Hacía poco tiempo que estaba sola y estaba actualizando las redes sociales cuando la puerta de la habitación se escuchó. Alguien había entrado. Desvié la mirada de mi libro hacia esa dirección y mis sospechas fueron confirmadas. Era Marcos.
Cerró la puerta detrás de él y puso el pestillo. En ese instante dejé mi libro a un lado y me levanté de la cama para enfrentarle.
- Eres tan pesado...
- Cállate y vamos al lío preciosa, que no tenemos mucho tiempo.- Se acercó a mí e intentó agarrarme pero me alejé.
- ¿No entiendes que no quiero nada contigo? Esto ya es acoso.
- Se le puede considerar acoso cuando la otra persona no quiere, pero se te nota en la mirada que lo estás deseando.- Se me pasó por la cabeza si tenía serios problemas mentales porque no era normal.
- Tú eres tonto. Ahora, por favor, déjame en paz.
- ¿Me quieres dejar con el calentón?- Definitivamente, tenía problemas psíquicos. Serios.
- ¿Pero qué calentón? Creo que no estás bien de la cabeza. Anda, vete- Estiré mi brazo en dirección a la puerta señalándole que se fuera.
- Ya hablaremos otro día, preciosa- Me dio un beso muy cerca de los labios y le pegué un fuerte empujón.
- Vuelve a hacer eso y te enteras- Una áspera risa salió de entre sus labios mientras se dirigía a la puerta. La abrió y antes de cerrarla detrás de él me guiñó juguetón el ojo.
Después de que Marcos se fuera suspiré sacando el aire que había estado reteniendo inconscientemente y fui a cerrar la puerta con pestillo asegurándome así de que no pudiera entrar sin mi consentimiento. Me tumbé de nuevo mientras cogía otro de los libros que traía en la maleta.
Pasadas las dos horas picaron a la puerta de la habitación, fui a abrir y al hacerlo me encontré a mi Eric sonriéndome de oreja a oreja para después abalanzarse sobre mí.
- ¿Me extrañabas?- Nos fue empujando hasta caer en la cama.
- No sabes cuanto, Eric.
- Pues ya me tienes aquí. Hazme todo lo que quieras.- Movió las cejas de arriba a abajo mostrando picardía. Reí tontamente.
- ¿Qué tal el coche?- Desvié un poco el tema. Realmente me daba vergüenza que si hacíamos algo nos escucharan.
- ¿Por qué te desvías de nuestro tema de conversación anterior?- Hizo un puchero falso que me hizo sonreír.
- Es que si nos escuchan... No me puedo ni llegar a imaginarme la vergüenza que pasaré.
- ¿Y si nos vamos ya? Aquí ya no hacemos nada y el coche ya está arreglado. ¿Para qué esperar a mañana?
- Perfecto. Voy a guardar las cuatro cosas que había sacado.
- Vale- Me levanté para ir a recoger pero Eric tiró de mi brazo haciéndome caer encima suyo.
- ¿Qué quieres?- Pregunté con una gran sonrisa. Parecía tonta. Me pasaba todo el día sonriendo ¿La causa de ello? Tenía nombre: Eric.
- Ya sabes perfectamente lo que quiero.- Aunque él no se quedaba corto. También sonreía a cada momento. Me acerqué porque efectivamente yo sabía bien lo que él quería y le di un beso.
Después de ello acabé de meter en la maleta todo lo que me faltaba y cuando acabé, cogimos nuestro equipaje para bajar hasta el comedor.
Cuando Maria nos vio con las maletas su cara, que tenía una gran sonrisa, pasó a ser seria:
- ¿Ya os vais?
- Sí, no queremos causar más molestias.- Contestó Eric.
- Te puedo asegurar que no habéis sido una molestia- Nos acercamos y le dimos un abrazo.
- Gracias por todo Maria. La comida deliciosa, por cierto.
- ¿Y no os quedáis a cenar?- Negamos los dos con la cabeza.
- Pues esperad que os hago unos bocadillos para el camino aunque sea- Esa mujer era sinónimo de bondad y humildad.
Ahora posamos nuestras miradas en Jose, Marcos y Lucas, que estaban sentados en el sofá mirándonos. Se levantó Jose y nos dio un apretón de manos a los dos. Después vino Lucas y me dio un abrazo, para después irse a hablar con Eric. Y finalmente, se acercó Marcos con su típica sonrisa engreída. Me abrazó y disimuladamente fue bajando sus manos hasta mi trasero y lo apretó bastante fuerte haciéndome saltar del susto. Me separé de él empujándole del pecho y se rió roncamente. Qué manía me daba este chico.
- Cariño, ¿Estás bien?- Se acercó Eric.
- No, por favor, vayámonos ya.- Él, supongo que al ver mi cara supo que algo no iba bien y fue rápido a la cocina a ver si Maria ya estaba. Yo miraba hacia el suelo en su ausencia, no levanté en ningún momento la mirada, me sentía incómoda y realmente mal. Lucas y su padre Jose fueron hacia la cocina.
Cuando volvió, Marcos habló:
- ¿Y a dónde vais?- Eric le miró serio por unos segundos y la tensión se podía palpar en el ambiente. ¿Y ese cambio de actitud tan drástico con él?
- No lo sabemos.
- Sé que sabéis hacia donde vais. Sólo pregunto por curiosidad.
- ¿Y ese interés?
- Sólo me gustaría saberlo por si necesitáis mi ayuda, insisto.- Eric volvió a mirarle esta vez con una mezcla de desconfianza y furia. Le miraba directamente a los ojos, como si quisiera contestarse una pregunta a sí mismo a través de ellos. Después de eso, entendió.
- Harry- Soltó Eric de golpe más bien hacia sí mismo pero un poco alto para lograr ser escuchado. Le miré sin entender nada y después desvié mi mirada hacia Marcos, él tenía una sonrisa malvada en sus labios. ¿A caso conocía a Harry? ¿Por eso sabía de nuestra paradero?
- No sé quien es Harry.- Seguía con esa sonrisa y esos aires de superioridad. Sabía perfectamente quien era Harry.
- Júlia, vámonos.- No desviaba su mirada de Marcos, una mirada seria y fría. Cogí mi maleta y nos fuimos sin despedirnos de nada ni de nadie. Y por supuesto, sin los bocadillos.
Eric colocó rapidísimo las maletas en el maletero y subió al coche. Se veía enfadado, molesto y preocupado.
- Eric... ¿Él conoce a Harry?
- Por supuesto que le conoce. Él es uno de sus mejores amigos y a la vez uno de sus espías. Ya decía yo que me sonaba de algo su cara... Se me hacía familiar. Sabía que el mejor amigo de Harry se llamaba Marcos pero... Nunca caí en que fuese él.
- De todos los sitios que hay y hemos tenido que quedarnos en su casa.
- Increíble ¿Verdad?- Exhaló.
- Ahora Harry ya sabe por donde estamos.
- Y seguro que está tan cerca... Que deberíamos irnos ya de este pueblo. Lejos. Muy lejos.
Continuará...
¡Por fiiiiiin! Siento haber tardado. Y no hay excusas, simplemente no sabía muy bien como seguir. Pero ya está, aquí está otro capítulo.
Gracias por leerla <3 De verdad, gracias. Y espero que os esté gustando. Que traidor Marcos, y parecía medio tonto... Bueno, nos leemos pronto <3 Sois geniales.
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Vete, pero quiero que te quedes
Teen FictionQue cosa tan complicada el amor, y para ellos no iba a ser menos. Júlia y Eric se amarán. Pero, como en toda relación, hay ciertos obstáculos y ciertas dudas. El pasado, en el pasado se queda. Pero, ¿Y si vuelve? ¿Y si encima vuelve para estropearl...