suaves a la pared y saltamos más fuerte así que gemi más fuerte para que pudieran oir. Vi que decían "bien" con los labios y seguimos saltando cada vez más fuerte mientras el gruñía y yo trataba de gemir cada vez más fuerte.

Luego de unos minutos ya estabamos gritando como un par de desesperados mientras los golpes eran más fuertes, sentí ganas de reír.

-Ahora viene el toque final- dijo algo cansado por tanto salto.

-Esto es divertido- reí suave- terminemos de una vez, no creo aguantar.

-Te lo dije. Bien, ahora golpeame.

-¿Que?

-Golpeame- se dio vuelta y espero. No sabía que hacer así que le di una pequeña palmada en sus posaderas- golpeas como bebé- me miro de mala gana.

Eso me hizo enojar así que lo golpee con todas mis fuerzas mientras el gritaba mi nombre y se caía al piso tirando una lampara. Me detuve y baje de la cama preocupada.

-¿Estas bien?

-Dije fuerte pero nunca imagine que esa mano pequeña y delicada fuera tan fuerte- se rio y se puso de pie- quizá no pueda sentarme pero fue genial.

-Tengo un hermano hombre así que se como golpear- sonrei.

-Eres una cajita de sorpresas milady, tendre que tener cuidado y ser bueno o me golpearas- sonrio.

-Tienes una esposa fuerte.

-Eso me gusta- miro la cama y fue a buscar un cuchillo a la mesita donde estaba el vino. Se hizo un corte en la muñeca y dejo caer unas gotas de sangre en las sabanas- el pequeño detalle para que esto no fuera en vano.

-Si.

-Ahora despeinate más- dijo mientras arrugaba su ropa y despeinaba su cabello.

-¿Algo más?- dije sarcasticamente mientras lo imitaba.

-Podrías actuar algo salvaje.

-¿Como una ramera luego de copular?

-No creí que una princesa conociera esas palabras- sonrio misteriosamente- pero si, aunque no creo que pueda fingir ser una ramera.

-Usted lo dijo, soy una caja de sorpresas.

Si hay algo que detesto es que me reten y digan que no puedo hacer cosas. Antes de que contestara quite los lazos que había en mi camisón para mostrar algo de mis pechos, baje un poco una manga para mostrar mi hombro derecho y acomode mi pelo para que parezca salvaje. Lo mire y sonrei provocativamente.