Su nombre es Christian, se mudó a la ciudad junto con sus mejores amigos y familia.
Pero nunca pensó que al mudarse encontraría algo mejor que los grandes libros que leía.
Su secreto...
El es Ethan vive en la misma ciudad que el chico nuevo, pero el...
Al día siguiente el tierno y pequeño Cris se encontraba ansioso, ya que hace algunas horas atrás lo había llamado el lindo chico de ojos azules diciéndole que el lo iría a buscar. Este como rayo se vistió lo más lindo pero no tan exageradamente, por alguna extraña razón cada vez que lo veía sentía unas mariposas en su estómago, y su corazón palpitaba rápidamente, aunque nunca le dió importancia.
Esta vez, el escogió su ropa Y eligió, una camisa sencilla blanca junto con su suéter de la buena suerte.
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Se cepillo el cabello lo mejor que pudo, y se colocó un poco de colonia, estaba más que claro que le gustaba aquel chico, pero trataba de comportarse y no actuar como un completo tonto, a pesar de que se conocían hace algunos meses, para ser exactos unos 4 prácticamente.
Este bajo rápido las escaleras al escuchar el auto frente a su casa, se despidió de su madre, ya que era la única que se encontraba en casa, milagrosamente.
Abrió la puerta y se encontró con el encantador chico con una radiante sonrisa, a este le temblaban las piernas, pero aún así le devolvió la sonrisa y camino hacia el. Lo saludo cordialmente con una radiante sonrisa, a lo que el más alto le respondió igual.
Sin más entraron al auto, en el transcurso platicaron sobre diversas cosas como su comida o color favorito, entre otros temas.
Cuando llegaron a la casa del más grande, este caballerosamente le abrió la puerta a su mate y lo dejo pasar a su casa.
La casa era en verdad linda, parecía una mansión, sobresaltaba el color blanco entre los detalles de la casa.
Aunque no pudo admirarlo por mucho tiempo cuando sintió un pequeño empujón, este se volteó extrañado encontrándose con una pequeña niña de ojos azules y cabello castaño.
—Perdón señor no lo ví.
La pequeña niña le respondió tiernamente, a lo que Cris no pudo resistir ya que le encantaban los niños, así que se agachó a su altura mientras le tocaba su sedoso cabello de la niña.
—No te preocupes, solo ten cuidado, ¿si?.
Él le sonrió con ternura a la más pequeña quién asintió sonriente y corrió velozmente hasta su habitación. Para todo esto, Ethan veía la escena con ternura, y se mordia el labio por pensar en que le había tocado un mate tan tierno y puro, aunque el le quitaría parte de esta.
Alejo esos pensamientos y se dispuso a guiar al chico a su cuarto. Este lo siguió con una pequeña sonrisa; cuando llegaron se pusieron a estudiar, Cristian le daba al más grande algunos ejercicios para que realizará y cuando esté no entendía, el otro se acercaba a explicarle.
En una de esas explicaciones estaban tan cerca que podían escuchar los suspiros del otro, el pequeño chico no se dió cuenta que lo miraban hasta que se volteó quedando a sentimientos del rostro del más grande, el no supo cómo reaccionar, así que se sonrojo violentamente hasta las orejas y trato de levantarse, aunque en el transcurso colocó su mano en... Bueno en el miembro del otro chico quién gruñó ligeramente en respuesta, este al verlo se sonrojo aún más si es que podía y trato de levantarse mientras tartamudeaba una disculpa, pero lamentablemente se tropezó con las hojas donde realizó anteriormente los ejercicios de Ethan, haciendo que cayera de frente.
Damas y caballeros, nuestro pequeño y timido chico se encontraba con los ojos abiertos de par en par mientras besaba accidentalmente a Ethan en los labios, quién por cierto, lo veía sorprendido por la repentina caída y el beso que le daba su mate, que lo que en ese momento se encontraba en shock.
