Till Death Do Us Part

23. El lapislázuli Vulturi

-Al parecer descendemos de una bruja, Suzanne Vulturi. Según la leyenda, Suzanne estaba casada con un artesano especializado en crear las joyas para los Ricci. El rey había muerto y había dejado un enigma para que el que lo resuelva se convierta en rey. Suzanne era ambiciosa así que enveneno a todos los nobles y a cualquiera que quisiera resolver el enigma. Una noche, ella lo resolvio y le dio la respuesta a su marido para que el lo anunciara y se volviera rey. Con el correr de los años, los nuevos reyes mejoraron mucho las condiciones del pueblo pero tenían un problema, no podían concebir un hijo. Todos los médicos dijeron que Suzanne no podía tener hijos pero ella estaba obsesionada con tener uno. Su esposo un día encontro un lapislázuli y decidio hacerle un collar a su esposa, con la esperanza de que se sintiera mejor por no poder concebir.

>>Un día, la obsesión fue mucha que convoco a un espíritu que es capaz de conceder deseos y le pidio un hijo. Hicieron un trato y ella volvio a casa. Un par de meses después, ella estaba encinta de un varón. Fue el unico hijo que tuvieron pero fue suficiente para ellos ya que un hijo aseguraba que los Vulturis siguieran siendo reyes. Ese hijo crecío y al momento de casarse, Suzanne fue a ver a su nuera y le obsequio el lapislázuli diciendole que era un talisman de la suerte y que el llevar ese collar le aseguraría tener descendencia. La novia lo acepto y comenzo a llevar ese collar todos los días luego de su boda. Como paso poco tiempo para que quedará encinta, ella hizo lo mismo que Suzanne, el día de la boda de su primogenito fue a darle el collar a la futura reina. Así comenzo la tradición que aún sigue vigente.

>>Con el correr de los años en vez de ser considerado un talisman para la fertilidad, se convirtió en una costumbre. Asi como los hijos heredan el reino del padre, las nueras heredan un collar de su suegra.

-Increible. Las suegras deben querer mucho a sus nueras para hacer eso. No sería lógico darle el collar a una hija.

-No se puede. Tiene que ser de suegra a nuera.

-¿Por qué?

-Charlotte, la quinta en poseer el lapislázuli, era una mujer bastante desagradable. Cuando su hijo fue casarse, decidio que no le daría el collar a su futura nuera ya que no le agradaba demasiado. Charlotte decidio romper la tradición y quiso obsequiarle el collar a su hija Verónica. En cuanto Verónica fue a ponerse el collar, comenzo una tormenta. Se formo un remolino en la habitación y apareció un espíritu que ataco a Rebeca matandola y quitándole el collar. El espirítu le dijo a Charlotte que ese collar era solo para su futura nuera y que si le daba el collar a otra persona, esa persona moriría. Charlotte no lo creyó y le dio el collar a sus otras 2 hijas, incluso quiso regalárselo a un par de plebeyas pero todas murieron. Resignada y asustada, no tuvo otra opción que darle el collar a su nuera.

-Por las dudas no uses el collar -sonreí y seguí.

-El reinado de Cesar y Delia, la sexta pareja, fue sumamente poderoso. Ellos expandieron la riqueza y el territorio de nuestro reino. Cesar le dio demasiados bienes a Delia por lo que ella creo el Legado Vulturi. Ahora no solo una suegra debe dar el collar, también debe entregar un legado que se traduce en una gran suma de dinero. Algunas reinas posteriores solo se interesaban en el legado por lo que Juliet, la novena reina creo un documento donde la futura reina podría acceder al Legado luego de usar el collar en su boda y dar a luz un hijo varón. Sin embargo, la joya esconde otro secreto.

>>Algunos dicen que el lapislázuli esta maldito con poderes mágicos. Al parecer, el hijo de Suzanne heredo sus poderes mágicos y una vez que consumo su matrimonio con su esposa, esta comenzo a manifestar los poderes de Suzanne. Supuestamente, el collar tiene poderes que la heredera puede adquirir una vez que usa el collar. Otra teoría dice que los varones heredan ese poder pero esta en un estado latente. Los varones le dan ese poder a sus esposas para que ellas lo puedan usar al igual que Suzanne.

-Eso es raro.

-Lo más raro es la profecía del espirítu que invocó Suzanne.

-¿Profecía?

-El espirítu le dio la posibilidad de tener un hijo a Suzanne a cambio de que el collar sea pasado de una generación a otra. Ese espirítu quiere algo que solo la heredera número 13 puede darle. La heredera número 13 es la elegida para iniciar un nuevo ciclo fortaleciendo el linaje y la tradición. La heredera 13 tendra la suficiente fuerza para invocar al espirítu y pedirle una cosa, una especie de deseo que influirá en ella y en las futuras herederas.

-¿Quién es la heredera número 13?

-Nadie -lo mire- mi madre era la número 12 por lo que la esposa de Alec debería ser la 13, pero Alec no esta así que nunca se casara con Renesmee. Nunca tendremos una heredera 13 -mire la joya con cariño- es una pena que nadie vuelva a usarla, a pesar de todo lo que dicen, es un hermoso collar.

-Si.. Es un hermoso collar y una lastima que nadie lo use.

Miramos el collar durante un rato mientras ambos estabamos perdidos en nuestros pensamientos.

-¿Crees que sea real esa leyenda?

-No. Creo que solo es un gesto de suegra a nuera que significa "confió en tí y deseo que hagas feliz a mi hijo".

-Es cruel para las hijas.

-Por eso las hijas se van lejos -lo mire.

-Se van a conseguir a sus príncipes azules.

-Tu no eres un príncipe azul -reí.

-Y tu no eres una dulce y delicada princesa.

-Cierto -sonreí mientras cerraba la caja y la dejaba lejos de mi.

-¿Qué haras con eso?

-Nada. La dejare en la habitación de mi padre y que Caius se haga cargo, quiza si se casa se la de a su esposa.

-Tal vez.

-Lo que quiero hacer ahora es dormir -lo mire.

-Ahh.. -se puso de pie y me dio un beso en la cabeza- Descansa, lo necesitas -lo vi irse y lo detuve.

-Thomas, ¿a donde vas?

-Dijiste que querías dormir y como es tu habitación...

-Quieroquetequedes -dije rápidamente ya que estaba nerviosa. Hace bastante tiempo que esperaba que el lo propusiera pero nunca lo hace.

-¿Qué?

-Quiero que te quedes -repetí mas despacio mientras mis mejillas empezaban a arder.

-¿De verdad? -me miro sorprendido y se acerco.

-Tengo miedo. Las pesadillas me atacan y no puedo dormir, ¿podrías dormir conmigo? No quiero estar sola. Podemos ir a otra habitación si las muñecas te asustan, Thomas... por favor quedate a mi lado.

-Claro -volvio a mi lado y me abrazo- dormiremos juntos. Yo también quiero hacerlo pero temí que pensaras que te estoy presionando.

-No me hubieras presionado, hace tiempo que quiero que me lo pidas.

-Somos un desastre.

-Si -reí nerviosa.

-Debemos hablar más o siempre estaremos en punto muerto esperando al otro.

-Esta bien -me levante y fui a cambiarme. Cuando estuve lista me acoste, unos minutos después Thomas vino a mi lado. Me acomode en su pecho y lo abrace fuerte mientras comenzaba a quedarme dormida.