Al rato Eric sacó las galletas del horno y me di cuenta que las había hecho con moldes en forma de corazón, además tenían una pinta increíble:
- Ya están hechas, sólo hay que esperar a que se enfríen.
- ¿Y cuánto tardan en enfriarse?- Eric sonrió.
- Sólo unos minutos.
Esperamos sin decir palabra a que se acabaran de enfriar. Cuando por fin estuvieron en su punto, cogí la primera:
- ¿Dónde has aprendido a cocinar de todo y tan bien?
- Secretos de un buen cocinero.
- Vale, pues ya me pasarás la receta y te las cocino yo un día, a ver si me salen igual de buenas, aunque eso es imposible.
- No te pienso pasar la receta.
- ¿Por qué?
- Porque ahí es donde está la gracia.
- ¿No me la dirás?
- No te la daré, no.
- Entiendo. Bueno, pues no te dejo comer ninguna.
- No importa, como yo tengo la receta puedo cocinar más- Dijo sacándome la lengua.
- Tonto...
- Guapa...- Reímos los dos.
- Bueno, te dejo coger, pero porque me puedes hacer otro día más...
- Claro, cuando quieras.
Nos comimos todas y cada una de las deliciosas galletas:
- Estaban buenísimas Eric.
- ¿A que sí? Gracias.
- Bueno, yo debo irme ya, dentro de unas horas llega mi madre.
- ¿No comemos juntos?
- ¿Comer? ¿Después de comer tantas galletas? Esta ha sido mi comida.
- Ya, yo tampoco voy a comer- Hizo una pausa para después continuar. - Quédate conmigo un rato más....
- ¿Cuánto es ese rato?
- No sé... Sólo quédate. Y cuando te apetezca irte, pues te vas- Dijo haciendo un puchero.
- Hecho- Salimos de la cocina y nos sentamos en el sofá.
- ¿Te apetece ver la televisión?
- Claro
Estuvimos un largo rato viéndola, por suerte, en ese momento daban programas interesantes, menos mal:
- Bueno, ahora sí debo irme, son las 4.
- Jo... Bueno vale, ¿Quieres que lleve?
- No es necesario, voy andando y así de paso me da un poco el aire- Dije levantándome del sofá.
- Vale, hasta luego, cuídate- Tiró de mi brazo para darme un beso.
- Adiós- Acaricié su cara y me fui.
Empecé a caminar con la intención de llegar pronto a mi casa, pero no pude ir muy lejos. Un estúpido chico que iba en skate me dio un fuertísimo golpe y me hizo caer:
- ¡Ostras! Perdona, lo siento muchísimo, ¿Estás bien?
- Sí, sí, estoy bien.
- Lo siento.
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Vete, pero quiero que te quedes
Novela JuvenilQue cosa tan complicada el amor, y para ellos no iba a ser menos. Júlia y Eric se amarán. Pero, como en toda relación, hay ciertos obstáculos y ciertas dudas. El pasado, en el pasado se queda. Pero, ¿Y si vuelve? ¿Y si encima vuelve para estropearl...