"#19"

23.8K 2.4K 141
                                    

Se quedaron quietos en su lugar por algunos segundos, tal vez por la conmoción, aunque el primero en reaccionar fue el pelirrojo quien de un salto se alejó de el mientras se tapaba la boca con su mano tambaleante.

El lobo aún en shock parpadeó un par de veces y bajó la mirada mientras se sonrojaba ligeramente, ese beso aunque corto le había encantado, pudo sentir los pequeños pero carnosos labios del pequeño pecoso, sabían a menta con un ligero toque de fresa, algo extraño, pero negaría si dijera que le resultó sumamente lindo y exquisito. Deseo saborear un poco más de esos dulces labios, y se preguntó, que si así sabían sus labios como sería el resto de- no, no, eso es bastante inapropiado.

Cuando levantó la mirada para alejar esos pensamientos bastantes revaladores, vio que el pequeño chico se encontraba muy pero muy sonrojado mientras lo veía con grandes ojos, y ya que el chico había saltado del susto la posición en la que se encontraba no era que ayudase mucho al ahora caliente pelinegro quién veía al pecoso con las piernas ligeramente abiertas, mientras se tapaba la boca sonrojado y lo observaba directamente.

Este sintió un bulto en su pantalon y sus colmillos crecer lentamente, aunque este reaccionó sólo cuando el pequeño ahora lo veía preocupado ya que en el proceso miraba a la nada, Cristian se acercó al pelinegro gateando pensando si este le había ocurrido algo malo a lo que el pelinegro no pudo evitar malinterpretar lo que sus ojos veían.

Así que se sonrojo más y tomo su teléfono de la mesita donde trabajaban anteriormente y corrió como rayo al baño, podía oler al más pequeño desde ese lugar, así que tomo varias tiras de papel higiénico y tapo las orillas de la puerta desesperadamente.

Y si señoras y señores, Ethan acababa de entrar en celo, y para no lanzarse a su mate el cual no tenía ni la menor idea de que el era un hombre lobo y sobre todo que está en CELO, hizo lo imposible para tratar de no pensar en el.

Un timbre, dos timbres... Y contesto.

—¡¡¡Zak!!!, ¡Ven rápido a mi casa!, ¡¡¡YA!!!.

—¿Qué pasa?, ¿Por qué tan alterado?, ¿No la estás pasando bien con tu lindo mate?.

Pregunto coquetamente el moreno mientras se dirigía a casa de su Alfa.
Se escuchó un gruñido.

—Estoy en CELO, ¡idiota!.

Ethan colgó y tiro su teléfono alterado; este aspiró el aire aún sintiendo la dulce fragancia de su mate, por lo que gruñó y abrió la ventana mientras prendía todas las velas aromáticas que habían allí, pero le era imposible, ya que su mate estaba detrás de esa puerta y lo podía oler, este estaba tan desesperado que abrió todas las botellas de shampoo y acondicionador para así exparcirlas por la habitación.

—Ethan, ¿estás bien?, Y-yo sé que fue un accidente lo d-del beso p-pero es que... A mí me gustó.

Lo último lo dijo tan bajo que si no fuera por su gran audición nunca lo hubiera escuchado, y allí fue cuando, mando tres metros bajo tierra a su autocontrol.
Tomo la perilla de la puerta y la abrió dejando ver al tímido pelirrojo sonrojado viéndolo directamente con nerviosismo.

El más alto tomo los hombros del chico para luego deslizar una de sus manos al cuello del pecoso y otra a la cintura del mismo, el lobo segado por el calor lo beso intensamente, sorprendiendo al pelirrojo quien torpemente le seguía el beso, el más alto apretó con mas fuerza a Cris quién sorprendido abrió un poco la boca procediendo a que el ojiazul aprovechará he introduciera su lengua en el pecoso.

—¡¡¿Que pasa aquí?!!.

Pero no todo dura para siempre, ¿cierto?

¡¿Mi mate, un lobo?!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora