¡¿Mi mate, un lobo?!

"#25"

¡¡MARATÓN!!

Les explico, la madre de Cris se había puesto tan nerviosa que se desmayó, el chico sin saber que hacer llamo a su padre y hermano quienes llegaron enseguida a la casa.

El pequeño pelirrojo penso que fue su culpa el que se haya desmayado su madre, por eso se puso evitar llorar en el transcurso del momento, alertando a los hombres más altos de la casa.
Quienes le preguntaron preocupados que es lo que le pasaba.

—Le dije a m-mamá, p-pero se desmayó, t-todo es mi culpa, soy un mal hijo.

El chico era un río de lágrimas, y aunque muchos piensen que es un llorón, el rara vez lloraba, al chico m solo le preocupaba la salud de su madre.

El hermano mayor viendo que esto se estaba saliendo de control le hizo señas a su padre avisando que saldría de la habitación con el pequeño pelirrojo para calmarlo.
Cuando Jake salió de la habitación de sus padres siendo seguido por su hermanito, este lo tomo de la mano y lo arrastró hacia su habitación.

Cuando llegaron el mayor se sentó en su cama, que al contrario del pequeño que se sentó en la silla junto a él.
Jake quiso ser considerado, pero le mataba la curiosidad de saber que era lo que había dicho su hermanito para que su madre se haya desmayado.

—Cris, tranquilo mamá solo se desmayó, estará bien.

Jake trato de consolar lo mejor posible  a su pequeño hermanito, funcionando casi al instante ya que el más pequeño dejo de llorar un poco, hasta hacerlo casi nulo.

—Se que no quieres que te pregunte esto, pero necesito saberlo, ¿Qué le dijiste a mamá?.

La pregunta tan repentina que menciono el mayor fue como un bofetada para el más pequeño en la habitación.
Se quedó cayado sin soltar palabra alguna.
Segundos después y para la suerte de Cris su padre entro a la habitación con una pequeña sonrisa.

—Chicos ya despertó su madre.

Sin previo aviso el pequeño pelirrojo corrió hacia la habitación de su madre y como si fuera relámpago la abrió encontrándose con una hermosa mujer pelirroja en una inmensa cama, mostrándoles una pequeña sonrisa.
Este le sonrió un poco y con lentitud se sentó junto a ella.

—Amor, ¿podrías salir un segundo?, Quiero hablar con Cris sobre algo.

La mujer se dirigió a su marido con dulzura, que al instante este acepto sonriente.
Cuando la habitación quedó solo dos personas pelirrojas y pequeñas, se dispusieron a hablar sobre lo ocurrido.

—Cris mi niño, ¿recuerdas a tu tía Melisa?

—Ah... Si, desaparecio cuando yo tenía 3 años y luego de dos años encontraron su cuerpo destrozado en el bosque.

Cris no entendia que tenía que ver su difunta tía con ser mate de Ethan.
Pero antes que replicará, su madre lo cayó con una señal.

—Te diré la verdad, y solo la verdad.