Till Death Do Us Part

32. Año nuevo, complicaciones nuevas

Mejor. Mucho mejor. No se que es lo que esta pasandome, desde Navidad siento mareos y nauseas. Quiza la cena de Navidad me cayó mal y aún sigo mal. Creo que mientras no sea otro veneno en mi cuerpo voy a poder estar bien. Afuera estaba nevando, sin embargo, tenía la ventana abierta para que el frío aire me ayudara con el mareo. Cuando me sentí un poco mejor, cerre un poco la ventana y me puse una capa abrigada, me sente en el sofá y subí las piernas para abrazarlas, convirtiendome en una bolita humana. Lentamente cerre los ojos y deseé que todas esas molestias desaparecieran.

-¡¡¡Jane!!! -el grito de Makenna me hizo despertar asustada y la vi correr hacía la ventana para cerrarla- ¿Estás loca o quieres matarte? ¿Cómo se te ocurre dormir con la ventana abierta?

-Buenos días para ti también -medio gruñi y me envolví mas en la capa- estaba mareada y el aire frío me ayudo -ella abrio los ojos y me miro asombrada- ¿Qué?

-Hace días que estas así, deberíamos llamar a un medico.

-No quiero ver a un medico.

-Lo haras.

-Makenna... -me puse de pie muy rápido y me deje caer en el sofa ya que tuve un fuerte mareo. Ella me miro y se fue.

Espere un rato hasta que me puse de pie como alguien normal. Fui a lavarme la cara y me cambie de ropa. No estaba de animo para hacer nada, por lo que tome un libro y fui al sofa, me acomode y abrí el libro para empezar a leer.

-Aquí esta -levante la vista del libro y vi a Makenna junto al medico.

-Majestad -rode los ojos y lo mire.

-Estoy bien.

-No es normal que tengas tantos mareos, eres una mujer joven y fuerte -me puse de pie y me acoste en la cama.

-Haga lo que deba hacer y terminemos con esto -suspire frustrada y lo escuche sacar sus artefactos.

Empezo a hacerme unas preguntas que respondí aburridamente hasta que una me llamo la atención.

-¿Cuando fue tu último período?

-No lo se.

-Jane...

-¿Qué? Tengo que ocuparme del bienestar de un reino, no tengo tiempo para esos detalles tan mundanos.

-Eso explica muchas cosas...-tomo una especie de tubo de madera que apoyo en me vientre, luego acerco su oreja y se quedo quieto unos segundos. Lo mire con curiosidad hasta que se alejo- Definitivamente estas encinta, felicidades.

-¿Qué? -abrí los ojos y lo mire sin creerlo- ¿Acaso la Virgen María si existió y dio a luz a Jesús? O mejor, ¿acaso un íncubo me violó y me dejo así? Es imposible que este encita.

-No es imposible, tienes todos los síntomas. No quiero arriesgarme pero diría que tienes aproximadamente 2 meses.

-¿2 meses? -me quede congelada al oir eso y empece a hacer cuentas mentales. Recorde la ultima vez que Thomas estuvo aquí y para mi desgracia las fechas coincidían bastante- Lo matare, voy a matar a ese hombre.

-No creo que deba enojarse tanto majestad...

-¡Majestad! -Demetri entro casi corriendo e hizo una reverencia algo torpe- perdón por molestar pero hay unos caballeros heridos solicitando amnistía.

-¿Amnistía? -me puse de pie y empece a seguir a Demetri, antes de salir mire al medico- luego hablaremos de esto.

Demetri comenzo a decirme que un trío de hombres llegaron hasta Milán y fueron detenidos. A regañadientes, los liberaron ya que dijeron que yo les había dado amnistía. Por las dudas, el rey mando a unos guardias para que los trajeran hasta aquí y yo me hiciera cargo. Todo me parecio raro hasta que llegue a las puertas del palacio y vi a los hombres.