"#67"

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¡¡MARATÓN ESPECIAL!!

Mientras que en la familia Meller tenian sus problemas, también los tenian en la familia Zusak, las dos familias enfrentaban problemas similares, sus hijos.
Y también sobre el tema principal, su sexualidad.

Para que entiendan mejor les explicaré así que pónganse cómodos, tomen un puñado de palomitas y lleven refresco que desde aquí, iniciará lo bueno...

Horas antes...

Pov-Marcos

Marcos se encontraba en su casa realizando la tarea de español, una materia la cual no le iba también como en las otras.
Decidió consentrarse para realizar el ejercicio pero su mente divaga por otras cosas, más bien por una cosa en específico.

-Jake-

Si, ese chico ponía su mundo de cabeza sin siquiera saberlo, estaba claro que no eran novios formalmente pero se podía dar a entender que si lo eran.
Desde aquel beso que se dieron, ninguno de los dos pudo olvidarlo.

Inconscientemente Marcos se encontraba sonriendo en medio del comedor mientras dibujaba un corazón colocando en medio de este, el nombre de Jake y el suyo.
Eso era bastante tierno, pero como siempre no todo puede ser rosas y colores en el mundo.

Su padre iba pasando por allí para servirse un aperitivo y por curiosidad miro a ver lo que escribía su hijo en su libreta.

—¡¿Qué es esta mierda Marcos?!

Pregunto en un grito el señor sin darle tiempo al chico de comentarle algo, el hombre le arrebató el cuaderno de un jalón, y observó nuevamente lo dibujado por su hijo.
El hombre a medida que veía más el dibujo su rostro cambiaba a uno furioso.

—¡¿QUÉ ES ESTO?!, andas dibujando asquerosidades, con esto... ¡Yo no crié a un MARICON!.

Ante esto el chico no supo cómo reaccionar, trato de levantarse para tranquilizar a su padre y explicarle el dibujo que había realizado.

—Padre, tranquilízate te lo explicaré, ¿si?

—¡¿Qué me explicaras?!, ¡¿Que eres un maldito gay?!, ¿Qué hice mal?, Yo te crié bien, tenías novias, ¡¿quién te influenció?!... Ya se, fue esta persona, ¿no?

Contesto apuntando al corazón, más específicamente el nombre de Jake, el rubio no supo que contestarle bajo la mirada en silencio, el hombre arranco la hoja y se la lanzó a su hijo con enojó.

—¡Yo no crié a un bastardo!, ¡Te quiero fuera de mi casa!, Mi hijo nunca estaría con un hombre...

—No padre, déjame explicarte por favor... A él siempre lo he amado nadie me influenció a nada, lo amo y no puedo cambiar mis sentimientos hacia el—Soltó un par de lágrimas el rubio—

El hombre dejo de escuchar a su hijo cuando le lanzó una bofetada que hizo girar el rostro inprecionado de Marcos, definitivamente esa no se la esperaba, esa nadie se la esperaba.
Claramente le había dolido la bofetada, pero lo que más le dolió fue ver cómo su padre lo arrastraba hacia su habitación y le gritaba que se largarse.

Marcos entre lágrimas e insultos de su padre tomo una pequeña maleta y metió lo necesario, cuando estaba por terminarla escuchó a su madre entrar a la casa, para luego ver cómo corría hacia nuestra dirección.
El hombre le explicó a su mujer por qué estaba echando a su propio hijo de la casa, la mujer se negó a que se fuera, rogándole a su hijo y esposo que se mantuviera en su hogar, pero Marcos tenía otros planes.

El rubio había terminado su maleta, y antre lágrimas se levantó desanimadamente, la mujer jalo a su hijo para que no se fuera y con lágrimas en los ojos le suplico que se quedara, pero el hombre tomo de los pelos a su hijo y lo arrastró hacia la puerta oyendo los gritos furiosos y desesperados de su madre.
El hombre tiró fuertemente al piso a su primogénito y saco unos pocos billetes de su pantalon tirandoselos en  su rostro.

—Ya no eres más mi hijo, largate ahora, asqueroso maricon...

¡¿Mi mate, un lobo?!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora