El jueves en la casa de Christian, por la mañana, ese día se encontraba ese trio de chicos platicando amenamente, aunque su objetivo principal de esa tarde, no era simplemente tener una buena charla, sino también escoger un atuendo adecuado para el pecoso, ya que aunque los tres saldrían el día de mañana después de clases con ese par de chicos que conocieron hace algunos días, ambos amigos del chico tenían conciencia de que el menor le había agradado demasiado aquel pelinegro, por lo cual, en ese momento, se encontraban escogiendo la ropa del chico y de esta manera de alguna forma llamar la atención del contrario.
—Y dime ¿te gusta?.
Pregunto por quinta vez la peliazul emocionada mientras revisaba el armario del pequeño pelirrojo, esta había hecho un lio con su armario, pero ninguno podía negar que de los atuendos que estaba creando en ese momento con la ropa que tenia el chico, eran simplemente fantásticos, ahora ambos sabían quien era la que seria buena administrando y promocionando la empresa de sus padres cuando estos se los heredaran.
—¿Qué? ¡n-no! Lo acabo de conocer.
Admitió el pequeño sonrojado mientras sus amigos lo veían con una sonrisa tierna en sus rostros.
—Bueno, no importa, tienes que ir lindo para impresionarlo.
Aclaro la chica feliz, esta había estado tan entusiasmada por su amigo que ambos tuvieron que soportar todas aquellos comentarios cargados de emoción o gritos de alegría que esta soltaba de vez en cuando, mientras tanto el rubio negaba constantemente mirando cansado a su amiga enérgica.
—Por cierto ya le dijiste de esto a tu hermano?.
La pregunta repentina del rubio dejo al resto de sus amigos en un silencio nervioso, algo que de manera instintiva hizo reír al mayor. Marcos y Jake eran mas cercanos de lo que parecían, esto se debía a la poca edad de diferencia que se llevaban, además compartían el gusto por numerosas cosas, como lo eran los parques de diversiones o las películas de acción.
— Ah... sabes como es él.—Suspiro el pecoso un tanto nervioso por la mirada de sus mejores amigos.—
—Lo sabemos, lo sabemos, pero si ese chico busca algo contigo.
—Y lo busca...—Susurró con una pequeña sonrisa el chico.—
—Te invitará a salir y eso a tu hermano no le parecerá.
Aclaró la chica con una mueca mientras veía una camiseta negra y la arrojaba junto al montón de ropas, no conforme con su elección.
—No vaya a ser como la vez que le dijiste que te gustaban los hombres, fue el día más gracioso de mi vida—Admitió el rubio mientras reía—
—Si debo de admitir que fue muy gracioso, recuerdo que Jake se quedó en shock y luego le dio una larga plática a Marcos de como protegerlo. Además de que te vigilaba muy de cerca y se preocupaba por ti como si fueras la última flor del mundo.—Reía la chica y el rubio escuchando a lo lejos los murmullos molestos de su amigo.—
—Que malos son...—Mencionó con un puchero en sus labios—
Sus amigos lo abrazaron y rieron juntos, estos no eran malos con su amigo, simplemente que los hermanos Meller resultaban ser bastante sobreprotectores, ya aunque ninguno de los dos se diera cuenta eran mucho mas parecidos de lo que se pensaba.
Luego de eso aquel trio compartió anécdotas cálidas y un par de chistes o comentarios sobre algo o alguien en especifico, por lo cual su tarde de aquel jueves, había resultado en algo muy tranquilo pero divertido.
Al día siguiente, Christian se levanto por la mañana, dispuesto a vestirse para ir a la escuela, y seguramente a su reunión con sus amigos nuevos saliendo de la misma, algo que lo hizo emocionarse, por lo cual no dudo en entrar al baño y refrescar su rostro con agua fresca, este tomo la ropa que su amiga le había ayudado a escoger y se la coloco rápidamente.
El conjunto no era particularmente especial, ni muy llamativo a la vista, pero a causa de los rasgos delicados del chico, la ropa lograba congeniar a la perfección con este, aquellos pantalones negros ligeramente pegados adornados con un par de cadenas plateadas, que hacían resaltar sus cortas piernas, dando la impresión de que estas eran un poco largas, además de redondear aun mas su gran trasero, por otro lado, la camiseta sencilla color café claro con una pequeña flor amarilla en el centro, lograba iluminar su rostro como una linterna, y como toque final sus zapatos oscuros, junto con un sombrero pequeño que combinaba con la ropa.
Era muy sencillo pero el conjunto era exactamente igual a la personalidad del chico, una ropa que transmitía tranquilidad, paz y sencillez, perfecta para el, logrando una armonía homogénea.
— Buenos días mamá.
Como todas las mañanas el pelirrojo saludo a su madre con un beso en la mejilla, algo que para su parecer realmente amaba hacerlo todos los días de esta manera.
—Buenos días cariño, ¿Cómo amaneciste?.—Le pregunto amablemente la mujer con una sonrisa mientras preparaba un poco de jugo.—
—Muy bien mamá, ¿y tu?
—Bien, aunque estaré aun mejor ahora que tu hermano y padre se despierten.
Mencionó la mujer con una enorme sonrisa a lo que su hijo interpretó como si ella hubiera tramado algo, pero la duda duro pocos segundos ya que luego de un par de murmullos, se pudo escuchar un claro grito masculino y luego de ello un nuevo grito parecido al anterior.
La mujer río mientras escuchaba a su hijo y esposo bajar las escaleras rápidamente.Cuando los dos hombres más altos de la casa llegaron al comedor, los pelirrojos más pequeños no pudieron evitar soltar una gran carcajada.
El padre de la familia estaba pintado y vestido como mujer exageradamente al igual que el anterior solo que este tenía las uñas pintadas de rosa y el padre de estos poseía un brillante y muy abundante cabello color morado.
—¿Cómo amanecieron mis hombres más bellos de la casa?
Pregunto con risas la mujer mientras se sostenía de su hijo más pequeño para no caer al suelo por la risa, quién sin evitarlo se sujetaba el estómago y tapaba la boca evitando soltar una gran carcajada.
—Más les vale que corran—Advirtió el hombre barbudo con una mirada sería—
El hijo y la madre se miraron los ojos por unos momentos para luego salir corriendo rápidamente siendo perseguidos por los pelirrojos más altos. Entre risas y carcajadas toda la familia termino tendida en el sofá con una gran sonrisa.
Está era una gran familia feliz, su familia feliz...
ESTÁS LEYENDO
¡¿Mi mate, un lobo?!
WerewolfSu nombre es Christian, se mudó a la ciudad junto con sus mejores amigos y familia. Pero nunca pensó que al mudarse encontraría algo mejor que los grandes libros que leía. Su secreto... El es Ethan vive en la misma ciudad que el chico nuevo, pero el...