Till Death Do Us Part

13. Sr. y Sra. Kroner

Vi como Thomas me miraba con horror luego de darse cuenta de que yo era James Ciccone.

-Jane.

Decidí que ya no valía la pena esconderme así que me quite el bigote falso y deje que me viera. Recordé las palabras que había dicho en el pub y lo mire con odio.

-Hola cariño -lo mire.

-Estas.. estas...

Rode los ojos y me cruce de brazos.

-Vestida de hombre, lo se. Soy perfectamente consciente de eso. ¿Podrías dejar de mirarme como si fuera algo extraño?

-Eres algo extraño. Una mujer vestida de hombre, a medianoche y ¡en un pub bebiendo! -dijo con horror y luego se dio cuenta de algo- el pub...

-Siento deseos de matarte por eso. ¿Así es como actúan los hombres? "Tengo a mi esposa comiendo de mi mano y de otras partes" -me burle mientras lo imitaba- de solo imaginar "que otras partes estoy comiendo" me dan nauseas y deseos de cortarme las venas.

-Por eso es que las buenas esposas se quedan en casa, para que podamos ser libres de decir lo que queramos.

-¿Eso incluye tratarnos como esclavas carnales? -lo mire con odio y alce una ceja.

-No desvies la conversación, ¿qué haces así vestida?

-Que te importa.

-Eres mi esposa así que exigo una respuesta.

-¿Ahora te interesas por mi y me tratas como tu esposa? -aplaudi lentamente- felicidades Alteza, ya casi es un buen esposo. Lastima que conmigo no funciona.

-Puedo soportar que seas insolente pero esto no lo tolerare. Te prohíbo que vistas así, es una vergüenza.

-Me da igual si me lo prohibes, no necesito de tu permiso para hacerlo. Soy libre y hago lo que quiera.

-No eres libre. Tu deber es ser una buena esposa y obedecer a tu marido.

-¡Tu deber como esposo es cuidarme y respetarme y hasta el momento no has hecho ninguna de las 2 así que no puedes exigirme nada! -le grite y vi como su mirada se cargaba de odio y apretaba el puño para no golpearme.

-¿Qué clase de mujer eres?

-Una que jamás se sometera a un hombre. Una mujer que nacio para mandar, no para obedecer. Una mujer que debe recurrir a prendas masculinas para poder salir durante la noche y que no la confundan con una ramera. Una mujer que debio nacer hombre pero que al haber nacido hembra esta dispuesta a luchar para que sus ideales sean escuchados en este mundo de hombres. Una mujer que prefiere usar prendas masculinas antes que usar la incomoda y horrorosa ropa femenina. Esa clase de mujer soy -senti como un poder crecía en mi interior, como si fuera una leona dispuesta a luchar.

-No te vestiras así nunca más -dijo furioso- ¿acaso no piensas en las consecuencias? Sera una vergüenza cuando todos se enteren.

-¿Por que habrían de enterarse?

-Quiza hoy saliste sin ser descubierta, pero lo descubriran. Puedo callar lo de tus habilidades pero esto no me lo callare.

Lo escuche y una parte de mi se asusto. Si el hablaba sería mi fin, mi padre me odiaría y mi suegro dejaría de hablarme, todo eso sin contar que si se descubría mi secreto tendría que pasar tiempo con mi suegra. Esa idea me hizo temblar hasta que vi un rayo de luz en mi interior y sonrei.

-¿Piensas decirle a todo el mundo lo que hago?

-Si eso hara que empieces a obedecer entonces si.