Especial San Valentin I

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    Observé la hora en el móvil. Shey llegaba tarde otra vez. No entendía ese don tan especial que tenía ella de llegar tarde a todos los sitios. Así no íbamos a llegar a tiempo a la película. El autobús aparecía desde lejos, así que le envié un mensaje diciendo que la esperaría en su casa.

     Entré en el autobús y pagué el billete. Ese día hacía mucho calor, a pesar de estar en febrero. Bajé la ventanilla justo cuando el autobús arrancaba.

- ¡Dylaaaaan!

    Giré la cabeza como la niña del exorcismo, y vi a mi novia corriendo tras el autobús.

- Por favor, deténgase - le pedí al conductor - ¡Pare el autobús!

- ¿Tu qué te crees mocoso que esto es un taxi? Te bajas en la próxima parada.

- Siempre paran el autobús en las películas cuando el prota se lo pide... - asomé la cabeza por la ventanilla - ¡Ven a la próxima parada! ¡La próxima parada!

     Empezábamos bien nuestro primer año de San Valentin. 

    En la proxima parada me paré y esperé a que llegara. Mientras tanto me dediqué a jugar un juego en el móvil

- Ya estoy.

    Shey apareció medio muerta por el cansancio.

- ¿Por qué no me esperaste? - me preguntó mientras recuperaba el aire.

- Yo que culpa tengo que llegas tarde.

    Entramos en el siguiente autobús para ir a su casa. Sólo nos quedaba una hora para llegar al cine, íbamos justos de tiempo.

    Shey entró escopetada a su casa y subió por las escaleras hacia su habitación. La seguí lentamente sin ninguna prisa. Ella empezó a quitarse la ropa para ponerse otra. Observé su cuerpo tras la puerta.

- ¿Te importa salir?

    Me dijo ella tapándose el sujetador con la camiseta. Rodé los ojos.

- Menos mal que soy tu novio.

    Bajé las escaleras y me senté en el sofá. Como me aburría mazo, cogí el mando y empecé a pasar los canales. En un descuido, el mando de la tele se resbaló y cayó al suelo. Al levantarlo, me fijé que se había cambiado a un canal. Y no era un simple canal de dibujos.

    Miré embobado la pantalla donde salía una mujer en ropa interior sobre un escritorio.

"¿Qué es esto?"

    Sabía perfectamente lo que era. Intenté cambiar de canal, pero el mando no iba. Empecé a alarmarme cuando la escena se puso mas explícita de lo normal, es decir, ella sin ropa y un tio acercándose.

    "¡Cambiate, cambiate, cambiate!"

    Apreté los botones desesperado, pero para mi patética existencia, en vez de cambiar de canal, el volumen subió mas. Los gemidos de la mujer se oían cada vez mas alto.

    La puerta de la casa se abrió y me imaginaba lo peor. Con los nervios a punto de hacerme estallar, tiré el mando a la tele. Al golpear la pantalla, la tele cayó al suelo de un golpe seco. Me quedé como gilipollas mirando el televisor en el suelo.

    Los padres de Sheny entraron y se quedaron mudos sin saber qué decir.

- Yo...

    Sinceramente no me salía ninguna escusa razonable o válida para justificar lo que había pasado.

- Ya estoy, cielo.

    Shey bajó sonriendo por las escaleras, pero al entran en el salón, su sonrisa desapareció.

Conociendo a Dylan O'BrienDonde viven las historias. Descúbrelo ahora