Nos alejamos unos centímetros y nos miramos, pero esta vez su mirada era diferente. Más brillante, más... Especial.
Él me sonrió con su sonrisa de felicidad total y, como si de un espejo se tratase, le sonreí del mismo modo. No hacía falta decir nada.
Seguía igual de guapo que siempre, la única diferencia es que le había salido una peca debajo del ojo. Habían pasado tres semanas, pero habían parecido meses. Le había echado muchísimo de menos.
- No ha sido lo mismo sin ti, te añoraba tanto...- Me dijo con la mirada baja, pero levantó su rostro para mirarme de nuevo. - Ahora más que nunca sé que quiero estar contigo, que eres tú- Sonreí.
- Es una locura.
- ¿El qué?
- Todo. Todo esto. Nos conocemos de hace prácticamente dos meses, y yo, al menos, siento algo muy fuerte por ti.
- Los sentimientos no se pueden controlar. Nunca había conocido a nadie como tú, nunca nadie me había hecho sentir lo que siento cuando estas cerca de mí, cuando me tocas, cuando me besas... O simplemente cuando me miras.- Volví a sonreír, esas palabras eran música para mis oídos. Me sentía totalmente reflejada en lo que estaba diciendo.
- Eric... Te he echado tanto de menos...- Fui a abrazarle.
- Ahora ya aunque me lo ruegues, ni loco me separaré de ti.
Estuvimos un rato abrazándonos, disfrutando el uno del otro, hasta que Eric decidió romper el silencio:
- ¿Dónde no te has besado nunca?- Le miré extrañada. Que cambio de tema tan radical.
- En una barca, por ejemplo- Le apareció en la cara una sonrisa inmensa.
- Me muero de ganas de besarte en una barca, vamos.- ¿En serio íbamos a subir a una barca sólo para besarnos? Que romántico, en realidad.
Nos subimos a su moto y fuimos a un lago que estaba a las afueras de la ciudad. Cuando llegamos, los paisajes que había parecían irreales, eran como de película.
Eric me cogió de la mano y cuando llegamos a la orilla pagó al de las barcas para que nos dejara subir. Cuando lo hicimos, nos adentramos en el lago. Era inmenso. Remamos hasta llegar a un sitio más íntimo. Él me miró.
- ¿Esta vez quien besa a quien, tú a mí o yo a ti?- Dijo recordando alguna discusión tonta que habíamos tenido anteriormente sobre este tema con una sonrisilla picarona.
- El que antes tenga ganas- No me dio tiempo ni a volver a pestañear. Cogió mi cara entre sus manos y me besó muy despacio, muy gustosamente.
- Wow... Me ha encantado- Dije sincera. Me acerqué yo esta vez y acabé con el espacio que había entre nosotros, de nuevo nos besamos del mismo modo. Al rato, cuando yo quise, me alejé un poquitín.
- ¿Y tú? ¿Dónde nunca te has besado?- Pensó un poco.
- Debajo del agua.
- ¿Debajo del agua? ¿Estás loco? Te puedes ahogar.
- Asumiré el riesgo- En ese instante, después de pronunciar esas palabras, me agarró y me puso sobre sus hombros.
- ¡ERIC! ¡NI SE TE OCURRA!- Grité.
- Será divertido, un beso bajo el agua.
- ¡Nos vamos a empapar! Y además ¡Está prohibido bañarse aquí!
- ¿Nunca te has saltado las reglas?
- ¡No! ¡Eric, bájame!- Grité dándole unos golpes bastante fuertes en la espalda.
- Coge aire- Eso hice, no podía hacer nada más. Al segundo, ya estábamos los dos sumergidos. Me agarró de nuevo la cara y juntó nuestros labios. En realidad, no me disgustó, al contrario, me gustó mucho.
Salimos a la superficie cuando ya nos faltaba el aire, y nos subimos de nuevo a la barca.
- Estás loco Eric- Dije escurriéndome la ropa como podía.
- Sí Júlia, estoy loco pero por ti- Sonreí.
- Todo el mundo responde igual ante ese comentario.
- Ya, pero seguro que nadie lo dice con tanta sinceridad- Sus ojos mostraban seriedad.
- ¿Así que estás loco por mí?- Me burlé un poco de él.
- Hasta el último poro de mi piel- Vale, eso había sido muy bonito. Le di un abrazo como respuesta.
- Te quiero Eric- Me sonrío de nuevo y reseguí su sonrisa con mis dedos, no perdiéndome ni un detalle de sus perfectos labios.
Seguimos un rato más en el lago hasta que volvimos a la orilla. El que se ocupaba de las barcas nos miró, negó enfadado con la cabeza, ató de nuevo la barca y se fue.
Emprendimos camino a mi casa. Llegamos en un momento y al entrar el teléfono estaba sonando, lo cogí volando.
- Hola mamá- Dije.
- Hola cariño.
- ¿Como está mi tía?
- De eso quería yo hablarte. Pues no mejora. Y la verdad es que quería plantearte una cosa...
- A ver, dime.
- Venirnos a vivir aquí, a cuidar de tus primos pequeños. Tu tía no puede prácticamente moverse cielo.
- Pero mamá, yo quiero quedarme aquí, con Eric- Él me miraba con los ojos abiertos.
- Ya cariño pero si no hay más remedio...
- ¿Y si me quedo yo aquí?
- ¿Sola?
- Si mamá ¿Cuál es el problema? Eric está más aquí que en su casa, prácticamente nunca estaría sola. Además ya tengo 19 años, puedo vivir yo solita.
- ¿Estás segura que es lo que quieres?
- Sí, estoy segura.
- Vale pues... Oficialmente ya vives sola.
- ¿Y no vienes antes?
- Iré en cuanto tu tía mejore un poco...
- Vale mami, no te preocupes, hasta luego.
- Cuídate cariño, cualquier cosa llámame- Y colgué.
Eric estaba a mi lado, mirándome, esperando a que dijera algo:
- Mi madre me ha dicho de ir a vivir a Francia porque mi tía no se recupera y hay que cuidar de mis primos. Pero yo le he dicho que me quiero quedar contigo. Oficialmente, ya vivo sola.
- Uf... Menos mal, sino tendría que ir todos los fines de semana a verte a Francia, se haría muy pesado.
- ¿Vendrías?
- ¿Lo dudas?- Una sonrisa se plasmó en mi cara.
- No, no lo dudo.
(Los días siguieron igual. Júlia y Eric cada día se querían más y más y no había momento que se separaran. Estaban hechos el uno para el otro. Pasaron prácticamente 6 meses y todo seguía igual de perfecto. ¿Alicia? No volvió a molestar, al menos en esos meses. Llegó el día que hacían medio año juntos y Eric le preparó una gran sorpresa a Júlia, pero según él, nada era suficiente para tal princesa como ella.)
Continuará...
¿Que habrá preparado Eric? ¿Todo será tan bonito? Mmm... No sé yo. Gracias por leerla <3 Comentad y votad que os parece (eso me hace muuuuy feliz.) Gracias de nuevo <3 Espero que os esté gustando y estéis disfrutando.
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Vete, pero quiero que te quedes
Teen FictionQue cosa tan complicada el amor, y para ellos no iba a ser menos. Júlia y Eric se amarán. Pero, como en toda relación, hay ciertos obstáculos y ciertas dudas. El pasado, en el pasado se queda. Pero, ¿Y si vuelve? ¿Y si encima vuelve para estropearl...