"#28"

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Esto era incómodo, el maestro juntamente hoy se le ocurrió hacer parejas para el proyecto que realizaran y entregarán en una semana.
Claramente Cristian era el tutor de Ethan, por lo que era más que obvio, quién sería su pareja de equipo, y como él lo suponía, le tocó como pareja al sexy chico de ojos azules, que ahora sabía que era su mate.

—C-Cris, te quería pe-

El chico quería disculparse por lo ocurrido hace algunos días, lamentablemente en ese momento estaba pasando Esteban.

Esteban era el típico brabucon de película, era alto y pertenecía al equipo de baloncesto, tenía el cabello castaño y grandes ojos azules.

—¿Ya le diste su chupón a ese bebe?.

El y sus amigos se rieron de los dos chicos sentados en una esquina de la clase, llamando la atención de todos en el lugar.

—No te metas Esteban, o te irá peor que en feria.

Lo amenazó el chico con enojó, quién su lado alfa estaba saliendo a flote por haber insultado a su preciado mate, eso era inaceptable para el.
Mientras tanto Cris estaba que temblaba, el odiaba las peleas no entendía porque las personas querrian recurrir a los golpes si podían hablarlo tranquilamente, pero miro al chico junto a él con nerviosismo, mientras que el castaño los veía con asco y desprecio.

—¿O si no que, mariposita?

—Ethan, no...—Murmuró Zak con tranquilidad—

Y fue allí cuando a Ethan se le colmo la pasiencia, este sin pensarlo se le abalanzó al chico sin hacer caso a las advertencias de su mejor amigo, y sin perder el tiempo empezó a golpearlo.
La pelea no era tan reñida, ya que el que más recibía los golpes era el castaño en el piso.

Cris, ahora parecía una gelatina andante, se hacerco un poco a la pelea, para poder separarlos, ya que nadie a excepción de Zak tenía intenciones de separarlos.
Trato de jalar a Esteban para que el otro no lo lastimara más de lo que ya estaba, pero su esfuerzo fue nulo al ser el muy delgado y pequeño para arrastrar a alguien que le duplicaba la altura y el peso.
Asi que pasó al plan "B" lo pensó por unos segundos si hacerlo o no, pero al final terminó por hacerlo.

Tomo por los hombros al furioso pelinegro, y ante la mirada de todos sus compañeros y mejor amiga, estampó sus carnosos y pequeños labios en los del chico.
Este abrió los ojos sorprendió, y se relajo casi al instante al sentir los labios del más pequeño.

Cuando Ethan se separó, el más pequeño lo miro atontado, para luego darse cuánta de lo que había hecho, se levantó rápidamente mientras tomaba de la mano a su mejor amiga aún en shock y la arrastraba por los pasillos de la escuela.

Cuando el pelirrojo paró frente a los baños, sin mirar a su amiga se encerró en el.

—¡¿Pero que fue eso?!

La chica estaba más que asombrada, pero necesitaba saber lo que le pasaba su amigo ya que a pesar de lo que había sucedido ella se encontraba preocupada por el, y conociendolo, no diría nada sino se encontraba Marcos junto a él para consolarlo, ya que mayormente ella era la que se quejaba y gritaba.
Así que sin avisarle al pelirrojo, Jessica corrió por los pasillos para buscar a su otro mejor amigo.

Cuando por fin encontró a su amigo, le hizo señas para que saliera de su clase.
Este se excuso con el maestro diciendo que tenía que ir al baño, afortunadamente lo dejaron salir y cuando esté salió la chica lo arrastró a los baños donde se encontraba su amigo, le contó con lujo de detalles lo que había pasado hace algunos pocos minutos, asombrando a Marcos.
Cuando llegaron a los baños, este seguía serrado.

—Hey, Cris, soy yo, Marcos.

El rubio lo dijo con una voz de hermano tranquilizador, que hizo que Cris le prestará atención a la puerta, pero claro, está no la abriría hasta que le dijeran que Ethan ya no se encontraba por allá.

¿Qué haré ahora?... Se preguntó frustrado y sonrojado el chico mientras tocaba ligeramente sus labios con una pequeña sonrisa en su tierno rostro.

¡¿Mi mate, un lobo?!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora