Capítulo 44

96 6 1
                                    

Narrado por Shelley

    ¿En serio le había dicho que le quería?. Los ojos de Dylan buscaron los míos con desesperación, incluso con urgencia. Debati mentalmente esos segundos lo que había dicho. Dylan había sido una persona que giró mi mundo unos ciento ochenta grados. Y aún que al principio nuestra amistad, por llamarla de alguna forma, fue muy chocante, fuimos sinceros sobre nuestros sentimientos. A pesar de los baches y tormentas, seguimos adelante. Y recordando todo eso, reconocí que sí que lo amaba. Más que a ninguno. Y ese sentimiento me producía una calidez en mi corazón.

- Te amo, Dylan O'brien.

    Dylan soltó el aire por la boca, como si estuviera manteniéndolo hasta oír mi respuesta. Sonrió, con esa sonrisa tan característica suya, y que tanto me gustaba. Se removió los labios. Se notaba que se había puesto algo nervioso por mi confesión tan directa. Ese hombre me mataba con su ternura. Le sujete de los cachetes.

- ¿No era eso lo que querías oír acaso?

- Pensé que me ibas a romper la nariz o algo así. No eres la más cariñosa que digamos.

- Aún estoy a tiempo de romperte la nariz. Para no romper la costumbre - bromee.

- Mi pequeña peleona.

    Dylan bajo su rostro para besar mis labios. Lo recibí encantada. Pasé mis manos por detrás de su cuello, para acercar nuestros cuerpos más. Oí que Dylan hacia un ruido de queja cuando mordí su labio.

- ¿También me quieres dejar sin labio como Cody?

- Dios, lo siento mucho.

    Me había olvidado por completo que tenía el labio partido. Le di un suave beso como recompensa.

- Siento mucho por lo de Cody...

- No es tú culpa que esté obsesionado contigo.

    Permanecí en silencio, algo que Dylan lo interpretó que algo malo pasaba.

- Entiendo... Que Cody y tu habéis sido amigos de la infancia. Pero, no quiero que haya este tipo de abismo entre nosotros. Estás muy rara desde que él está y... Soy tu pareja, Shelley. Nos contamos todo.

    Baje mi mirada. El miedo y la culpabilidad se apoderaba en mi cuerpo en cada segundo que pasaba. Sobretodo la culpabilidad. Era como un animal que crecía en mi interior, arañandome desde dentro. Empecé a dar vueltas por la habitación sin darme cuenta a penas. Dylan me observaba desde su esquina, sin moverse, pero sin apartar su mirada de mí.

- No es fácil - dije al final mirándole a los ojos - Es algo que intento olvidar con todas mis fuerzas. Y volver a abrir ese candado... No es fácil, Dylan.

    El moreno me sujeto la mirada unos segundos. Después, se acercó a mi y me abrazó.

- No te voy a forzar a que me lo cuentes ahora. Puedo esperar a que estés lista. ¿Serás capaz de contármelo?

    Asentí con la cabeza, ocultando mi rostro en su pecho. Su abrazo me relajo. Ni me había dado cuenta que estaba temblando. El moreno me acarició la espalda un rato hasta que mis temblores finalizaron.

- Solo jurame que no tienes algún hijo secreto con Cody - me dijo Dylan al separarnos.

    Solté una carcajada por su idea.

- Lo juro. Cody y yo siempre fuimos amigos. Deja de pensar cosas raras.

- En tu vida siempre hay sorpresas. Ni desayunar puedo tranquilo.

Conociendo a Dylan O'BrienDonde viven las historias. Descúbrelo ahora