Capítulo 40

97 10 1
                                    

Narrado por Dylan

    No dije nada, solo le seguí el beso, subiendo encima de su regazo. Nunca había sentido algo así. La necesitaba como nunca.

    Pasé sus manos por detrás de mi cuello, profundizando el beso más. Me separé por un momento sintiendo que el ambiente se volvía otra vez tenso. Pero ella rozo mis labios con su lengua. Joder, eso sí que me puso duro. Sonreí de lado mientras la miraba a los ojos.

- ¿Estás segura de esto?

    Ella me devolvió la sonrisa y asintió. Me bastó. Mientras daba besos por su cuello acariciaba cada curva de su cuerpo. Quería recordar cada rincón de su cuerpo, marcan cada centímetro de su piel. Cogí su short, el cual ya me molestaba, y se lo quité.

    La besé hasta que nos faltó la respiración, después de eso comencé a quitarle su blusa.
Comencé a dejar besos húmedos desde su cuello hasta su ombligo, donde oí que ella soltaba una risita, ya que tenía cosquillas ahí.

    Me dispuse a quitarle entre besos su sujetador y su blumer de encaje negro. Después de eso solo miré su hermoso cuerpo desnudo.

- ¿Q-qué miras?

    Se tapó un poco avergonzada con las manos. Reí.

- Eres hermosa princesa.

    Diciendo eso me acerqué a ella y la besé. Seguí el beso, mordiendo ligeramente su labio inferior. Ya estaba excitado, mi miembro comenzaba a crecer debajo de la toalla.
Besé su cuerpo mientras oía como ella jadeaba por eso. Me fijé en su lunar, en la parte baja de su tripa, justo donde lo ocultaba las braguitas. Me pareció tan cuco. Estaba bajando cuando sentí que ella me sujetaba de los hombros.

- ¿Q-qué haces?

- Tranquila, voy a besar el lunar. No voy a bajar ahí abajo... Aún.

- ¡Nada de aún!

    Reí por su reacción. Volví a bajar para besar su lunar. Sentí como ella se estremecía. Volví a hacer el camino de los besos, pero esta vez empezando desde abajo. Probé sus pechos, y sentí como su cuerpo volvía a estremecerse. Esa mujer tenía muchos sitios sensibles y eso me gustaba.

Narrado por Shelley

    Leves gemidos se me escaparon por la boca, mientras sentía como mi piel se erizaba al contacto de los labios de Dylan sobre mis pechos.
Estaba muy avergonzada, pero confiaba en él. Hundí mis dedos en el pelo de Dylan. Más tarde baje mis manos por su pecho y abdomen. Podía sentir que tenía muy buen cuerpo. Baje un poco más mis manos hacia su toalla para quitarla.

    Sentí que pasaba una de sus manos por todo mi cuerpo hasta llegar a mi parte de abajo. Iba a replicar pero no me dio tiempo, ya que empezó a acariciar mi critoris.
Cada toque era una sensación nueva. Empezaba a tener mucho calor. Y los dedos de Dylan en mi interior me volvían locos del placer que sentía. Nuestras miradas se conectaron,y sonreí de lado, pasando la lengua por mis labios.
Vi como cogía su miembro ya erecto y comenzó a pasarlo por la entrada sin meterlo.

    ¿Eso tenía que entrar dentro? Era demasiado grande. Imposible que entrase. Si, me estaba empezando a poner nerviosa. Desvíe la mirada de él ya que sentía que volvía a sonrojarme. Y sobre todo entrar en pánico. Pude sentir como Dylan se movía y por un tiempo deje de sentir su peso encima mía. Al poco rato, volví a sentirle cerca. Me cogió de las piernas, y acariciandolas, me las separó un poco.

- ¿Sabes que eres hermosa?

    Podía sentir que mi rostro se volvía más rojo. Cerré los ojos y me tapé la cara con mis manos. ¿Por qué decía esas cosas en un momento así?

Conociendo a Dylan O'BrienDonde viven las historias. Descúbrelo ahora