Epílogo

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22 años después...


Mire aburridamente la decoración de los pasillos mientras esperábamos que los novios terminaran y salieran de la habitación. Era la tercera y última vez que sería parte de esta macabra tradición. Aún no entendía cual era el sentido de tener que esperar a que la joven pareja tuviera intimidad, para luego esperar a que salieran y mostraran la prueba de que la chica perdió su pureza. 10 años viviendo en Londres y aún no entendía esta tradición.

No se como, pero pude convivir con Thomas por más de veinte años y aún nos amabamos. Los niños rápidamente lo quisieron y aceptaron como padre. Para mi sorpresa, poco después de llegar a Londres, di a luz a Victoria. Al principio peleamos por el apellido hasta que decidimos que fuera una Vulturi Kroner como sus hermanos mayores. Otra sorpresa que me lleve, fue que el plan de Thomas de mudarnos cada dos años funcionaba y era divertido.

No tenía muchos nobles para confiarles la regencia, por lo que decidí que Athos, Aramis, Demetri y Magnus fueran los regentes mientras vivía en Londres. Al principio, Thomas no acepto a Magnus como regente debido a sus gustos "antinaturales", sin embargo, un par de gritos fueron suficientes para hacerlo callar. Aunque a todo el mundo le disgustara, a mi me agradaba Alec y creía que era el compañero ideal para Magnus.

Los años pasaron y mis hijos se convirtieron en hombres justos y bondadosos, con buen gusto para escoger a sus compañeras. Mi hija también había encontrado a un esposo digno de una princesa Vulturi, aunque una parte de mi se opusiera a verla casada, sabía que era la ley de la vida y que tarde o temprano pasaría.

Escuche los gemidos de mi dulce y pequeña hija, mire a Thomas y comencé a reír al ver su expresión de horror. La primera vez que pasamos por esto, fue en la boda de Will y Theresa Grey, la hija de un duque inglés. Era una joven agradable y la chica perfecta para el mayor de mis hijos, sin embargo, durante esa primera noche, la odie por retorcerse de placer junto a mi hijo. Recuerdo claramente como Thomas tuvo que abrazarme por la cintura para impedir que entrara y la apartara de él.

Con Jace fue diferente. A pesar de que su esposa, Clarissa Fairchild, no me agradaba, fue un poco más fácil tolerar ese rato en el que debíamos esperar a ver la prueba de la inocencia (un nombre que invente).

Con Victoria era diferente. En lo más profundo de mi ser, sentía orgullo de escuchar a mi hija disfrutando, también estaba algo expectante ya que esta vez era la madre de la novia y mi presencia si era importante.

-Majestad -la suegra de mi hija me llamo la atención y la mire con atención-, ¿se encuentra bien? No estamos en un circo.

-Tampoco estamos en un funeral para estar tan serios -sonreí y Thomas me jalo fuerte para que nos alejaramos un poco.

-Jane comportate. Nuestra hija esta... Solo de imaginarlo me pongo enfermo.

-Como si nosotros no hubiéramos hecho eso miles de noches.

-Si pero es diferente, ella mi niña, mi princesa y ahora ese...

-Tarde o temprano iba a pasar -reí.

-¿De qué te reías?

-Estaba recordando nuestra noche de bodas -sonreí- por un momento imagine a Victoria y George imitandonos.

-Como olvidar nuestra noche de bodas, fue muy divertida -reimos un poco al recordarlo y miramos la puerta de la habitación- ¿De verdad crees que estén haciendo lo mismo que nosotros?

-No lo creo, Victoria es muy correcta y George...

-George es un inútil de buena familia -susurró para que no nos escucharan- no se que le vio Victoria.

Till Death Do Us PartDonde viven las historias. Descúbrelo ahora