Nos sentamos en el sofá y Jorge no dudó en empezar a hablar:
- ¿Sigues enamorado de Júlia?- Había sido muy directo. Le miré directo a los ojos, no quería responder. - Tus ojos te delatan, sigues enamorado de ella hasta la médula.
- No estoy enamorado de ella Jorge, ni de ella ni de ninguna otra chica.- Rió irónicamente.
- Te conozco demasiado bien Eric, lo sabes.
- ¿Vamos a estar todo el rato hablando del mismo tema?
- Sí.
- Pues no quiero hablar de eso.
- Vamos a hablar del tema.
- Que no.
- Hablaremos de esto Eric- Me levanté del sofá frustrado. Estaba desesperado por cambiar de tema.
- ¿Qué quieres saber jod*r? ¿Qué sigo enamorado de ella hasta las trancas? ¿Qué me acuerdo de ella todos los put*s días y noches y me imagino que está conmigo acariciándome como hacía? ¿Qué me muero de ganas de estar con ella y que quiero ir a pegar hasta dejar tonto al chico que está tocándole y besándole? ¿Eso quieres saber? ¡Pues ya lo sabes! Ahora, ¿Me puedes dejar tranquilo?- Saqué el aire pesadamente. Había hablado demasiado deprisa.
- ¿No te sientes mejor ahora después de hablarlo?
- Me siento idiota. Pero como ayer, antes de ayer, el día anterior y así, desde el día que dejé que se fuera, desde el día que le di un estúpido beso a Alicia. Desde ese día me siento jodid*mente idiota.
- ¿Y no quieres recuperar lo que teníais?
- ¿Crees que deba?
- ¿Aún estás con eso? Fue un estúpido error tuyo Eric. Ya te has castigado bastante ya... Ya has tenido tu merecido. De los errores se aprende.
- Quiero que sea feliz; y conmigo, no lo va a ser. Soy una mierda.
- Oooootra vez... ¿No te dijo en el aeropuerto que no había nada mejor que estar contigo?- Cerré los ojos y por primera vez en mucho tiempo una enorme sonrisa cubrió mi rostro. Recordaba perfectamente esa frase que me dijo: "¿Pero no has pensado que quizá no había nada más placentero y relajante para Júlia que estar contigo? ¡Que le daba igual todo el jodido mundo y Alicia, que estar contigo era lo mejor que había en todo el universo!" Recuerdo que teníamos que hablar como si fuesemos desconocidos, ya que ella no quería hablar conmigo... Mi sonrisa se desvaneció al recordar que sí, que era bonito, pero no parábamos de llorar, desconsolados.
- Eh... Pero no llores Eric- Y encima estaba llorando. No me había dado cuenta hasta ahora, estaba demasiado ocupado pensando.
- No estoy llorando, maldita sea.
- ¿Y éstas lágrimas que son?
- Estupideces. Una detrás de otra.
- Eric, ves y recupérala.
- Jorge, ves y búscate una novia y a mí déjame tranquilo con el temita.
- Te has vuelto un completo idiota desde que Júlia se fue ¿Sabías?
- Entonces vete. No querrás estar con un idiota como yo ¿Verdad?
- Pues no. Lo único que intento es ayudarte y sólo haces que gritarme y hablarme mal. Paso ya Eric. Ya no te aguanto.
- Pues ya sabes donde está la puerta- Susurré para que él me escuchara mientras le señalaba la salida con la cabeza.
Antes de salir me miró y negó exageradamente dando antes de irse un fuerte portazo.
Ahora que se había marchado Jorge y nos habíamos enfadado no tenía a nadie, a nadie. Mis padres ya ni llamaban ni se preocupaban por mí y mi Júlia ya no era mía. Ya no tenía absolutamente a nadie. Miré mi reloj, encima ya no me daba tiempo de asistir a la carrera.
¿Lo mejor que podía hacer esta noche? Salir por ahí.
Fui a mi armario y me puse la ropa más chula y provocativa que tenía. Cuando ya estuve listo, cogí mis cosas y salí de casa. Puse la moto recta, ya que antes la había tirado al suelo por impulso, y me puse mi casco negro que hacía mucho tiempo que no me ponía. Me subí en ella para ir al local de siempre.
Llevaba un tramo recorrido y estaba pensando en mis cosas cuando en un cruce casi atropello a una chica:
- ¡Estúpido, idiota!- Gritó ella. Giré mi cabeza para ver quien era y ella como respuesta me hizo un gesto muy obsceno. Me levanté la visera del casco y la observé, un buen rato. Ella parecía ahora incomodarse, inquietarse. Me quedé embobado sin querer por culpa de mis pensamientos. Ella movió sus brazos exageradamente y entonces reaccioné.
- ¿Sabes una cosa?- Le grité para que pudiera oírme.
- ¿Qué?- Ella parecía enfadada y se cruzó de brazos.
- Me acabo de dar cuenta de una cosa- Sonreí tontamente- Pasará el tiempo y pasarán muchas o pocas chicas- Me encogí de hombros. - Pero ninguna como Júlia. Me pasó exactamente esto hace un año y siete meses, pero ella en vez de insultarme llamándome estúpido me intentó insultar llamándome loco, LOCO- Enfaticé mientras reía- Y en vez de hacerme ese gesto tan obsceno que me has hecho tú me sacó el dedo de en medio, intuyendo que me ofendería- Me salió una tonta risita. - Nadie actuaría así ante esta situación, sólo ella. Es muy especial y cada día me doy más cuenta que nunca conseguiré a nadie como ella, nunca.- Esta vez todo mi cuerpo se llenó de nostalgia y tristeza.
- Ajá... Em... ¿Y a mí que me importa? ¿Has acabado?- Asentí, no tenía nada más que decir. - Pues me voy entonces, ves con cuidado, puedes hacer mucho daño a alguien...
- Más dañado que estoy yo...- Susurré. Volví a bajar la visera de mi casco pero ya no tenía ganas ningunas de salir así que fui directo a casa de Jorge. Debía pedirle perdón.
Llegué y nervioso piqué al timbre. A los segundos me abrió:
- Lo siento Jorge. Últimamente vivo enfadado con todo el mundo, incluso conmigo. No soy feliz y eres lo único que me queda que me mantiene un poco "a salvo". Por favor, perdóname y necesito que estés a mi lado. Que Júlia se llevó con ella mi felicidad ¿Sabes? Yo a su lado era feliz, y ahora ya no lo soy porque me acostumbré a ella y la hice imprescindible para mí. ¿Qué narices? Ella no me hacía feliz, ella era para mí la definición de felicidad. Esa es la realidad y lo que me pasa. Perdóname.
- Estás más que perdonado Eric. Y si no es Júlia, intentaremos que sea otra persona, tú tranquilo.- Negué rotundamente con la cabeza.
- Hoy me ha pasado algo increíble, sin querer casi atropello a una chica igual que cuando conocí a Júlia, igual- Jorge puso cara de horror y yo ya estaba con una sonrisa en la cara- Pero fue súper diferente... Y eso me hizo pensar... Y me di cuenta que nunca conoceré a nadie como Júlia... Que me haga sentir lo que me hacía sentir ella, nunca.
- ¿Y tú que sabes?
- Simplemente lo sé- Se acercó y me dio un abrazo que claramente necesitaba.
- ¿Sabes algo increíblemente mágico?- Le miré para que continuara. - Que simplemente piensas o hablas de ella y ya te sale una sonrisa. Hacía mucho tiempo que no sonreías Eric- Suspiré.
- Pero tengo que dejar de lamentarme, Júlia no volverá conmigo porque tiene un nuevo novio. Ya está, tengo que asumirlo y no ir haciéndome falsas ilusiones o creando porcentajes imaginarios intentando descifrar la probabilidad que hay de que vuelva conmigo. Tengo que mentalizarme de que no hay ninguna posibilidad.
- ¿Y si la ves un día por aquí?
- Entonces no habrá marcha atrás.
Continuará...
No habrá marcha atrás ¿De qué? ¿A qué se refiere? Bueno... En el próximo capítulo se verá.
Gracias a vosotros por leerla y por hacer que realmente valga la pena escribir, gracias <3 Votad y comentad que os parece ^^ <3 Me haría muy feliz.
![](https://img.wattpad.com/cover/15505121-288-k870267.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Vete, pero quiero que te quedes
Teen FictionQue cosa tan complicada el amor, y para ellos no iba a ser menos. Júlia y Eric se amarán. Pero, como en toda relación, hay ciertos obstáculos y ciertas dudas. El pasado, en el pasado se queda. Pero, ¿Y si vuelve? ¿Y si encima vuelve para estropearl...