16. Mgnus Bane

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Senti algo húmedo sobre mi rostro y unos gritos, además de un dolor agudo en la parte de atrás de mi cabeza. Abrí los ojos y me sentí mareada un momento hasta que recorde lo que paso. Sonrei y acaricie al caballo que estaba a mi lado tratando de hacerme reaccionar.

-Ya estoy bien.

-¡Jane! ¡Tu tiempo se acaba! -escuche a Thomas y mire la puerta.

-Me encantaría quedarme aquí toda la vida pero tenemos que salir -me puse de pie y fui a buscar la silla para montar, quise ponérsela pero se nego- no me dejaras usarla. De acuerdo, entonces sera a la antigua -tome la bolsa de monedas y la ajuste en mi cinto. Busque un balde de madera vacío y lo di vuelta dejándolo a su lado- ¿puedo? -lo mire y apoye mis manos en su lomo. Cuando paso un tiempo razonable, tome impulso y lo monte. Camino un poco y tome sus crines mientras le daba ordenes que obedecía.

-¡Jane!

Mire la puerta mientras esperaba a que se decidiera a abrirla. Comence a sentir como golpeaban la puerta y espere pacientemente. Cuando por fin terminaron y abrieron la puerta, la luz del sol inundó todo el lugar, cegandome momentáneamente. Los hombres que estaban más cerca de la puerta ahogaron sus exclamaciones de sorpresa. Sonrei e hice avanzar al caballo para salir del establo. Inhale una gran bocanada de aire fresco y vi a mi esposo con los ojos abiertos por la sorpresa.

-¿Como...?

-Les dije que montaría al Diablo y eso hice.

-No tiene una silla de montar -me regaño el rey y vi que no solo estaban los hombres de ayer, también estaban los reyes, los príncipes, Makenna y algunos hombres y mujeres que supuse que serían nobles. Interesante... Al parecer todos esperaban ver mi cadáver o al menos verme con heridas. Ingenuos.

-Aún no deja que le coloquen una pero si me deja estar sobre el, es un avance.

-¡Esto no es correcto princesa! Esa ropa... ¡vuestra postura! -vi con gran satisfacción como la reina me miraba con horror, al igual que unas damitas.

-La culpa es de vuestro hijo, Majestad -le sonreí a Thomas y mire a la bruja- el compro el caballo mas salvaje para que no pueda montarlo, pero como ven, si puedo montarlo.

-Eres una loca demente -dijo el con furia pero lo ignore.

-Majestad, si me permite, me gustaría contratar a un nuevo mozo de cuadra para que se ocupe exclusivamente de mi caballo y también que le construyan un establo privado ya que no le gusta compartir espacio.

-Ya tenemos bastantes mozos de cuadra.

-Mozos de cuadra que quisieron darle alcohol a mi caballo para poder calmarlo. ¿A que bestia se le ocurre emborrachar a este magnifico semental? Si el problema es la paga entonces hablare con mi padre para que me envíe lo suficiente para pagarle durante años.

-No creo que sea necesario.

-Lo hare de todas formas, ahora si me disculpan, me ire -antes de que me dijeran algo, me fui rápidamente.

Diablo comenzo a correr a gran velocidad, obligandome a sujetarme fuerte. ¡Que diferente era de Amber! Ahora podía entender porque Alec amaba su caballo, ni siquiera el caballo de Thomas corría tan rápido. Llegue en menos tiempo a la ciudad y tuve que reducir la velocidad. Empece a pasear tranquilamente buscando alguien que fuera confiable. Cada cierto tiempo tenía que controlar al semental que deseaba correr libremente.

-Es un semental magnifico para una dama tan pequeña y delicada.

Vi a un joven de piel morena, cabello negro y ojos verdes y dorados, ojos parecidos a los de un gato.

-Supongo que gracias, señor...

-Bane, Magnus Bane señorita...

-Lady Vulturi -me miro sorprendido y luego me hizo una reverencia.

-Milady.

-¿Le gusta mucho este semental?

-La verdad es que si, es muy bueno.

-Es bastante rebelde y es nuestro primer paseo... ¿Cree ser capaz de soportarlo y poder cuidarlo?

-Sería un gran honor.

-Entonces venga a palacio mañana en la mañana y diga que viene a cuidar a Diablo, si no lo dejan pasar diga que la princesa Kroner lo ordeno.

-¿Alteza? -sus ojos se abrieron sorprendidos y sonrei.

-Mañana en la mañana -abrí la bolsa y le di unas cuantas monedas- ¿es suficiente, mucho o poco? Aún no manejo bien el dinero inglés.

Miro las monedas y me devolvio algunas. -Así es suficiente a menos que este dispuesta a pagar mucho mas de lo que se acostumbra a un mozo de cuadra.

Mire las monedas que me ofrecía de vuelta y le di mas antes de cerrar la bolsa. -Considerando que no sera un animal muy cariñoso y podra causar grandes problemas supongo que es justo pagar un poco más -sonrei- quiero lo mejor para mi caballo y no me importa el precio.

-Necesitareis una silla de montar.

-Entonces comprad una aunque por ahora no podre usarla -le di mas monedas para que comprara la silla- ¿Algo más?

-Con esto es mas que suficiente Alteza.

-Espero que sea puntual.

-Así sera.

Sonrei y comence a ir al palacio de vuelta.

Till Death Do Us PartDonde viven las historias. Descúbrelo ahora