CAPÍTULO 17:
"Bed Stuy, 3:45 a.m."
Conjuntos del valle.
El Diablo.
―Todo, tu pasado, y cuando digo todo, es todo― prenso mi mandíbula.
―¿Por qué el interés?― pregunta de vuelta
―Trabajas para mí, has visto demasiado y te he dejado vivir. Además no pienso arriesgarme a cualquier sorpresa, Bombón.
Luce indignada, pero me da igual, desconfío de todos y ustedes lo saben mejor que nadie.
De pronto, su mirada se clava en sus piernas.
―Yo... no sé cómo empezar― levanta la mirada hacia mí–. Es complicado y demasiado doloroso recordar.
―No me importa― espeto.
Sus cejas se curvan, y me pone demasiado verla enojada.
―Eres un idiota.
Pongo mis ojos en blanco.
―Deja tus patéticos insultos a un lado y habla― musito.
―No te diré nada.
Me pongo de pies de un salto y agrego: ―Si me dices lo que quiero, te prometo metértelo hasta que pierdas el sentido.
No dejo de sonreír.
―¿Es lo único que quieres de mí? ― se pone de pies, desafiándome, cómo siempre.
Que alguien le dé un premio Oscar al drama de Monserrat.
―No te hagas la digna conmigo― me acerco lentamente a ella.
―¡Púdrete!― me empuja pero tomo su cabello con más fuerza que nunca haciendo que se arrodille mientras yo me coloco de cuclillas para mirarla.
Noto las lágrimas brotar de sus ojos y no pierdo la oportunidad de aprovechar su debilidad para sacarle la información.
―Habla.
― ¡No!
―Monserrat no me hagas perder la paciencia.
―Ni siquiera eso tienes. ¡Vete a la mierda!
―Lo haré si vienes conmigo.
―Déjame― manotea sin dirección, su fuerza es nula en comparación con la mía.
―Te soltaré cuando muevas esa boquita y digas lo que quiero oír.
― ¡BIEN!
Sonrío.
―Bien, te escucho.
―Mi padre me abandonó, me entregó a una abogada cuando tenía tan solo 3 años, o bueno, eso me han dicho― comienza―. Ella me llevó a Bogotá― se detiene.
― ¿Y?
Toma una gran bocanada de aire y suspira.
―Te lo contaré, pero por favor suéltame, duele.
Quiero decirle que no, quiero burlarme de su dolor, quiero hacerla sentir una zorra insignificante, pero mis manos sueltan su agarre inconscientemente y parezco un maldito débil.
―Maldito machista― la escucho decir entre dientes mientras se soba la cabeza y endereza su postura, y yo solo contemplo la manera en la que su cabello cae rozando su espalda.
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EL DIABLO II
Любовные романыTengo los demonios que buscas. Malo por nacimiento, cabrón por elección.