14. Fiebre

557 37 4
                                    

Me detuve a descansar una vez más mientras miraba con odio el castillo delante de mi.

No se como pero pude llegar hasta el castillo después de caminar por horas. Como si fuera un día de mala suerte, había comenzado a llover luego de que caminara por un rato. Tenía la ropa completamente mojada y pegada al cuerpo haciendo que cada paso fuera una tortura. Quería llorar y tirarme al piso pero si lo hacía todos notarían mi ausencia.

Lo unico que me motivaba a seguir caminando era Thomas. Jamás demostraría ni un signo de debilidad delante de el, si cree que dejarme abandonada sin caballo hara que tenga miedo y olvide mis salidas nocturnas se equivoca.

Vendetta. Vendetta. Vendetta. Buscare sus puntos debiles y los atacare sin piedad o dejare de llamarme Jane Vulturi.

Mire los muros del castillo y trate de sostenerme en el muro de piedra. Tome impulso para saltar pero mis manos se resbalaron. Mire con odio hacía el cielo. ¿Tenía que haber una tormenta precisamente hoy? ¿Tenía que empezar el frío precisamente hoy? Intente trepar el muro pero estaba muy resbaloso, después de 10 intentos lo consegui y me deje caer en el otro lado. Me quede quieta mientras intentaba recuperar aire, cuando me sentí mejor me puse de pie y empece a correr hasta llegar a la pared por la cual baje. Pase mis manos por la pared y estaba peor que el muro, sería imposible subir y no podía entrar al castillo e ir a mi habitación por los guardias.

Busque en el suelo algunas piedras y me aleje, use las pocas fuerzas que me quedaban y empece a tirarlas a mi ventana. Despues de algunos intentos logre hacer que Makenna abriera la ventana y buscara la causa del ruido. Comence a moverme para llamar su atención y en cuanto me vio fui hasta la pared y salte, la mire implorando su ayuda y ella entendio. Minutos despues me llego una cuerda y sonrei aliviada mientras empezaba a subir lentamente. Cuando estaba a punto de llegar a la ventana, Makenna me ayudo a entrar y ambas caímos dentro de la habitación.

-¡Por los dioses Jane! ¿Acaso quieres matarme? ¿Tienes idea de que hora es? ¡Son las 4 de la mañana! ¿Donde estabas?

Me puse a llorar y a temblar mientras me arrastraba a gatas por la habitación buscando algo de calor.

-La que se va a morir soy yo si no me doy un baño y me quito esta ropa. Estoy helada y débil, me duele todo -seguí temblando y ella me ayudo a quitarme la ropa.

Vi que la bañera estaba lista y me meti dentro, dejando que el calor del agua me envolviera y aliviara mis pobres y doloridos músculos. Cerre los ojos y si no fuera por Makenna, me habría dejado hundir. En cuanto el agua comenzo a enfriarse salí y me seque, me puse mi ropa de dormir y me acoste. Suspire de alivio en cuanto me envolvi como las mantas.

-Tienes muy mala cara -comence a toser y estornude- definitivamente no vas a poder salir de la cama.

-La culpa es de salvaje que tengo como esposo.

-¿Por qué tiene la culpa?

-Me descubrió y quiso darme un sermón pero termine dandoselo yo. Luego se llevo mi caballo y tuve que venir a pie.

-¿Qué? -dijo sorprendida y se tapo la boca con asombro- eso es muy malo. Te dije que dejaras tu maldita perversión.

-Calla y escucha, quiero que quemes toda mi ropa de hombre...

-Al fin te comportaras como una dama -dijo feliz y la mire con odio.

-La quemaras porque no quiero arriesgarme a que ese idiota hable y revisen todo y lo descubran. Por ahora no hare nada pero cuando todo se calme le enviare una carta a Alec pidiendole mas ropa.

-Estas loca -me toco la frente y se alejo- tienes fiebre, ahora entiendo tus delirios.

-Hablo enserio -volví a temblar y me envolvi más.

Till Death Do Us PartDonde viven las historias. Descúbrelo ahora