- Explícame eso.
- Jorge, ¿Tú crees que cuando la vea podré aguantar mis ganas de acercarme? Que me tiene loco, que han pasado un año y 57 días y me acuerdo cada segundo de ella. Que no sé que me hizo, pero me tiene absolutamente loco. Y ya no habrá marcha atrás, tendré que hacer que sea mía de nuevo porque es superior a mí imaginármela en los brazos de otro. Y tengo la imagen de ese tío besándole en la cabeza y...
- Eric, sólo llevan saliendo tres meses.
- ¿¡Tres meses!? 90 días con sus 90 noches donde él habrá podido recibir sus abrazos, sus besos, sus caricias...- Me miró sorprendido.
- Seguro que no ha sido ni será igual de especial para ella que como lo que fue contigo, habéis pasado tantos momentos juntos...- Otra sonrisa plasmada en mi rostro.
- Lo recuerdo todo. Pero todo, todo, todo.
- ¿Y si estabas y estás tan enamorado? ¿Por qué Eric, por qué? Todo os iba tan bien... Yo apostaba por vuestra relación.
- Yo que sé Jorge... Estaba completamente idiotizado. Creí que nos dejaría en paz... Que dejaría en paz a Júlia... No lo sé ¿Vale?
- Vamos a ir a buscarla.
- ¿Qué? ¿Ahora?
- ¿A estas horas? No Eric, mañana- Miré mi reloj.
- Es muy tarde. ¿Puedo quedarme a dormir?
- Claro. Me voy a la habitación que supongo que ya tendrás sueño. Mañana seguimos hablando Eric, descansa que te hará bien. Que mañana verás, después de un año, a la chica que te trae loco.
¿Cómo pretendía que durmiera si al día siguiente iba a ver a Júlia? Me pasé toda la noche pensando en que decirle, en que hacer, en que pensar... Y eran demasiadas cosas... Las horas pasaron lentas, cuando quise dejar de pensar y dormir, Jorge ya estaba abajo de nuevo. Me había pasado toda la noche despierto.
- Buenos días Eric, ¿Qué tal has dormido en el cómodo sofá?- Rió.
- No he dormido nada.
- ¿Por qué?- Fui con él a la cocina.
- Porqué he estado pensando en que decirle y que hacer.
- Ajá, ¿Y en qué has pensado al final? ¿Qué le dirás?
- Nada, no lo sé, no sé nada- Dije nervioso, empezaba a sudar frío.
- Tranquilo Eric, ¿Sabes que? Voy a llamarle ya. Y sobre todo, no digas nada.
Marcó su número y puso "el manos libres", aumentando así mi nerviosismo:
- Hola Jorge- Su voz, su cálida voz que me hacía sentir como en casa, que me hacía sentir feliz y arropado. No pude evitar sonreír nuevamente.
- Hola Júlia, ¿Te parece bien que quedemos en el centro comercial en 30 minutos?
- Claro, ¿Alguien está ahí contigo?- ¿Cómo lo sabía? Esta vez vi que Jorge fue el que se puso muy nervioso.
- No, ¿Por qué?
- Se escucha una respiración mientras hablas.
- Pues no hay nadie, puedes estar tranquila.
- ¿Seguro? ¿No me estarás haciendo una encerrona? Sabes que no quiero volver a ver a Eric. Nunca, en mi vida.- Todo mi yo interior se fue al suelo. Algo en mí, esa pequeña ilusión, esa pequeña parte de mí que aún creía en algo se rompió.
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Vete, pero quiero que te quedes
Подростковая литератураQue cosa tan complicada el amor, y para ellos no iba a ser menos. Júlia y Eric se amarán. Pero, como en toda relación, hay ciertos obstáculos y ciertas dudas. El pasado, en el pasado se queda. Pero, ¿Y si vuelve? ¿Y si encima vuelve para estropearl...