Tres años atrás, narrado por Shelley
Rebusque entre mi armario, guardando algunos conjuntos, camisetas, vestidos y pantalones cortos. Fui a mi tocador y volví a comprobar que llevaba todo lo necesario para el viaje. Unos golpes en la puerta me hicieron levantar la vista.
- ¿Ya tienes todo? - me preguntó Cody, apoyado en el marco de la puerta.
Sonreí al verle. Cerré el bolso de mano que iba ha llevar al viaje y me senté sobre la cama.
- Si, ya lo tengo todo.
- Y eso que salimos mañana.
- No lo dejo todo para el último momento cómo tu - le sonreí - Seguro que ni has echo la maleta aún.
- Que bien me conoces.
Cody se separó del marco y fue hacia mi escritorio, para mover la silla y sentarse en ella, delante mía.
- ¿Nerviosa por el viaje?
- Un poco. Ten en cuenta que es mi primer viaje a Hawaii.
- Y sin padres - añadió el rubio.
Reímos los dos. Nos quedamos un rato más hablando sobre los detalles del viaje. No iba a mentir, estaba muy emocionada por el viaje. Era mi primer viaje que iba a hacer con mis grupo de amigos. Cody se ocupó de todos los preparativos desee hacía varias semanas.
Después de un rato, Cody se fue a su casa, a pesar de que mi madre insistiera para que se quedara para cenar. La cena fue bastante animada, mis hermanos y mis padres no dejaban de hablar de mi viaje. Parecía que estaban más animados que yo.
Volví a mi cuarto para revisar los últimos preparativos: maletas, dinero, pasaporte, cargadores. Ya satisfecha, decidí que era hora de dormir. Tenía que madrugar muy temprano, para estar en el aeropuerto. Así que quería estar lo máximo descansada para el vuelo. Me quité la ropa que llevaba y fui directa ha la ducha. El agua caliente relajó mis músculos tensos, y suspiré aliviada por esa sensación. Con solo una toalla y el pelo mojado, salí del baño, dejando atrás una nube enorme de vapor. Me vestí un pijama corto que tenía y me metí entre las sábanas de mi cama, apagando las luces. Me quedé despierta unos minutos más, seguramente por la emoción, pero al final el cansancio me venció.
Mi alarma sonó a las 5 de la mañana, y me desperté más cansada de lo que pensaba. Me senté sobre la cama para estirar mis brazos. Mi pelo estaba echo un desastre, muy revuelto y parecía un nido de pájaros. Eso me pasaba por irme a la cama con el cabello mojado.
No tenía tiempo para arreglar mi pelo del todo, así que me lo recogí en un moño y me vestí. Me lavé la cara y los dientes antes de bajar a desayunar. Como había prometido mi madre, se había levantado para despedirse, e incluso hizo tortitas.
- No hacía falta que lo hicieras, mamá - le di un beso en la mejilla.
- Quería despedirme con tu desayuno favorito - me sonrió.
El desayuno duró muy poco, ya que en nada llegaron mis amigos. Me despedí de mi madre con un gran abrazo.
- Volveré en 5 días - le dije con una sonrisa.
- Llámame todos los días, sino me preocuparé.
- Por supuesto.
Cinco días después
No sabía en qué punto todo se había torcido. Estábamos de doce horas para coger el avión de vuelta pero ahora todo se había vuelto oscuro. Sólo podía sentir que me dolía mucho la cabeza y sentía unas ganas tremendas de vomitar. Simplemente quería despertar de esa pesadilla. No podía pensar en nada, sólo miraba un punto fijo. Ese punto fijo.
Podía oír, muy de lejos, la voz de Cody. Pero poco a poco su voz sonaba más clara y moví mis ojos hacia mi amigo, el cual no paraba de dar vueltas por la habitación del hotel. Centré mi atención en lo que decía el rubio, por mucho que me costaba, ya que él hablaba en susurros, más bien para sí mismo. Volví a desviar la mirada, está vez mirando mis manos, las cuales no dejaban de temblar sobre mis muslos.
- ... sólo habrá que salir de aquí lo antes posible, borrar todas nuestras huellas y...
- Cody...
Susurré tan bajo que temi que no me fuera ha oír. Pero no fue así. Sentí que Cody se acercaba a grandes pasos hacia donde yo estaba tirada en el suelo. Me tiró de los hombres lejos de él. Pero yo no quería eso, no aún. Podía ayudarle, debía ayudarle. Empecé a forcejear con mi amigo para librarme de sus brazos.
- No, no, no. ¡Espera! Tal vez... - empecé a decir pero el rubio me apartó a la otra punta de la habitación, sin hacer caso a mis réplicas.
- ¡No hay tiempo Shelley! ¡Mírame!
- ¡No!
No podía dejar de mirar hacia ese lugar. Me negaba de apartar la mirada de ahí. Mis lágrimas seguían sin dejar de derramarse por mi rostro y el temblor de mis manos tampoco disminuía. Ni me había dado cuenta que estaba llorando. Intenté con la poca fuerza que me quedaba, salir del agarre del rubio, pero después de unos segundos de gritos y llantos, caí rendida entre los brazos fuertes de Cody.
- ¡Shelley! Quédate conmigo, mírame por favor.
Sentí sus dedos frios y también temblorosos sobre mis mejillas. Cody se puso en mi campo de visión. Sus ojos contactaron con los míos. Sus caricias sobre mi mejilla tranquilizaron mi ridmo del corazón. Chocó nuestras frentes, sin dejar de acariciar mis mejillas.
- Respira, pequeña. Respira. Todo irá bien. Todo está bien.
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HOLA DE NUEVO CHICOS. COMO OS PROMETÍ, UN CQPITULO MÁS.
ESTUVE VARIOS DÍAS PENSANDO SI PUBLICAR ESTE CAPITULO O OTRO QUE TENGO EN EL BORRADOR. HE MODIFICADO ESTE CAPITULO MUCHAS VECES YA QUE NO ME CONVENCÍA DEL TODO (Y SIGUE SIN HACERLO, LA VERDAD)
¿QUÉ PENSAIS QUE HA PASADO EN ESE VIAJE? PIENSO MUY EN EL FONDO QUE CODY NO ES TAN MALO, O AL MENOS PIENSO QUE EN ESE MOMENTO, FUE UNA GRAN AYUDA PARA SHELLEY.
ESTIMO QUE EN UNOS CAPÍTULOS MAS ADELANTE SE SABRA LA HISTORIA COMPLETA. MIENTRAS TANTO, OS DEJO CON UN POCO MAS DE INTRIGA.
VUELVO A ESTAR MUY AGRADECIDA QUE ME LEAIS Y POR VUESTROS COMENTARIOS. ME ANIMAIS MÁS A SEGUIR CON ESTA NOVELA.
HAY UNA POSIBILIDAD, PERO EN UN FUTURO UN POCO MAS ALEJADO, DE QUE SUBIRE UNA NUEVA NOVELA. PERO DE ESO YA IRE COMENTANDO.
Y OTRA COSA. HABÍA PENSADO EN HACER UNA SEGUNDA TEMPORADA DE ESTA, YA QUE PIENSO QUE YA TIENE MICHOS CAPITULOS. ¿QUÉ PENSÁIS VOSOTROS?
UN ABRAZO DE PANDA.💜
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Conociendo a Dylan O'Brien
FanfictionShelley, decepcionada por no llegar a tiempo a un casting, entra en una cafetería para tomar algo. Era su última oportunidad para demostrar a su padre que quería ser una actriz y la dejo ir. Lo que no sospecha es que alguien la esta observando. Y es...