30. Infeliz cumpleaños

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Sentí un aroma dulce que me hizo abrir los ojos lentamente. Sonreí al ver a Makenna con una bandeja y un pastel.

-Feliz cumpleaños Jane -reí y la mire.

-Gracias.

-No puedo creer lo vieja que estas.

-Tu eres mayor que yo -comí un poco de pastel y salí de la cama para ir a cambiarme.

Me vestí con un vestido de seda rojo y negro y zapatos a juego. Fui a desayunar y Renesmee me felicito por mi cumpleaños. Una parte de mi se sentía feliz ya que ahora era oficialmente la reina y heredera de todo, sin embargo, también estaba triste porque era mi primer cumpleaños sin Alec. Pensar en mi hermano y en las cosas que ya no podríamos hacer. Tuve que pensar en otra cosa para no ponerme a llorar. Fui a ver a Diablo y sonreí al ver a Magnus.

-Feliz cumpleaños -sonrió mientras me daba un abrazo.

-Gracias Magnus.

-Tengo un regalo para ti.

-¿Cual es?

-Después de mucho trabajo, conseguí que tu semental acepte la silla de montar sin protestar.

-¿De verdad? -pregunte asombrada mientras acariciaba al animal- ¿Ya puedo montar al estilo damisela?

-Si ya puedes.

Para mi sorpresa, vi que ya tenía la silla de montar puesta así que me subí de inmediato. Inicie galope rápidamente y reí como una niña al sentir el viento golpear mi rostro. Cerca del mediodía, volví a palacio y me sorprendí al saber que alguien me había mandado un obsequio.

-¿Quien lo envio? -pregunte mientras lo abría.

-No lo se. Solo dijo que era un mensajero y que el que le pago estaba desesperado para que el obsequio llegara hoy.

-Chocolates -dije feliz al ver que era una caja con chocolates- y tiene una nota que dice "En este día especial, un dulce para otro dulce"

-Que tierno -dijo Makenna.

-Definitivamente Thomas es muy malo con la poesía y las tarjetas -reí y comí un dulce- ¿quieren?

-El chocolate me hace mal -se disculpo Renesmee.

-No gracias -respondió Makenna.

-Más para mi -comí otro dulce.

-Estas muy hambrienta hoy -dijo ella.

-Es mi cumpleaños, hoy puedo excederme.

-Mientras no te conviertas en una ballena como tu suegra -empezamos a reír y casi me ahogo con el dulce.

-Un día de exceso es un día de exceso.

-Aquí esta mi sobrina favorita -di vuelta y vi a mi tío Caius con un paquete y una sonrisa falsa.

-Tío -lo salude amablemente- que sorpresa verte. Creí que luego de nuestra ultima reunión me odiarias.

-Claro que no pequeña. Eres la unica familia que tengo, debemos aliarnos, además también vine para darte los consejos que necesites. Seguramente manejar un reino debe ser muy difícil y si puedo aliviar tu carga, con gusto lo hare.

Sonreí lo más dulcemente posible. Lo sabía. Para lo unico que viene es para verme rendida y necesitada de ayuda.

-Gracias tío, pero no necesito ayuda. Mi padre dejo pocos problemas que ya solucione, además ya termine de adaptarme así que no es necesario que tengas que quedarte aquí.

-Esta bien querida. Tengo un regalo -me entrego un paquete y lo mire desconfiada un segundo.

-Gracias, no era necesario que te tomaras estas molestias.

Till Death Do Us PartDonde viven las historias. Descúbrelo ahora