Capítulo 41

92 9 5
                                    

Narrando Dylan

    Me desperté otra vez en mitad de la noche. Una capa fina de sudor recorría mi frente. Mi cuerpo temblaba. Maldita pesadilla. Fui al baño cerrando con pestillo. El agua helada sobre mi rostro despejó un poco el dolor de cabeza que empezaba ha sentir.

Mierda, no había cogido las pastillas.  Volví a la habitación en silencio, con las manos aún temblado. Fui al cajón uñy me llevé dos pastillas a la boca. Me las tragué sin ayuda de agua. Me estaba sentiendo agobiado y necesitaba salir. Cogí algo de ropa y las zapatillas.

    Cogi la chaqueta donde tenía las llaves. Miré hacia la cama. Ella seguía durmiendo. Deseaba con todo mi ser volver ahí, y abrazarla, sentir el calor de su cuerpo. Pero el temblor de mi cuerpo me avisaba que estaba en la mierda. Salí de la habitación en silencio, hasta la puerta. El aire frío de la calle me golpeó el rostro.

    Sentía que a los cinco minutos me faltaba el aire en los pulmones. Me obligué a mi mismo ha arrastrar los pies. ¿Joder, cómo se me había olvidado tomar las putas pastillas? Pero aún así avance. Mis pesadillas, mejor dicho, esas pesadillas eran horribles. Y siempre me entraban ataques de pánico, pero gracias a las pastillas las tenía a raya. Pero estos días todo había sido un lío y no me acordé de ella. Así que por eso había salido, el aire fresco me despejaria la mente. Fui a un parque cercano que había. Pero mi día malo sólo había empezado.

    De todos los parques que había en la cuidad, tenía que encontrarme a Cody. El cual tampoco estaba very happy de verme. Encima estaba medio borracho. Y con tres gorilas que lo acompañaban. Enfoque la vista mejor. Eran tres chicos corpulentos...

- Mira a quien tenemos aquí - dijo Cody.
- ¿Qué quieres?
- Vi entrar a Shelley en tu casa, pero no salió.
- ¿Acaso eres su guardaespaldas y no me enteré? - le dije cruzandome de brazos.

Cody soltó una risa bastante falsa, y miró a a uno de los gorrilas, el cual también se estaba riendo de esa forma.

    Me apoye contra el muro y tiré la cabeza hacia atrás para mirarles.

- Meteos en vuestra vida. No tengo tiempo para esto...

    Sentía que estaba peor que cuando salí de la casa.

- Te lo diré una vez, aléjate de ella. ¿Entendiste? - gruñó Cody.

    De pronto Cody me agarró el pelo e hizo que les mirase a él. Me queje cuando sentí dolor en el cuello.

- Joder, ¿Pero qué te importa?
- Ella es mia. Si se acerca a ti, se irá todo a la mierda.

    Agarró más fuerte mi cabello y lo estiró mirando mi cuello.

- Marcas recientes... Dime pequeño, quién te las ha hecho, ¿ha sido Shelley?

    Cierra la boca Dylan, no digas nada estúpido.

- Fue la puta de tu madre.

    Soy idiota. Seguramente era por mi estado, y no controlaba lo que salía de mi estúpida boca.

- Cierra la puta boca - dijo uno de los chicos.

    Este me dio un cabezazo contra el muro. Justo lo que necesitaba para mí dolor de cabeza.

- No entiendes nada. Ella te está utilizando, se nota que no te ha contado todo.

    Cerre los ojos con fuerza al sentir un dolor agudo en la cabeza. Seguramente ya tenía una herida y todo. Intenté soltarme, pero mi tembleque no ayudaba. Maldita sea, ¿por qué tenía tanta mala suerte?

- ¿Y tú qué sabes? No la conoces como yo - dije yo.

    Cody rió, y esta vez sí lo hizo en serio.

- Llevo toda la vida junto a ella. La conozco desde que éramos unos niños, ¿y me dices eso? Eres un idiota. Shelley no te ama, estúpido,te dejará y te olvidará. No eres especial, no te creas especial, Dylan. Mmh... Vaya, ya verás como dentro de unos días se olvidará de tu existencia, se aburrirá de tu culo, de tu boca o de cualquier parte de tu cuerpo.

    En ese mismo momento, sentí dos cosas. Una, que mis ojos se llenaban de lágrimas y aún que no quería creer a Cody, mis miedos y dudas creían sus palabras. Dos, las malditas náuseas. Las sentía siempre cuando llevaba un rato después de tomar las pastillas. Sin previo aviso, vomité encima del gorila que me estampó contra el muro.

- ¡¿Qué... Coño?!

    Se apartó rápidamente y se quedó lloriqueando ahí atrás.

- Gilipollas, ahora sí que la has cagado - dijo enfadado Cody.

    Me empujaron contra el suelo de un golpe y empezaron a patear mi cara. Senti mi boca llenarse de sangre. Me tapé el rostro con las manos, mientras hacía prácticamente nada en el suelo. Muchas veces me sorprendía lo inútil que podía ser.

- Eres un asco de tío - oí hablar a uno de los chicos.

    Me pateó varias veces más en la tripa y ne dejaron tirado en el suelo, yéndose lejos juntos. Escupi la sangre que tenía en la boca. Me dolía todo el cuerpo. Lágrimas caían por mi rostro mientras intentaba levantarme. Me costó mazo, pero llegué a casa. Agradecí que Shelley tenía un sueño profundo y no me oyó volver. Fui al baño y bservé mi reflejo en el espejo. Joder, estaba horrible. Tenía el labio partido, y seguramente un moratón saldría en la mejilla derecha. La cabeza me dolía mucho, y como me temía, tenía una brecha. Mi cuerpo también estaba echo una mierda. El estómago me dolía mazo, y seguramente también me quedaría algún tipo de marca.

    Llegue a la conclusión que con esa pinta, no podía amanecer en casa. A mis padres les daría algo. Y Shelley... No quiera verla, al menos por ahora. Tenía que aclarar mi mente.

    Recogi algo de ropa y dinero. No antes de dejar una nota al lado de Shelley, disculpándome que tenía cosas urgentes qué hacer por la mañana y por eso salí antes. Rece que se despertara tarde. Volví a salir a la fría calle, la cual ya no me parecía tan fría. Estaba solo, y no sabía a dónde ir. Caminé sin rumbo hasta llegar a un hotel. La habitación me salió bastante barata. Salí de la recepción lo antes posible, ya que el dueño me miraba raro. Normal, llevaba unas pintas.

    En la habitación, me di una larga ducha. En el espejo vi que ya se me estaban formando moratones por donde el abdomen y la mejilla. Ya no me dolía tanto, por los relajantes que me había tragado. Volví a la cama sin nada puesto, tomándome otra pastilla para dormir. Iba a ser una noche muy larga.

______________________________________

ESTO DE ESTAR DE VACACIONES EN LA PLAYA ME HA DESCONECTADO POR CONPLETO EN QUÉ DIA VIVO JAJAJAJAJA.

HE TENIDO QUE ESCRIBIR ESTE CAPÍTULO CORRIENDO YA QUE NO QUERIA RONPER LA RUTINA DE SUBIR CAPITULO.

AUN ASI, YA SON MAS DE LAS DOCE...PERO ME ALEGRO DE HABERLO ACABADO Y COMPARTIRLO.

YA QUEDA POCO PARA SABER QUÉ PASO EN ESE VIAJE EN HAWAII QUE HIZO SHELLEY CON DYLAN Y UNOS AMIGOS.

ESPERO QUE OS HAYA GUSTADO EL CAPÍTULO EXPRESS JAJAJAJA.

ABRAZO DE PANDA 💜

Conociendo a Dylan O'BrienDonde viven las historias. Descúbrelo ahora