¡¿Mi mate, un lobo?!

"#61"

Pov-Marcos

Ese mismo día Marcos había comprado un par de cosas con ayuda del pequeño pelirrojo para su salida de mañana en la reunión de Jake.
Aunque en ese momento el chico se encontraba junto aún pequeño Cristian el cual temblaba y un castaño muy nervioso.

Esos tres chicos estaban sentados a lado de la camilla donde se encontraba su mejor amiga Jess.

Luego del desmayó de Jess, el castaño corrió hacia ellos para pedirles su ayuda sobre su amiga que ahora estaba desmayada.

Unos minutos después llegó la madre de Jess, aunque el único que decidió ir con ella fue el castaño quien desde ese momento no dejaba de preocuparse sobre la pelirosa.

Por otro lado Cris y Marcos se fueron en sus respectivas casas un poco preocupados por la salud de su amiga, así que decidieron ir mañana a su casa para ver si todo estaba bien.

Al día siguiente Marcos se levantó rápidamente de su cama y se preparó lo más rápido posible, se despidió de su madre de un grito y cuando salió encontró a su padre regando las flores así que le dió un rápido abrazó y salió disparado a la casa de a lado donde se encontraba la pelirosa.

La madre de la chica lo dejo entrar con un saludo maternal y lo invito a sentarse esperando a su hija, quién la madre le había dicho que ya se encontraba bien.
Unos pocos minutos después de eso, entro un pequeño pelirrojo con un suéter morado muy abrigador y se sentó junto a él preguntando sobre la salud de la chica.

-La señora Kira dice que Jess ya está mejor, así que ya no hay que preocuparse.

-Ah... Que bueno, p-pensé que pasaría algo más grave.

Admitió el pequeño chico pecoso, el rubio le sonrió negando repetidas veces y le revolvio el cabello como hacía siempre.
Unos minutos más y la pelirosa ya se encontraba junto a ellos dirigiéndose a su escuela.
Entre risas y pláticas sobre sus novios llegaron a la escuela, claro que el pecoso menor y el rubio no le quitaba el ojo encima a la pelirosa, procurando que no le pasará nada.

Cada uno entro a sus clases, unas aburridas y otras bastante interesantes, y cuando tocaron para el descanso, Marcos no dió ni un paso fuera de su aula ya que tenía a una loca rubia colgando de su brazo.

-Mateo bebé, ¿cuándo haremos el proyecto de química?

Pregunto con voz seductora Esther quién era una chica de su clase a él en realidad no le agradaba para nada, aunque ella no dejaba de colgarse del brazo de un fastidiado rubio.
El chico se intentó despegar de la chica pero fue inútil ya que ella lo tenía bien sujetado de su brazo.
Marcos suspiro y miro a ver con fastidio a la chica.

-Esther, nunca hice equipo contigo, tú estás en el grupo de tus amigas.

-Si bebé, pero yo quiero hacer el trabajo contigo.

-MARCOS, mi nombre es Marcos, no bebé, no Mateo, no otro, solo Marcos, y si me disculpas debo irme que mis amigos, ellos me esperan.

El rubio se safo de las garras de la rubia si es que a eso le llamaban uñas, y fue prácticamente corriendo con sus amigos, estos lo vieron llegar corriendo para luego sentarse rápidamente.

-Es la primera vez que te veo correr tan desesperado, ¿qué pasa?.

La pelirosa le pregunto al chico mientras comía desinteresadamente su manzana.
Este la miro y luego al pequeño pelirrojo, para luego suspirar este se acomodó bien en su silla, ya que estaba dispuesto a contarles.

-Hace algunos días una chica de mi salón no para de molestarme y acosarme, es odiosa y sé que solo está junto a mi por la calificación.

-¡Oh!, ¿Te encuentras bien Marcos?.

Pregunto preocupado el pequeño pelirrojo, el rubio le sonrió y asintió seguro aunque por otro lado la chica lo miro con una ceja alzada.

-Si, aunque estoy me tiene fastidiado su insistencia.

Cuando salieron de las clases Cris se fue a su casa diciendo que tenía muchos proyectos, los dos amigos le desearon suerte y se encaminaron a la casa del rubio para prepararlo a la reunión de su "novio".

Aunque tal vez algo pase allí... ¿No?.